La Flauta Mágica y la Iniciación Jenaro Ismael Reyes Tovar María Guadalupe Rodríguez Licea Dibujos: Rubén Soto Orozco Sabiduría Gnóstica Material didáctico de uso interno y exclusivo de estudiantes del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samaelgnosis.net | www.samaelgnosis.org | www.samaelgnosis.us La Flauta Mágica y la Iniciación Autores: Jenaro Ismael Reyes Tovar María Guadalupe Rodríguez Licea Portada y dibujos: Rubén Soto Orozco © Todos los derechos reservados. Material didáctico de uso interno y exclusivo de estudiantes del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Página web: www.samaelgnosis.net www.samaelgnosis.org www.samaelgnosis.us El contenido de este libro está basado en la obra hablada y escrita del maestro Samael Aun Weor. Este trabajo es gracias al esfuerzo y dedicación de todos los instructores gnósticos y el equipo de voluntarios que conforman el Instituto Cultural Quetzalcóatl, que desinteresadamente trabajan por el bien común. La Flauta Mágica (Die Zauberflöte) es una ópera popular (singspiel) de dos actos. La música es de Wolfgang Amadeus Mozart y el libreto de Emanuel Schikaneder, estrenada el 30 de septiembre de 1791. Introducción L a Flauta Mágica es la fusión de enseñanzas muy antiguas y sagradas; es admirable encontrar en esta diamantina obra: cábala, alquimia, magia, psicología del auto conocimiento y filosofía hermética; todo en un maravilloso y superlativo ambiente sonoro lleno de claves inspirativas; encaminadas a que uno descubra la senda que podría conducirnos de las tinieblas a la luz. La música es un ingrediente fundamental, pues así la enseñanza va al centro emocional superior, dando un mensaje completo. En la Flauta Mágica descubrimos con asombro, las indicaciones de cómo encontrar el camino secreto, tan buscado desde siempre por las almas sinceras. La iniciación es esa senda misteriosa, el regreso a la luz de la sabiduría inmortal, es la misma existencia intensamente vivida pero dirigida a la auto perfección, y esta obra nos entrega todos los elementos que necesitamos reunir para acercarnos a ella. Escena tras escena nos muestra los múltiples errores psicológicos que nos obstaculizan y las virtudes necesarias que debemos ir desarrollando en la vida misma, para encontrarnos con ese sendero hermético, que solo es para los pocos… Historia En algún lugar de Egipto, un príncipe japonés, de nombre Tamino, es perseguido por una temible serpiente y cuando ésta está a punto de matarlo, lo salvan tres mujeres empuñando jabalinas de plata; ellas son sirvientes de la Reina de la Noche, una mujer llena de intrigas y mentiras; un sacerdote solar de nombre Sarastro, dedicado al culto de los dioses Isis y Osiris, decide separar a la Reina de su hija, pues ella la lleva por el camino del error y del fanatismo. A través de engaños, la Reina de la noche logra que el príncipe Tamino vaya en búsqueda de su hija Pamina, junto a un pajarero de nombre Papageno; en esta misión les acompaña una flauta de oro y unas campanillas de plata; y así comienza una gran aventura, la misma que cada uno deberá emprender para lograr encarnar la verdad y cumplir con el propósito real de nuestra vida. Al darse cuenta de las falsas palabras de la Reina de la Noche, deciden ingresar como iniciados, consagrándose al culto de Osiris e Isis (nuestros padres internos divinales), pero para ello deberán pasar una serie de pruebas, que no se encuentran en el pasado, en realidad están presentes en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Destacan en esta maravillosa obra: la sacralidad del sonido, la importancia de la palabra, lo extraordinario del amor para triunfar sobre el mal, el culto a nuestros padres internos como guía para salir de la ignorancia; y se va mostrando cada virtud que se necesita desarrollar, como los materiales de una buena espada, haciendo una amalgama perfecta para triunfar en la lucha contra la maldad. Obertura En la obertura de esta obra, encontramos a través de las notas musicales, el llamado a ingresar en los augustos misterios que nos puedan llevar al camino secreto; destacan al comienzo cinco sonidos muy solemnes, mostrándonos que todo debe hacerse de acuerdo a la ley, pues el cinco en cábala es el rigor, la enseñanza y la ley del karma, estos sonidos nos indican que, para andar en el sendero, debe seguirse una conducta recta. Continúa la música deleitándonos con sus sacros sonidos y en la parte de en medio de la obertura, en forma muy solemne surgen nueve sonidos que nos encontraremos varias veces a lo largo de la obra; este número es muy importante, es el llamado a penetrar en los misterios de la puerta nueve, que en la ciencia de los números es el ermitaño, la iniciación y la transmutación de las fuerzas que nos trajeron a la existencia; finaliza la obertura con tres sonidos, alusión clara a las tres fuerzas primarias de la creación. Es trabajando rectamente (los cinco sonidos al principio), por el camino de la iniciación y la novena esfera (los sonidos de en medio tres veces tres), como se lograría la gran obra o encarnación de la divinidad que son los tres Logos: padre, hijo y espíritu santo (los tres sonidos finales). Nos dice el maestro Samael Aun Weor en su libro de Rosa Ígnea: “Uno se queda extasiado al escuchar la "Flauta Encantada" de Mozart, que nos recuerda una Iniciación egipcia”, en efecto aquí encontramos los misterios sagrados a la luz de la cultura egipcia, que devienen de un pasado muy remoto; la enseñanza egipcia tiene su origen en la misma Atlántida, lo señalamos para que el que quiera beber de esa fuente de sabiduría inmortal, lo haga con ánimo de plasmar en su existencia estas maravillosas y antiquísimas enseñanzas. Ven estimado lector, caminemos con entusiasmo y fe, junto a la pareja del príncipe Tamino y la princesa Pamina, la senda de tu propia auto realización íntima. Advertencia Cada personaje de la Flauta Mágica, no debe interpretarse literalmente, simbolizan emociones, formas de ser y actuar, defectos, pasiones y virtudes. No debemos pensar en una historia sucedida en tal o cual tiempo, es en el aquí y en el ahora donde existen, están en el espacio psicológico de cada uno. Existen fuerzas negativas, pero también trascendentales y divinas que se encuentran luchando por conquistar el universo interior de cada ser humano; es la misma lucha que se lleva a cabo en el significativo juego de pelota de todas las culturas de Mesoamérica y que también se entabla en las piezas blancas y negras del ajedrez; son las potencias anímicas tanto del bien como del mal, pero que viven y palpitan en el interior de cada uno. A manera de mapa para guiarnos en la comprensión de esta obra, indicamos en síntesis lo que cada personaje simboliza en el interior, y así facilitar la comprensión del mensaje que se ha querido entregar a la luz de la gnosis: Reina de la Noche (Reina de las fuerzas del mal): El fanatismo, la ignorancia y el error. Las fuerzas lunares o negativas. Sarastro (Sacerdote solar): La ley divina. Las fuerzas solares o positivas. Tamino (Príncipe japonés): El ser humano que busca el camino de la perfección. El alma humana. Pamina (Hija de la Reina de la Noche): Las virtudes del alma: el amor, la bondad, la valentía. El alma divina. Papageno (Pajarero): El ser humano que se contenta con vivir bien, sin anhelos por la iniciación, pero sin cometer delito alguno. Monostatos (Sirviente de Sarastro): El ser humano que delinque, roba, miente, adultera. La lujuria, la violencia, la pasión animal, etc. Tres damas (Mujeres al servicio de la reina de la noche): La energía creadora, que puede ser usada para degenerarnos o para redimirnos. Los tres geniecillos (Guías de Tamino y Papageno): La conciencia despierta, la voz del silencio. Las fuerzas elementales de la naturaleza. Flauta de oro (Instrumento mágico de Tamino): La sabiduría, la gnosis. Las fuerzas magnéticas creadoras masculinas. Campanillas de plata (Instrumento mágico de Papageno): La comprensión, el amor. Las fuerzas magnéticas creadoras femeninas. Sugerimos que se vaya escuchando las composiciones musicales (arias, dúos, tríos y coros) que correspondan, conforme se vaya leyendo el libro; así se podrá adentrar en el mundo mágico del sonido y la sabiduría gnóstica unidos en vibrante armonía. . Capítulo 1. El Poder de la Palabra Primer Acto. Escena 1 A través de todas las edades en la historia y alrededor del mundo, podemos ver en cada leyenda, cuento y, sobre todo, muy especialmente en los libros sagrados, la eterna lucha entre las potencias del bien y del mal. No debe extrañarnos que tal combate incesante, tan sabiamente descrito por los más grandes sabios, se lleve a cabo en las profundidades del inexplorado universo interior. Tales fuerzas del bien y del mal están representadas en la Flauta Mágica con dos templos: uno dedicado a la Luna, encabezado por la Reina de la Noche y otro templo, dedicado al Sol, dirigido por Sarastro, un sacerdote solar. La luna y el sol siempre han sido objeto de infinidad de simbolismos, el aspirante a comprender estos misterios, deberá usar su corazón para comprenderlos. Es obvio que, en esta simbología, las ideas solares representadas por Sarastro, son las que se encaminan a la verdad, el bien, la sabiduría, la bondad, la veracidad y el amor; en sí, a los valores de la conciencia. Las ideas lunares son simbolizadas por la Reina de la Noche, vivo símbolo del mal, de la venganza, el odio, el rencor, de los miles y miles de defectos psicológicos que llevamos dentro. A un lado de todo templo de luz, siempre hay un templo de tinieblas. Con nuestra imaginación creadora, trasladémonos a un lugar enigmático del antiguo Egipto: estamos en los dominios de la Reina de la Noche, se encuentra un espléndido templo entre las montañas, en una zona rocosa, con algunos árboles esparcidos por ahí nada más; la atmosfera de misterio en su conjunto nos invita a penetrar en los sagrados secretos del auto conocimiento. La Flauta Mágica sitúa el inicio de esta historia, precisamente en un sitio así, porque algunos templos de misterios están asociados a una zona pétrea, señalándonos el trabajo que habrá de hacerse a través de los misterios del apóstol Pedro, ya que este nombre viene de Patar o piedra, representando el trabajo con la transmutación de las energías creadoras. Nos comenta el maestro Samael Aun Weor hablando del templo donde está el Santo Grial, en su libro del Parsifal Develado: “El paraje aquel de la escena, más que lóbrego resulta ciertamente bastante severo y misterioso... El terreno austero, indispensablemente rocoso, de acuerdo con las tradiciones Iniciáticas, resplandece en el centro con un espacio muy claro.” El gran maestro Jesús, nos aclara el por qué debe iniciarse el trabajo de esta manera; al respecto nos dice que es necesario cimentar nuestra casa sobre la piedra y no sobre las arenas del desierto, que son las teorías, pues, por más que leamos y leamos, si no llevamos a la práctica la enseñanza, cualquier viento o inundación de adversidad nos lleva al fracaso. Una gigantesca y temible serpiente persigue a un príncipe japonés llamado Tamino, que, si bien lleva un arco en su mano, su carcaj no tiene ya flechas. «¡Socorro! ¡Socorro! ¡Oh, estoy perdido! ¡Esa astuta serpiente me ha elegido por víctima! ¡Dioses misericordiosos! ¡La serpiente se acerca! ¡Ay, salvadme! ¡Ay, protegedme!» Debemos ver a los protagonistas de la Flauta Mágica, como formas de actuar en el ser humano, de la actitud de nosotros ante la vida, de nuestro nivel del Ser o nivel espiritual que poseemos. El príncipe Tamino es el ser humano sincero, que busca el camino a la verdad, que anhela reintegrarse con la divinidad, que quiere el regreso a la luz, muy raro en esta época superficial en que vivimos, habría que buscarlos con la linterna del filósofo griego Diógenes. Viene a ser el prototipo de persona que debemos anhelar ser y hacia los cuales está dirigida la gnosis. Trata de luchar contra la enorme serpiente negativa, muy similar a la serpiente Midgar del libro sagrado de los Eddas germánicos; según este libro, esa serpiente inunda todo el mundo, y eso es una gran realidad: son las fuerzas bestiales pasionales que habitan en el interior de cada uno de nosotros. A pesar de los esfuerzos del príncipe Tamino, no tiene con qué luchar, posee el anhelo, pero no dispone de las claves para lograrlo, pues no lleva flechas. Por lo que vemos el claro ejemplo del ser humano sincero, que lucha contra sus pasiones (serpiente), pero que no tiene en sus manos la ciencia de la gnosis o las claves para lograrlo (las flechas); pero hay algo que destaca y nos invita a la reflexión, Tamino clama en forma muy sincera, pide ayuda a los dioses, tal es la forma en que deberíamos actuar, invitándonos a no ser soberbios, a reconocer nuestra miseria interior, saber que necesitamos de la ayuda superior y pedirla con todas las fuerzas de nuestra alma y corazón. Muy a pesar de todos sus esfuerzos no puede contra la serpiente y cae desmayado. Las tres damas Del templo surgen tres damas con un velo cubriendo su rostro, portando en sus manos jabalinas de plata y luchando valientemente contra la bestia, logran darle muerte. «¡Muere, monstruo, nuestro poder te mata! (Matan a la serpiente.) ¡Victoria! ¡Victoria! ¡Hemos efectuado la heroica hazaña! ¡Ese hombre ha sido liberado por la valentía de nuestro brazo!». Para interpretar estos símbolos debemos acudir a la antigua ciencia de la alquimia y a la milenaria cábala o ciencia de los números. El número tres lo tendremos presente en toda la Flauta Mágica, ya que, de acuerdo al simbolismo de los números o cábala, nos representa: producción material y espiritual, la creación, hacer las cosas con belleza, arte, la madre celeste, las fuerzas creadoras y el Espíritu Santo; tomará cualquiera de estos significados dependiendo del mensaje que se quiera dar a entender. La plata en alquimia significa la mujer, las fuerzas femeninas en acción. La jabalina es el emblema de la fuerza sexual debidamente transmutada y dirigida para dar muerte a la serpiente de nuestras pasiones bestiales. El velo que cubre el rostro de las tres damas es el velo del misterio, el velo de Isis (nuestra madre divina), que solo puede rasgar el que se ha dominado a sí mismo completamente. Son las tres damas la representación de las fuerzas creadoras del ser humano, las que nos trajeron a la vida, origen de mundos, bestias y hombres; la fuerza más poderosa del cosmos infinito, que puede ser utilizada para bien y liberarnos de las fuerzas tenebrosas de la serpiente, pero puede ser utilizada para el mal, esclavizándonos y llevándonos a la miseria y dolor. En este caso, el número tres en estas mujeres, encontramos la posibilidad de utilizar correctamente las fuerzas de la creación matando a la serpiente de nuestras propias creaciones animales, o el mal uso que hacemos de las mismas, representado en la disputa vehemente de las damas por el príncipe Tamino: se dejan fascinar por la belleza del príncipe (la energía sexual mal encaminada) y nadie quiere dejarlo a solas, las tres quieren quedarse a cuidarlo mientras les insinúan a las otras que vayan a darle el mensaje a la Reina de la Noche, su ama gobernante. «1ª DAMA: (contemplando a Tamino) ¡Un joven apuesto, delicado y bello! 2ª DAMA: ¡Tan bello como jamás vi otro! 3ª DAMA: ¡Sí, sí! ¡Tan bello, que es como para pintarlo! Las Tres Damas: Si consagrase mi corazón al amor, el elegido sería este joven. Vayamos donde está nuestra princesa a comunicarle la noticia de lo ocurrido: tal vez este hermoso joven pueda devolverle la calma perdida. 1ª DAMA: Id, pues, y decídselo. Yo me quedaré aquí. 2ª DAMA: ¡No, no! Id vosotras. ¡Yo velaré aquí por él! 3ª DAMA: ¡No, no! Eso no puede ser. Sólo yo lo protegeré. 1ª DAMA: ¡Pues yo me quedo aquí! 2ª DAMA: ¡Pues yo lo velaré! 3ª DAMA: ¡Pues yo lo protegeré! 1ª DAMA: Yo me quedo aquí. 2ª DAMA: Yo velaré. 3ª DAMA: Yo le protegeré. Las Tres Damas: ¡Yo, yo, yo! (Para sí) ¿Irme yo? ¡Ah, ah! ¡Qué bien! ¡A ellas les gustaría quedarse a solas con él! ¡No, no, esto no puede ser! ¡Qué no daría yo por poder vivir con este joven!¡Por tenerlo para mí sola! ¡Pero ninguna se va, no puede ser! Lo mejor es que me vaya yo. (En voz alta a Tamino) Oh, joven, bello y amable, oh, joven querido, ¡adiós! ¡Hasta que vuelva a verte!» Por fin se van a las puertas de su templo y dejan solo a Tamino desmayado. Al poco tiempo se despierta, ve la serpiente muerta a sus pies, y escucha unos alegres sonidos de una flauta de Pan que poco a poco se van escuchando cada vez más cerca: es Papageno, un pajarero que además va vestido todo como pájaro, con plumas por todas partes, contento viene tocando y cantando. Carga una gran jaula en su espalda llena de pájaros que lleva al templo para dárselos a la Reina de la Noche, e intercambiarlos por pan, vino e higos. Papageno Es el ser humano que no busca el camino secreto, pero que no comete ningún delito, es el buen dueño de casa, simboliza a la persona que cumple con sus deberes en el hogar, es buen padre, buen hijo, buen ciudadano, pero no siente inquietudes por ingresar al camino secreto. Su atuendo de animal (pájaro), es un indicativo que mucho de lo que poseemos actualmente en el ser humano, es todavía de naturaleza animal. Según su canto, lo único que anhela es una mujercita, con quien compartir su vida, sin ningún anhelo místico o trascendental. «Yo soy el pajarero, siempre alegre, ¡ole, upa! Como pajarero soy conocido por viejos y jóvenes en todo el país. Cazo con reclamo y toco la flauta. Puedo estar alegre y contento, porque todos los pájaros son míos. Yo soy el pajarero, siempre alegre, ¡ole, upa! Como pajarero soy conocido por los viejos y los jóvenes en todo este país. ¡Me gustaría tener una red para muchachas, las cazaría por docenas! Luego las metería en la jaula y todas ellas serían mías. Si todas las muchachas fueran mías, las cambiaría por azúcar: y a la que yo más quisiera le daría enseguida el azúcar, y me besaría con delicadeza, si fuera mi mujer y yo su marido. Dormiría a mi lado y la acunaría como si fuese una niña.» (Aria: El pajarero yo soy) En las aspiraciones de Papageno, visiblemente vemos representado el arcano seis del tarot, en su aspecto de enamorado; lo único que le interesa en el mundo es tener a su pareja, pero sin ningún fin de carácter superior. ¿Quién somos? Tamino escucha todo el alegre canto de Papageno, prudentemente escondido; al terminar y ver que no había peligro, sale a su encuentro de tan singular personaje, quien ya se dirigía a las puertas del templo de la Reina de la Noche, y le pregunta quién es; la respuesta sencilla de Papageno, de ser un ser humano como cualquiera, la retorna a Tamino, el cual contesta que era hijo de un gran soberano, gobernador de varias comarcas. La Flauta Mágica empieza a develar los basamentos de la iniciación; no podemos aspirar a que la gnosis, el conocimiento divino, florezca en nosotros, si no sabemos quién somos, las falsas ideas que tiene uno de sí mismo, tanto de una persona sencilla como Papageno, como la de una persona complicada como la de Tamino, resultan completamente superficiales, vanas y huecas. Las bases en que descansamos psicológicamente, como la de considerarnos muy importantes por el hecho de dominar a muchas personas como el príncipe Tamino, son cosas sin la menor importancia para el espíritu, pero pensamos que el poder es lo máximo. La absoluta ignorancia de Papageno, de todo cuanto sucede fuera de esos lugares, y de su mismo nacimiento, en realidad es la ignorancia en la que estamos sumidos la humanidad entera en relación al conocimiento gnóstico trascendental. Se requiere de mucho más, es necesario empezar a observarnos, con el fin de auto conocernos, para romper las ilusiones que tenemos de sí mismos. Existen muchos supuestos mentales que durante toda la vida llevamos considerando que son lo más real: el prestigio, el tener mucho dinero, las propiedades, los títulos, etc. «Una persona descansa sobre una posición, otra sobre el dinero, etc. Lo más curioso, ya seamos ricos o mendigantes, es que necesitamos de todos y vivimos de todos, aunque estemos inflados de orgullo. Dentro de todo esto, nos creemos muy fuertes y somos espantosamente débiles. Es urgente Auto observarse, de momento en momento, con el propósito de conocer claramente los fundamentos sobre los que descansamos; cuando uno descubre aquello que más le ofende en un instante dado, entonces descubre las bases sobre las cuales descansa psicológicamente.» (Samael Aun Weor. Estudio del Yo) La Mentira La plática sigue su curso, Tamino se queda mirando a Papageno de forma muy extraña, pues está todo vestido de pájaro, y Papageno se siente intimidado, con un poco de miedo, y con el fin de salir de esa situación le dice que es muy fuerte. Esto provoca que Tamino crea que él ha dado muerte a la serpiente, y Papageno no lo desmiente, inclusive afirma que la ha estrangulado con sus propias manos. Si ponemos un poco de observación a nuestra vida, nos daremos cuenta que son las emociones negativas las que nos llevan a la mentira, y esta se ha convertido en algo tan común que forma parte de nuestra vida cotidiana, nos enseñamos a mentir desde muy pequeños, sin darnos cuenta de las graves consecuencias que esto acarrea. «Lo más grave es que las emociones negativas vuelven mentiroso al ser humano. La mentira produce una conexión equivocada, porque la energía del Anciano de los Días, que fluye armoniosa y perfecta a través de los diez Sephirot de la kábala hebraica, hasta llegar a Malchut, el reino, la persona física, psicofísica, en el mentiroso se conecta mal. Este produce una dislocación intencional de su mente y como consecuencia surge la mentira, es decir, una conexión equivocada.» (Samael Aun Weor, Conferencia sobre Alcione) La mentira es lo contrario a la verdad, cuando uno miente se aleja por lo tanto del espíritu divinal. Si pretendemos acercarnos a lo que no tiene nombre, es obvio que nuestra conducta tiene que ser acorde a sus atributos, y si el Padre interno es la verdad, entonces cada vez que mentimos nos separamos del Padre y, al alejarnos del Padre, caemos en desgracia. «Antes de que hables, pregúntate. Lo que voy a decir, ¿es útil?, ¿es bueno?, ¿es verdadero?, ¿es armonioso? Cuando no puedas contestar afirmativamente a estas preguntas, desciende al fondo mismo de tu conciencia. Parla, estudia, ve, observa, medita y pon una nota, una larga nota de silencio, al agrio diapasón de tus propias sugerencias… Si lo que vas a decir no tiene un ritmo perenne de armonía, súmete bajo tu capa y destruye en silencio tu propio acorde disonante. Fíjate que todo en la Naturaleza es ritmo… Que todo es Armonía… Cada palabra que salga de tus labios como filo tajante que impulse tu pasión, quiebra esas Leyes… Y el Alma muda, silenciosa, de las cosas mismas, se resiente y quebranta en su rítmico concierto…» (Arnoldo Krum Heller, Rosa Esotérica) Castigo a Papageno Llegan las tres damas que ya se habían dado cuenta de las mentiras de Papageno, él les entrega los pájaros y ellas en lugar de darle vino le dan agua, por pan le entregan una piedra y en lugar de higos dulces le ponen un candado de oro en la boca. El mal uso del verbo, no sólo nos acarrea situaciones complicadas en la vida, aún más, afecta en la energía creadora, así lo vemos en los símbolos que recibe Papageno en lugar de los habituales. Las tres damas están acostumbradas a darle pan de azúcar, vino e higos; el pan y el vino son elementos esenciales en la última cena del maestro Jesús, emblema de la posibilidad de transmutar las energías creadoras; no debemos olvidar que al buscar el mismo maestro higos en una higuera estéril, pero no los encuentra y pidió que la cortaran; interesante es saber que las criaturas elementales del departamento de la higuera se relacionan con las fuerzas que nos trajeron a la existencia. Asombra ver la íntima relación que existe entre la palabra y el sexo; un adolescente al tener sus caracteres sexuales secundarios le cambia la voz, cuando uno envejece y pierde sus funciones sexuales, también le cambia la voz, no es de extrañarse que en la Flauta Mágica se dé a entender que con la mentira afectemos los procesos naturales de la energía sexual. «Existe una íntima relación entre las glándulas sexuales y la laringe creadora. Cuando el niño llega a la edad de 14 años, su voz se transforma en la voz del hombre. Dicha transformación se debe a que entran en actividad las glándulas sexuales. ¡Así pues, es incontrovertible esa íntima relación entre las glándulas sexuales y la laringe creadora!» (Samael Aun Weor, Logos Mantram Teúrgia) Quienes buscan la iniciación deben aprender a dar un uso adecuado a la energía sexual, pero resulta imposible por más que uno se esfuerce, si no tiene cuidado con el verbo, si miente, difama, levanta falsos, dice palabras en doble sentido, morbosas, critica, etc.; este verbo mal usado, cambiará la vibración de la energía sexual polarizándola en forma negativa. Por lo que resulta interesante ver aquí los símbolos en forma contraria, indicando cómo el mal uso del verbo cambia la polaridad de la energía sexual, tornándola negativa. Por ello en lugar de ver trasmutadas las aguas en vino, tal como lo hiciera Jesús en las bodas de Caná, aquí en lugar de vino le dan agua; en lugar de pan le ofrecen una piedra y en lugar de dulces higos le ponen un candado en la boca. Retrato Las tres damas le entregan, por orden de la Reina de la Noche, un retrato de su hija Pamina, El príncipe Tamino se enamora de inmediato al verla, y dice lleno de emoción: «¡Este retrato es encantadoramente bello, ningún ojo ha visto otro igual! Siento cómo esta imagen divina llena mi corazón de emoción. Es verdad que soy incapaz de darle nombre, pero la siento arder en mi corazón. ¿Será amor esta sensación? ¡Sí, sí! ¡Es únicamente amor! ¡Oh, si pudiera encontrarla! ¡Oh, si ella estuviese ya ante mí! Yo.... yo..., de un modo cálido y puro... ¿Qué haría yo...? La estrecharía con delicia contra este pecho ardiente y entonces sería mía para siempre.» (Aria: Esta imagen es encantadoramente bella) Interesantes palabras se colocan en voz del príncipe al ver anonadado el rostro de la princesa, nos habla al mismo tiempo de tratar de conquistar el alma divina. El padre interno o Ser emana de sí mismo un alma humana y un alma divina, son las almas gemelas, y el objetivo es que logren fusionarse en un matrimonio perfecto; las leyendas medievales del caballero luchando por su dama, dispuesto a los más grandes sacrificios, nos hablan de esa necesidad de llegar a lo divino, de unir lo terrenal con lo espiritual. Pero a la vez, el príncipe nos habla del anhelo de encontrar en nuestra vida el amor. No nos dice que, si estamos casados, busquemos ese amor fuera del matrimonio, eso sería adulterio; nos habla de reencontrarnos con el amor en la pareja que en este instante tenemos, de ver en nuestra pareja la senda de la auto realización. Y claro, son muchos los defectos que nos impiden realizar ese anhelo, estos son: la auto consideración, la auto importancia, los celos, la ira, la intolerancia, la pasión animal, la lujuria, etc. Entonces las tres damas, le informan que se trata de Pamina, hija de la Reina de la Noche, quien fue secuestrada por Sarastro un gobernante cruel, que tiene su palacio fuertemente resguardado. Inmediatamente el príncipe Tamino siente la urgente necesidad de rescatarla. Aquí uno pensaría que se trata de un clásico rescate a la dama secuestrada por las potencias del mal, en realidad es algo mucho más profundo y a la vez tan común en nuestro diario vivir. Sarastro no es un gobernante cruel, todo lo contrario, es un sacerdote solar que cultiva los misterios de Isis, nuestra Divina Madre interior, y de Osiris el Padre que está en Secreto. Es muy interesante lo que la Flauta Mágica trata de que entendamos; mucho de lo que creemos que está bien, resulta que está totalmente equivocado, y lo que creemos que está mal, por la información que recibimos de la sociedad, resulta que en el fondo está bien. Ejemplo de ello tenemos que en el pasado hemos cometido grandes equivocaciones, basta recordar la “Santa inquisición”, en donde en el nombre de Dios, matamos, torturamos y cometimos cientos de crueldades, pero lo curioso es que en ese momento pensábamos que era lo más correcto. Ahora la degeneración sexual, el aborto y las drogas es de lo más normal, y uno lo considera como parte de nuestra vida, que es algo necesario y perfectamente justificable, cuando obviamente vamos por el camino equivocado. Es increíble que uno se crea de sí mismo lo mejor, pero el espejo en que debemos vernos es el estado actual de nuestro mundo. Si hay guerras, hambres, pestes, enfermedades, crímenes y violencia, eso es la exteriorización de lo que llevamos dentro. Más los engaños son muy sofisticados, se apela a todo, con el fin de que permanezcamos en el error, estos engaños se dirigen a los sentimientos más nobles, pero enmascarados en forma engañosa. Reina de la Noche Se abren dos montañas, y surge entre rayos y truenos la Reina de la Noche, sentada en un trono de estrellas y le dice a Tamino a través de un hermosísimo canto, y acompañado de una melodía exquisita, que verdaderamente hace estremecer a todo quien lo escucha: «¡No tiembles, querido hijo mío! Pues eres inocente, sabio y piadoso. Un joven como tú es el que mejor puede consolar este corazón de madre tan profundamente afligido. He sido elegida para sufrir, pues me falta mi hija; al perderla a ella, perdí toda mi dicha: un malvado me la quitó. Aún la veo temblar con atemorizada agitación, veo su angustiado sobresalto, sus tímidos esfuerzos. Hube de ver cómo me la robaban: "¡Ay, socorro!", eso fue todo lo que dijo; sólo que su súplica fue vana, pues mi fuerza era demasiado débil. Tú irás a liberarla, tú serás el salvador de mi hija. Y si te veo volver victorioso, tuya será para siempre.» (Aria: Oh, no te asustes querido hijo mío) La música es inefable, los cantos son bellísimos, precisamente así son los engaños en los que nos vemos envueltos, ya por parte de la falsa sociedad, de la ciencia oficial encaminada al delito, o inclusive de la misma familia, que quizás se encuentre en el error, para que uno siga por el camino equivocado; toca las fibras más sensibles, pero nos dirige a una mentira, al abismo de la perdición en el cual estamos actualmente todos y ni siquiera lo percibimos; tomamos la senda siniestra, pero pensamos que hacemos bien. «Recuerden que el camino que conduce al Abismo está empedrado de buenas intenciones. “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”. Los malvados de todas las épocas han tenido muy buenas intenciones: Hitler, lleno de magníficas intenciones, atropelló a muchos pueblos y por su culpa murieron millones de personas. El verdugo que ejecuta una orden injusta, lleno de magníficas intenciones, asesina a sus semejantes. No debemos olvidar a la Santa Inquisición; entonces inquisidores con magníficas intenciones condenaron a muchos infelices a la hoguera, el potro, etc.» (Samael Aun Weor. Estudio del Yo) Se cierran de nuevo las montañas al terminar el engaño de la Reina de la Noche y queda oculta de nuevo la sala con el altar de estrellas. Tamino queda desconcertado, todavía creyendo que ha sido como un sueño. La Veracidad Papageno entra en escena y se acerca a Tamino con su candado de oro en la boca, el cual no pueden quitar, resultado de la mentira; las tres damas aparecen y le levantan el castigo, ordenándole que jamás vuelva a mentir. Es de suma importancia el cuidado que se tiene que tener con el verbo. Nos dice Santiago el Mayor en su Epístola Universal, que la lengua es como un pequeño fuego, pero capaz de crear los más grandes incendios, nos invita a reflexionar que de una fuente de agua cristalina (el verbo bien usado), no puede salir al mismo tiempo agua con veneno (el verbo mal utilizado). ¿Por qué la Flauta Mágica le da tanta importancia a la palabra?, ¿qué tiene que ver esto con la iniciación?, la realidad es que el verbo es sagrado; decimos en el Padre Nuestro: “Santificado sea tu nombre”, o sea el verbo divinal, la palabra creadora; esto implica darse cuenta que la divinidad creó todo lo existente a través del verbo, por lo tanto, es divino. La filosofía griega asocia el nombre de Logos a la divinidad y literalmente quiere decir: palabra, verbo. El poder es el atributo del Espíritu Santo, el amor del Cristo y la verdad es el atributo del Padre interior, por lo que cada vez que mentimos, se establece como un corto circuito con eso que no tiene nombre. Es importante aprender a hablar cuando la esencia habla, y callar cuando la esencia calla. «Debemos cultivar la sinceridad, porque en la sustancia de la sinceridad germinan las flores más bellas del espíritu.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea) Las tres damas le indican a Papageno que el candado es una advertencia, entonces todos comentan: «Si a todos los mentirosos les pusieran un candado como éste en la boca: en vez de odio y calumnia, lo que habría sería amor y fraternidad». Son innumerables las escenas fatídicas a que nos lleva el mal uso de la palabra. Sócrates comenta que cuando uno hace mal uso del verbo, no sólo se daña el cuerpo, sino también el alma. La palabra tiene una gran responsabilidad, debemos ser muy cuidadosos con lo que decimos y cómo lo decimos. «A veces hablar es un delito, y otras callar también lo es. Es tan malo hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar. Hay que aprender a manejar el verbo, y saber calcular con exactitud el resultado de nuestras palabras. Una misma palabra puede servir de bendición para una persona y de insulto para otra. Por ello es que antes de hablar una palabra debemos calcular muy bien su resultado. Los señores del Karma, juzgan las cosas por sus hechos, sin tener en cuenta las buenas intenciones.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea) El amor y la fraternidad reinarían en nuestros hogares, y como secuencia lógica, en la sociedad, si uno aprendiera a usar el verbo como es debido. Pero un problema muy grave son las emociones negativas, pues nos vuelven mentirosos. Aunque es tremendamente difícil, en lugar de caer en la mentira o en la injuria, cuando alguien nos daña, deberíamos hacer todo lo contrario, hablar en bien de quien nos causó el daño. El maestro Samael nos indica, que hay que tratar de expresarse lo mejor posible de quien nos cause una emoción negativa, y así ésta no nos dañará en nuestro interior. «Cuando ustedes sean asaltados por una emoción negativa, exprésense de ella lo mejor posible. Si una emoción negativa ha llegado, una emoción negativa de envidia nos está carcomiendo hasta la médula debemos expresarnos de ella en forma armoniosa, no en favor de la envidia, sino del bien ajeno. Si una emoción de ira nos está sacudiendo en un instante dado, hablemos con una dulzura extraordinaria y, en vez de sentirnos molestos por aquello que nos ha herido, hablemos bien de aquel que nos ha ofendido. Así no seremos heridos internamente. No es cosa fácil expresarse bien cuando se tiene una emoción negativa, pero así debe ser. Si tenemos una emoción de enojo, porque alguien nos ha molestado, hablemos con amor y en bien de aquel que nos ha molestado.» (Samael Aun Weor, Conferencia sobre Alcione) La Flauta de Oro y el Carillón de Plata Las tres damas le entregan una flauta de oro al príncipe Tamino, de tal poder que puede transformar las pasiones de los seres humanos, alegrar al triste, enamorar al soltero. A Papageno le dan un carillón de plata. Tales instrumentos son para protegerse de cualquier peligro. «PRIMERA DAMA (le da a Tamino una flauta de oro): ¡Oh Príncipe, acepta este regalo! Te lo envía nuestra princesa. Esta flauta mágica te protegerá y sostendrá en las mayores desgracias. LAS TRES DAMAS: Te permitirá obrar con omnipotencia, transformar las pasiones de los hombres: el triste se pondrá alegre, el solterón se enamorará. TODOS: Oh, una flauta como ésta vale más que todo el oro y todas las coronas, pues con ella se incrementa la dicha y felicidad de los hombres». Dos elementos fundamentales en la alquimia: el oro, símbolo de las fuerzas eléctricas magnéticas masculinas, y la plata de las femeninas. La iniciación no es nada fácil. Se requiere de reunir muchas virtudes y acabar con muchos defectos. El camino no es para todos, afirma el dicho que por todos los caminos se llega a Roma, pero no se aplica en este caso, mejor debemos reflexionar en que el maestro Buda, en el libro del Dhammapada nos dice. «De entre los hombres pocos son los que alcanzan la otra orilla. Los demás andan en esta orilla, corriendo de un lado para otro», al respecto el maestro Jesús comenta: «De mil que me buscan uno me encuentra, de mil que me encuentran uno me sigue, de mil que me siguen, uno es mío» y Krishna en el Bhagavad Gita dice: «Entre miles de hombres tal vez uno intenta llegar a la perfección; entre los que intentan, posiblemente, uno logra la perfección, y entre los perfectos, quizás uno me conoce perfectamente», es muy claro que el camino es sólo para unos cuantos. Nos señala con precisión, del trabajo con la plata y el oro: cuando un matrimonio sabe aprovechar las fuerzas magnéticas que lleva en su interior y que le rodean, pero no las desperdician, tienen el poder de protegerse de cualquier peligro y de transformar las emociones bajas en energías trascendentales. El oro es el Sol, el padre, la plata es la luna, la madre. Tal como dijera una oración antiquísima atribuida al sabio Salomón, denominada el exorcismo del agua: “Sol ejus pater est, luna mater, et ventus hanc gestavit in utero suo” (El sol es su padre, la luna su madre y el viento la gestó en su vientre). Nos habla de la necesidad de trabajar con la alquimia del amor. De aprender a utilizar la flauta de oro o fuerzas magnéticas masculinas y las campanillas de plata o fuerzas magnéticas femeninas. Así, cualquier obra que emprendamos podrá ser factible. Por otro lado, la Flauta de oro también simboliza la misma gnosis, el conocimiento del Ser, la filosofía eterna y universal, un funcionalismo natural de la conciencia; la verdad, atributo del Padre interno, representado por el oro, el fuego y el Sol. Las campanillas de plata nos hablan de la comprensión creadora, facultad que nos permite entender los grandes misterios, eliminar los defectos, entender a los demás. Comprensión es amor, atributo de la Madre divina, simbolizada por la plata, el agua y la luna. Los Tres Geniecillos Es obvio que necesitamos de una guía que nos pueda conducir en el intrincado laberinto de teorías, afortunadamente existe, pero por estos días está abandonado. Nos referimos a la voz de la conciencia, al llamado del íntimo, representados por tres genios elementales de la naturaleza, quienes están llamados a guiar al príncipe Tamino y a Papageno. Las Tres Damas: «Tres muchachos, jóvenes, bellos, nobles y sabios, os acompañarán en vuestro viaje; serán vuestros guías, seguid únicamente sus consejos.» A quien aprenda a seguir el llamado del corazón nunca la hará falta nada. Ésa es la voz del silencio a la que hay que seguir, escuchar sus consejos, así no nos extraviaremos. «La Doctrina del Ojo robustece la mente, por ello la mente materia es la morada del deseo: ella piensa, raciocina, analiza, saca conclusiones y conduce a la acción errada; todo lo quiere resolver por sí misma, sin tener en cuenta para nada la Voz del Maestro Interno. El Maestro Interno no analiza, ni razona, ni discurre, sino que su voz es la Voz de la Intuición. La Doctrina del Corazón abre las puertas de la sala de la Sabiduría.» (Samael Aun Weor. Curso Zodiacal) Capítulo 2. El Amor y el Deseo Primer Acto. Escena 2 E n estos días en que ya no somos capaces de distinguir el bien y el mal, es muy fácil confundir el elixir divino del amor con el veneno del deseo; cuando supuestamente estamos enamorados juraríamos con lágrimas de sangre que amamos, pero pasan unos cuantos años o hasta sólo algunos meses y los juramentos de amor son olvidados, para que en su lugar aparezca el adulterio, el engaño y la desilusión. Todo aspirante a la verdad, debe aprender a distinguir entre estos polos opuestos, y para ello debemos destruir de nuestra mente y corazón muchos “supuestos mentales” que la sociedad nos va imponiendo a través de la falsa educación y la mala utilización de los medios de comunicación. «Aun cuando parezca exagerado afirmar que de un millón de parejas que se crean enamoradas, tan sólo puede haber una sola realmente enamorada, eso es así. Es raro hallar en la vida una pareja realmente enamorada. Existen millones de parejas apasionadas, pero enamoradas es muy difícil encontrarlas.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Divorcio y Tantrismo) En una habitación con jeroglíficos del palacio de Sarastro (el sacerdote solar), entra en escena Monostatos, un sirviente del templo del sol; pero lamentablemente contrario a todo lo que representa estos santuarios de luz. Es lascivo y sólo busca aprovecharse de Pamina, la hija de la Reina de la Noche, quien se encuentra en estos dominios de Sarastro, con el único fin de sacarla del camino equivocado. Quiere aprovecharse de la situación y pretende abusar de Pamina; es pues la representación de la pasión animal y bestial, que se enciende en nuestros corazones y que ciega nuestra mente, incapacitándonos a hacer lo correcto y llevándonos a cometer toda clase de barbaridades que más tarde nos conducen al sufrimiento. Es la representación también del común de los seres humanos que actualmente vivimos en el mundo, muy diferentes al príncipe Tamino que es la encarnación del aspirante a la luz, que encamina toda su voluntad y fe para seguir la senda de la rectitud, Monostatos ni siquiera es como el pajarero Papageno, que es la representación del ser humano que no busca el camino, pero no comete delito alguno en contra de los demás. Krishna en el Bhagavad Gita nos habla de tres aspectos o cualidades llamados gunas, y asombrosamente encontramos una relación estrecha en los tres personajes de la Flauta Mágica. La armonía o guna Satwa la relacionaríamos con Tamino, la emoción y pasión de la guna Rayas con Monostatos, y la pereza e indiferencia de la guna Tamas con Papageno. «Cuando el conocimiento brilla a través de los sentidos se debe considerar que predomina Sattwa. Cuando prevalecen la codicia, la actividad, el concepto de nuevas empresas, la intranquilidad, y el deseo, entonces ¡Oh Bharata!, predomina el Rayas. Y cuando predomina el Tamas, ¡Oh Kounteya!, prevalece la oscuridad mental, la inercia, la inadvertencia y la alucinación.» (Bhagavad Gita) Monostatos es la representación de nosotros, los que nos dejamos llevar por el odio, el rencor, la lascivia, somos la inmensa mayoría de seres humanos que actualmente poblamos la Tierra. Pero el que sea un sirviente del templo del Sol, es el símbolo del falso aspirante que –por ejemplo- abandona a su pareja, dizque porque no es afín a sus altos estudios esotéricos, o del viejo zorro aprovechado que seduce a una ingenua joven, con el propósito de ayudarla a que avance en su camino “espiritual”; somos todos aquellos que nos dejamos llevar por la pasión animal. Pamina se desmaya, y Monostatos ordena que se vayan todos, que la dejen solo con ella. Monostatos y Papageno En ese momento aparece Papageno y se asoma por la ventana. Monostatos tiene la piel de color negro, cosa que Papageno, en su ignorancia y retiro en el bosque nunca ha visto, mientras que Papageno como está cubierto todo de plumas se ve realmente muy extraño, cosa que a Monostatos le parece una verdadera aparición fantasmal. Los dos creen que el otro es el mismo demonio, se piden piedad y tratan de asustarse. Los dos al mismo tiempo dicen: «¡Uh! ¡Seguro que es el diablo! ¡Ten compasión! ¡Perdóname la vida! ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!» Es muy común que personas que encajamos en Monostatos (la gente iracunda, lujuriosa) o en Papageno (la gente sin aspiraciones espirituales), juzguemos a los demás por la apariencia, sin sentido. Reflejando en el prójimo lo mismo que nosotros manifestamos. «Sencillamente hemos proyectado, sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos. Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y a nadie le gusta verse así, dijéramos, tan escarnecido. La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha convertido en el espejo donde nosotros nos vemos a sí mismos, tal cual somos.» (Samael Aun Weor. Porqué Juzgamos a los demás) Se necesita de eliminar en nosotros esa pésima tendencia de juzgar a los demás, nunca lograremos un significativo avance en el auto descubrimiento, mientras estemos acostumbrados a ver en nuestros semejantes la maldad que realmente llevamos dentro. Se aleja Monostatos y Papageno se queda con Pamina. Papageno se asegura que esa bella mujer sea Pamina, y la compara con un retrato, intercambian algunas palabras para asegurarse de quienes son; le hace ver que, por orden de su madre la Reina de la Noche, un príncipe la rescatará y aún más que se ha enamorado perdidamente de ella, con solo ver su retrato. Pamina se emociona profundamente, pues siempre ha intuido que el amor es lo más exaltado que existe en todo el mundo. Papageno no tiene una Papagena La princesa Pamina le pregunta al pajarero Papageno, si tiene alguna mujer que lo espere en su hogar y desesperado contesta que no tiene una amiga, menos una mujer, que está tan desesperado que se arrancaría las plumas. Éste es el mismo estado en que se encuentra un gran número de estudiantes que anhelan avanzar en los estudios al auto descubrimiento. Lamentablemente uno suele buscar en lugares equivocados. Es absurdo andar buscando pareja colocando anuncios en revistas, redes sociales, como si fuéramos una mercancía a la venta; hay que saber esperar, bien dice el axioma: “Matrimonio y mortaja del cielo baja”. «Ahora están de moda las revistas con anuncios amorosos. Son chistosísimos dichos anuncios. "Mujer blanca, tanta estatura, tanto de capital, ojos de tal o cual color, peso tanto, religión tal, etc., desea casarse con un caballero que tenga tantos años, tanto de capital, tal color, tal estatura, etc., etc., etc. "Caballero de tal culto, tal edad, tal color, etc., desea contraer matrimonio con una mujer que mida tal estatura, que tenga tal color, tal capital, etc. Todo esto es realmente chistoso y horrible. Todo esto es prostitución con el visto bueno, de las autoridades y de la sociedad. El resultado de todo esto es dolor, matrimonios absurdos, prostitución y divorcio.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Divorcio y Tantrismo) También dice el dicho popular “A Dios rogando y con el mazo dando”, por lo que hay que tener paciencia y trabajar sobre sí mismo y ayudando a los demás para que por ley aparezca la pareja. Existe una ley cósmica que dice: “El nivel del Ser atrae al nivel del Ser”, si somos unos diablos, no podríamos esperar un ángel bajado del cielo; para una diabla habrá un diablo, y para un diablo, lo único que queda es una diabla. Por lo que, si un soltero aspira a alguien con más espiritualidad, pues debe uno primero lograr en su interior esa espiritualidad. Lo demás lo hará la citada ley cósmica. Bien claro deja la Flauta Mágica en la voz de Pamina: «¡Paciencia, amigo! ¡También de ti se cuidará el cielo!», afirmando contundentemente que es la ley divina quien tiene reservado alguien para cada quién, que no debe uno desesperarse, que lo que tiene que hacer es ponerse a trabajar intensamente, porque si por la ley de causa y efecto (Karma) de vidas pasadas, no nos ha llegado la pareja, pues no es desesperándonos como lograremos que venga, sino poniendo peso en el platillo de la balanza cósmica, haciendo buenas obras por montones, ayudando a los demás, siendo servicial, caritativo, tratando de ver el dolor ajeno y buscando remediarlo, es como lograremos que la balanza se incline a nuestro favor. El Amor, puerta a la divinidad Entonan Pamina y Papageno un emotivo y sensible canto a lo inefable y extraordinario que es la fuerza maravillosa del amor, y de lo que puede lograrse si logramos que se manifieste en nuestros corazones, abriéndose las puertas mismas de lo divino. «A los hombres que sienten el amor nunca les falta un buen corazón. Compartir los dulces impulsos es el primer deber de las mujeres. Alegrémonos del amor, únicamente por él vivimos. El amor endulza todas las penas; todas las criaturas lo alaban. Él da sabor a nuestros días, actúa en el ciclo de la Naturaleza. Su excelsa finalidad es bien clara, no hay nada más noble que una mujer y un hombre. El hombre y la mujer, la mujer y el hombre alcanzan la esfera de la divinidad.» Empiezan aclarando que para que pueda florecer en nosotros esa efusión o emanación de la conciencia llamada amor, debemos ante todo tener un buen corazón, tradúzcase esto como estar ajeno a las emociones negativas como la ira, celos, intolerancia y orgullo. Mientras existan esos defectos psicológicos manifestándose existirá de todo en nosotros, como apasionamientos, apegos o dependencia psicológica, pero no amor. «Escrito está que si todos los seres humanos sin diferencia de raza, sexo, casta o color, abandonaran siquiera por un minuto sus resentimientos, sus venganzas, sus guerras, sus odios, y se amaran entrañablemente, hasta el veneno de las víboras desaparecería. Y es que el amor es una fuerza cósmica, una fuerza que surge del vórtice de todo núcleo atómico, una fuerza que surge del vórtice de cualquier sistema solar, una fuerza que surge del centro de cualquier galaxia, una fuerza extraordinaria que debidamente utilizada puede realizar prodigios y maravillas como aquellos que realizara el divino rabí de Galilea a su paso por la tierra; Así es el amor.» (Samael Aun Weor. El Amor) El trabajo que hay que realizar para conquistarlo, está en comprender a fondo esos elementos indeseables para poderlos destruir, sólo así se llega a tener un buen corazón. Se destaca después al amor como un atributo femenino y eso es indudable, pues el amor es una dádiva de la Madre Divina, que tiene su exponente en toda mujer. Por ello lo pone como el primer deber, pues es la fuerza que todo lo puede transformar. «Dios tiene dos aspectos: Sabiduría y Amor. Dios como Sabiduría es Padre. Dios como Amor es Madre». (Samael Aun Weor. Libro Amarillo) La mujer es la viva representación de la madre cósmica. Las fuerzas divinas del Eterno Femenino, pueden expresarse en toda mujer que así trabaje en sí misma para que fluya esta energía divinal, que trae aparejado virtudes como la comprensión, la dulzura, la ternura y el amor. El amor es una fuerza que emana de los mundos superiores, y para que se pueda manifestar en uno, debe estar preparado. Hay que convertirse en un vehículo perfecto para que las fuerzas maravillosas del amor puedan penetrar en uno, eso solo lo logramos destruyendo las cárceles del amor, que son el odio, los deseos de venganza, la ira, los resentimientos, etc. «El amor comienza por un destello de simpatía, se substancializa con la fuerza del cariño y se sintetiza en adoración» (Samael Aun Weor) Cada defecto encarcela una parte de la fuerza maravillosa del amor, destruyendo aquel, se manifiesta entonces el amor de manera espontánea y natural. El amor transforma la manera de ver el mundo; lo que parece imposible se hace posible si uno aprendiera a amar. «Si todos los seres humanos viviéramos enamorados, hasta el mismo veneno de las víboras desparecería» (Samael Aun Weor) No hay nada que pueda oponerse ante la majestad del amor. La clave suprema de todo poder mágico se encuentra en un matrimonio que se saben amar. En aprender a combinar las fuerzas magnéticas masculinas, con las fuerzas magnéticas femeninas, ahí es donde se forma la cruz, y de ella surge todo lo que es, ha sido y será. «El amor, único camino de salvación». (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto) La puerta que nos puede permitir ingresar a la esfera de lo divinal, se encuentra en el amor que pueden desarrollar un hombre y una mujer. No existe cosa más grande en el mundo que el amor verdadero. «El Matrimonio Perfecto es la unión de dos seres: uno que ama más, y otro que ama mejor. El Amor es la mejor religión asequible al género humano». (Samael Aun Weor) Capítulo 3. Los Tres Templos Primer Acto. Escena 3 E n un agradable bosque se encuentran tres templos: el de la derecha es el de la razón, a la izquierda se encuentra el de la naturaleza, y en el centro está el de la sabiduría. Los tres geniecillos conducen al príncipe Tamino resueltamente hacia los templos. Los geniecillos le dicen al príncipe: «Este camino te conduce a la meta, pero tú, joven, has de vencer como un adulto. Por ello, escucha nuestra enseñanza: ¡sé firme, paciente y callado!». Las tres virtudes y la madurez espiritual Se nos habla de desarrollar madurez en la enseñanza, por eso los geniecillos que representan la conciencia despierta (aproximadamente sólo un 3%), nos indican el camino a seguir. Normalmente a pesar de tener un 3% de conciencia libre, resulta que no la usamos; para que se ponga en actividad esa conciencia libre, es necesario que uno se coloque en un estado denominado: Recuerdo de Sí, que consiste en vivir de momento en momento, atento a los pensamientos y sentimientos, presente en lo que uno hace y en el lugar en que se encuentra. Si uno trata de vivir en un estado de alerta novedad, alerta percepción, es entonces que el llamado de la conciencia (los geniecillos) lograrán indicarnos el sendero a seguir, en este mar de problemas que es la vida. Nos dice Pablo de Tarso, que por el tiempo que ha pasado, ya deberíamos tener la capacidad de vianda firme, pero que lamentablemente todavía (espiritualmente hablando), sólo podemos alimentarnos de leche. A eso se refiere el que actuemos como adultos, que actuemos con más madurez en el campo espiritual. Es bastante triste que el aspirante a la luz, teniendo en sus manos el tesoro precioso de la gnosis, ande coqueteando con otras enseñanzas, eso demuestra una falta de madurez espiritual, por lo que el llamado de la conciencia es que dejemos de ser tan superficiales, que dejemos de ser de leche y tengamos la capacidad de comer la vianda firme que es la gnosis. Desarrollándose toda la temática bajo el número tres, ya que tenemos tres templos, tres geniecillos, nos destaca tres virtudes con las cuales tenemos que empezar a trabajar, la primera de ellas es que seamos firmes en la enseñanza, que no desfallezcamos ante las circunstancias de la vida. Muchos ingresamos a estos estudios, pero raros son los que permanecen firmes, apenas llega un viento en contra y desaparecemos. Para lograr esa firmeza en el camino, es fundamental vivir la enseñanza, no sólo teorizarla, encarnar en la vida los conocimientos, trabajar en las ideas prácticas de la gnosis, cada momento es hijo de la gnosis, cada instante es preciso vivirlo con intensidad y luz. La segunda de las virtudes a trabajar es la paciencia, las cosas no se dan de un día para otro, ni salen con una varita mágica. Es lamentable el estado psicológico en el que actualmente nos encontramos, durante décadas hemos llevado una vida llena de vicios y degeneración, pero queremos que las cosas se solucionen en un instante. La naturaleza no da saltos, si uno quiere los frutos de un árbol, primero habrá de preparar la tierra, sembrar la semilla, regar, cuidar la planta durante muchos años, tener obviamente mucha paciencia, sólo así es que logrará uno tener frutos. En el camino para encarnar al espíritu, se requiere de trabajar sobre sí mismos, desintegrando miles de defectos que hemos creado a través del tiempo, pero este trabajo es de años enteros de dedicación, de voluntad, de auto descubrimiento, de comprensión. La tercera de las virtudes es ser callado. Son muchos los factores que nos motivan a decir lo que no debemos decir. Algunos estudiantes de gnosis no comprendemos aquello de recibir enseñanzas de labios a oídos. Tenemos apenas una experiencia en el mundo astral en forma consciente y parece que nos vamos a las plazas a querer pregonarlo a los cuatro vientos. El orgullo y la vanidad, nos llevan a querer comentarlo a todo cuanto esté dispuesto a escucharnos. Claro, eso trae consecuencias fatales para nuestro desarrollo interno. Esas primeras experiencias que el estudiante llega a tener, son un regalo de los mundos superiores, probablemente ni siquiera lo merecemos, se nos ha dado para recibir un impulso, para motivarnos, y nosotros como si se tratara de vender verduras en el mercado, lo pregonamos sintiéndonos muy importantes, el resultado de tal actitud es la pérdida de esas experiencias. El príncipe Tamino les pregunta a los geniecillos si podrá salvar a Pamina; a lo cual le responden que a ellos no les corresponde revelárselo, e insisten en que sea firme, paciente y callado y que actúe como un adulto. Ser firmes, pacientes y callados, son el comienzo del trabajo; nos muestra los defectos con los que hay que trabajar, para lograr ser firmes habrá que desintegrar la pereza, la negligencia; para ser pacientes habrá que eliminar la impaciencia; para ser callados deberemos desintegrar de nuestra naturaleza el orgullo y la vanidad. Tamino ya sólo queda reflexionando en la enseñanza recibida y comenta: «Que la lección de sabiduría de estos muchachos quede grabada eternamente en mi corazón», invitándonos a que las enseñanzas recibidas, no las dejemos solo en la memoria, sino que las llevemos a la conciencia. Para lograr esto es indispensable que tratemos de recibir las enseñanzas en forma consciente, plena, natural, espontánea, sin que la mente traduzca y compare. Es indispensable sentir cariño por la enseñanza gnóstica. Tales enseñanzas hay que meditarlas con el cuerpo relajado y mente en silencio. Si así lo hacemos, gradualmente estas enseñanzas irán a parar a nuestra conciencia y estarán, cómo dice Tamino, eternamente en nuestro corazón, manifestándose en el momento oportuno, siendo parte de nuestra forma de ser, pensar y sentir. Las Tres Sendas El príncipe Tamino empieza a observar detenidamente los tres templos, y queda asombrado por la belleza de las columnas y puertas, notándose sabiduría, arte y trabajo, cree que está en la mansión de los dioses. Atinadamente llega a la conclusión de que cuando hay actividad se aleja la ociosidad y es difícil que entre el vicio. Dirigiéndose al Templo de la Razón, que se encuentra a la derecha, dice: «Con coraje osaré dirigirme a la puerta, mi intención es noble, pura y limpia. ¡Tiembla, cobarde malvado! ¡Mi deber es salvar a Pamina!», pero una voz lo detiene, diciendo: “Atrás”. Y es que la razón, aparentemente una senda muy noble, no es el camino. La razón es útil para lo que fue creada, pero no es útil para cumplir la misión a que hemos venido al mundo, la razón nos ayuda a hacer cuentas, a memorizar alguna cosa importante, pero no puede transformarnos, ni tiene la capacidad de eliminar nuestros errores. Sólo basta ver que nuestro mundo está lleno de intelectuales y no por ello se disminuyen los problemas tan graves que nos aquejan. Es por ello que nos dice la voz solemne, que demos marcha atrás, que dejemos de creer que almacenando miles de libros en la cabeza lograremos hacer un cambio espiritual. El estudio no es malo, lo que es absurdo es llenarse la cabeza de teorías sin sentido y sentirse orgulloso de ello, aunque ni en lo más remoto logremos la felicidad. Es entonces que Tamino se dirige a la puerta de la izquierda, al Templo de la Naturaleza, y nuevamente una voz le dice: “Atrás”. Asombra que la voz solemne diga que el sendero de la naturaleza tampoco es el correcto. Claro, aquí no se refiere a la madre naturaleza llena de magia y encantos, más bien se refiere a la mecánica de la naturaleza, cuyos ejes en los cuales se desenvuelve son las leyes de la involución y evolución. Uno piensa que con el tiempo va a lograr la perfección, que vida tras vida irá siendo cada vez menos imperfecto, y logrará ser un ángel; eso es absurdo, si así fuera, seríamos mejor que la gente del pasado. Los hechos demuestran otra cosa: en cada generación somos peor. Cada vez hay menos respeto, veneración, sinceridad, comprensión, etc.; las guerras son cada vez más espantosas, hay cada vez más hambre y desolación. Las dos sendas, la de la derecha indicando el materialismo, el escepticismo, y la de la izquierda mostrándonos el fanatismo, no son el camino correcto, nos llevarán a un laberinto y terminaremos en un desierto. Es entonces que Tamino se dirige hacia el camino del centro, al Templo de la Sabiduría. Clara alusión a la gnosis, pues es el sendero del equilibrio, como dicen los chinos, el Tao, exactamente lo llaman así: el camino del centro. Es entonces que sale un sacerdote y muy al estilo egipcio, cuando el candidato se presentaba a las puertas de los templos de misterios, le hace la pregunta de rigor: «¿Adónde quieres ir, joven audaz? ¿Qué buscas en este santuario?», a lo que el príncipe contesta correctamente: «El reino del amor y de la virtud.» Claro, una cosa es lo que decimos y pensamos, pero otra muy diferente la que sentimos en nuestro corazón. Engañado por la Reina de la Noche (por las ideas lunares de esta sociedad), Tamino estaba lleno de emociones negativas, tal como nosotros nos dejamos llevar al escuchar los chismes y “el dice que se dice”. El sacerdote del templo se da cuenta de su estado interior tan fatal y le hace ver que venganza es lo que realmente busca. Muchos de los que ingresamos a los estudios gnósticos, decimos como Tamino que buscamos el reino del amor y de la virtud, pero la cruda realidad de los hechos es que estamos llenos de resentimientos, odios, traumas psicológicos, celos, recelos, ira, y un largo etc. En estas condiciones es muy difícil que realmente nos acerquemos de verdad a la enseñanza gnóstica. El darnos cuenta del estado tan lamentablemente en que nos encontramos es tremendamente difícil, pues nos creemos muy buenos, tal dificultad por reconocernos se muestra en el dialogo del sacerdote del templo de la sabiduría con el príncipe Tamino. El sacerdote intenta que recapacite que se ha dejado llevar por la intriga, que no tiene pruebas de lo que dice. Así no se le puede dar la entrada al templo de la sabiduría, en otras palabras, mientras estemos llenos de emociones negativas no es posible acceder a los misterios de la gnosis en forma íntegra. Tamino piensa que Sarastro (el sacerdote solar), ha secuestrado a Pamina con fines de sacrificarla o cosas peores, ese tipo de pensamientos sólo surgen de una mente enajenada por dejarse creer de lo que dicta la sociedad involutiva, o los medios de comunicación corrompidos, o lo que dice una ciencia encaminada al crimen y degeneración, todos estos representados por la Reina de la Noche. El sacerdote del templo de la sabiduría se aleja. Noche Eterna… Tamino se siente tremendamente solo y dice para sí mismo: «¡Oh, noche eterna! ¿Cuándo te disiparás? ¿Cuándo encontrarán mis ojos la luz?», estado en el que el estudiante de gnosis, puede llegar en su trabajo interior, llamado “noche espiritual”. Es donde todo nos sale mal, puro materialismo y densidad. La noche es la falta de la luz de la sabiduría, muy pocos pasan con éxito este proceso, ya que es un tiempo en que no salen las cosas bien en el campo espiritual, nada de salidas astrales, nada de experiencias en la meditación, nada de corazonadas, sólo materia y más materia; la clave para salir de ella, es la meditación interior profunda, el trabajo por los demás; tal como Beethoven se sumergió en la meditación y logró componer tan inefables melodías y así logró pasar tan terribles pruebas. «Bien que has afirmado tú lo real. Exactamente, pues, quieren resultados inmediatos y las cosas no son como la mente las quiere, sino como son. Aquí no se pueden ver los resultados inmediatamente, hay que trabajar. Pero los resultados que hayan, tampoco podrían percibirse si uno no ha despertado la Conciencia. Sólo despertando la Conciencia vas conociendo los resultados. Éste es un trabajo de por vida, esto no se logra de la noche a la mañana. Hay tiempos de terrible soledad y sobre esa soledad han hablado los mejores Iniciados. La «noche espiritual» de un Beethoven, la «noche espiritual» de un Mozart, la «noche espiritual» de un Jesús de Nazaret, la «noche espiritual» de un Hermes Trismegisto: épocas en que uno se ve en la más tremenda soledad, separado de toda espiritualidad. Arriba no lo reciben, porque no lo merece; abajo tampoco lo quieren ya, porque éste se ha convertido en enemigo del “Yo” psicológico. Total, anda como un infeliz sobre el barro de la tierra. La mayor parte fracasan, en esa época de la “noche espiritual”. Los pocos que logran resistir, verdaderamente triunfan. Mas son pocos, repito, los que logran resistir esa prueba tan dura.» (Samael Aun Weor. La Sabiduría del Ser) Unas voces del cielo le contestan a Tamino diciendo: «¡Pronto, pronto, joven, o nunca!», esto resulta bastante interesante, pues depende de uno salir de la noche espiritual, podríamos durar en ella meses y aún años enteros, sólo el trabajo intensificado sobre sí mismos, es lo que haría que brotará la luz. Esas voces del cielo son la ayuda de lo divinal, que se manifiesta cuando el estudiante logra el silencio absoluto de su mente durante la meditación interior profunda. Tamino pregunta a las voces de los dioses, si Pamina está aún viva, y le contestan que sí. Eso es más que suficiente como para que se alegre el corazón del príncipe. El sonido de la flauta de oro y las campanillas de plata Deseando dar gracias a los dioses por lo reconfortado que se ha sentido por sus respuestas, desde el fondo de su corazón le nace tocar la flauta y en ese instante sucede el mismo milagro que Orfeo al tocar su arpa, los animales del bosque se acercan a escucharlo maravillados por tan deliciosas melodías. La Flauta Mágica siendo de oro, de acuerdo con la alquimia, está asociada al Sol y representa al Padre interno, la verdad, la sabiduría, la gnosis. Es indudable que la sabiduría gnóstica nos permite transformar estados groseros en sutiles, lograr que se alegren las fieras, aludiendo a transformar estados enojosos en tranquilidad, cosa que sólo logramos aplicando en el campo de los hechos, en la vida diaria las enseñanzas de la gnosis, que en esta alegoría es tocar la flauta mágica. Pero le falta algo, le falta Pamina, su complemento y la llama tocando la flauta…, esto significa muchas cosas, por un lado tenemos al soltero que busca su pareja, viviendo la gnosis (tocando la flauta) es como lograremos que aparezca; también significa al casado, que por el tiempo y la falta de comprensión se han alejado como pareja, si tocamos la flauta o trabajamos intensamente con la gnosis, claro que nos reencontraremos, nos redescubriremos, hallaremos la senda en el otro; pero aún más, Pamina es el alma divina, una parte de nuestro propio Ser, a la que debemos buscar, pues cuando la encontramos y encarnamos, logramos la felicidad. Al tocar la flauta es escuchada por el pajarero Papageno y éste contesta con su flauta de madera, los tres se alegran de escucharse, aunque todavía no se ven, lamentablemente en ese instante de alegría por sentirse cerca, aparece Monostatos y trata de encadenar a Pamina y a Papageno. Esto obviamente se traduce de la siguiente forma, la felicidad se ve obstaculizada por las pasiones bestiales (adulterio, lujuria, etc.), simbolizadas por Monostatos, que nos impiden lograrlo y tratan de encadenarnos al dolor. Pero se le ocurre al pajarero Papageno, tocar sus campanillas de plata, pues el que mucho arriesga, mucho gana. La plata es el símbolo de la Madre divina, ya que el oro es el símbolo del Padre que está en secreto; la madre divina es amor, es comprensión, es dulzura. Al sonar las campanillas Monostatos y sus esclavos se transforman totalmente, poniéndose a cantar y a bailar. Y es que la comprensión de nuestros defectos psicológicos nos permite eliminarlos y el ponernos en el lugar de los demás, comprendiéndolos, permite acabar con cualquier enemigo. La Sabiduría y el amor son las columnas torales de la Fraternidad Blanca, la sabiduría representada por el sonido de la flauta de oro, la comprensión y amor representados con el sonido de las campanillas de plata. La llegada de Sarastro Se escuchan las trompetas anunciando la llegada de Sarastro (el sacerdote solar) en un carro jalado por seis leones, en donde el león es el símbolo del fuego sagrado, simboliza también la Ley de acción y consecuencia que equilibra todo lo existente y el número seis en cábala, es la suprema negación del ego y la suprema afirmación del cristo interior. También vemos aquí el arcano siete del tarot, el carro de guerra, jalado por leones o esfinges, representación del dominio de la naturaleza que debe alcanzarse por parte de nuestro Ser. El pajarero Papageno, símbolo de los seres humanos comunes y corrientes, lleno de miedo, busca esconderse aunque no encuentra dónde, inmediatamente, lleno de emociones negativas como solemos estar todos nosotros, pregunta a Pamina que es lo que le dirán a Sarastro, pues intentaban escapar, y en forma muy solemne y acertadamente le dice Pamina: «¡La verdad, la verdad, aunque sea un crimen!», pues decir la verdad siempre nos acercará al Padre interno, aunque en el mundo falso e ilusorio parezca un crimen. Pamina se dirige a Sarastro y dice que es culpable de haber querido escapar, pero afirma que lo hizo, debido a que Monostatos quería abusar de ella. Sarastro en su sabiduría, lo comprende todo y no sólo eso, sino que sabe ya que ella ama al príncipe Tamino, pero a pesar de ello no le da su libertad, pues con su madre llena de fanatismo y superchería será un total fracaso. Pamina insiste en que quiere estar junto a su madre, que el amor filial la llama, pero Sarastro le trata de hacer ver que la Reina de la Noche una mujer muy orgullosa, que hace falta el equilibrio. En esta parte de esta maravillosa obra, se trata de que entendamos, por un lado, las luchas que pueden darse en la vida, muy difíciles de trascender, llamadas lucha de corazón contra corazón, en las que el estudiante tiene que vencer cosas aparentemente nobles, pero que en el fondo nos están llevando a la destrucción, a la enfermedad y al fracaso. Es muy difícil darse cuenta de ello, pues intervienen los sentimientos, aparentando una cosa como el amor filial, pero que en el fondo está la mentira, el orgullo, el fanatismo, la ignorancia y el error. Pero también nos habla, de cómo la mujer puede guiar al varón en lo que le corresponde (amor, ternura, la comprensión, etc.) y el varón puede guiar a la mujer en lo que le corresponde (sabiduría, severidad, etc.), el varón y la mujer se complementan, no es uno mejor que otro, ni uno puede lograr más que otro; es claro que son diferentes, pero deben de guiarse cada uno en lo que les corresponde; cuando uno lleno de orgullo subestima el polo contrario, suele desviarse por caminos equivocados. Encuentro de Pamina y Tamino En ese momento Monostatos lleva al príncipe Tamino ante Sarastro, y es cuando por primera vez se ven Pamina y Tamino, quedan extasiados viéndose uno al otro, recordándonos tal escena, el axioma trascendental del arcano cinco del tarot: “De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven y mi corazón te siente”. Ante el asombro de todos se abrazan, no importando lo que suceda. Monostatos indignado ordena se separen y arrodillándose pide a Sarastro que los castigue, en forma mustia se declara fiel y afirma que gracias a su vigilancia ha logrado que el príncipe Tamino y el pajarero no se lleven a Pamina. Sarastro se da cuenta de las intenciones de Monostatos y ordena le den 77 golpes en la planta de los pies. Las cosas tarde o temprano se aclaran, la ley del karma (acción y consecuencia) está por encima de todo, dice el evangelio gnóstico de Felipe «Reconoce lo que tienes ante tu vista y se te manifestará lo que te está oculto, pues nada hay escondido que no llegue a ser manifiesto», no hay nada que quede oculto, todo aflorará en su momento, en vano podremos mentir, calumniar, ocultar, todo se hace manifiesto por la ley. Sarastro en este momento representa la ley divina, llamado en sánscrito “Karma”, quien ajusta todo y permite que haya equilibrio. Respecto a los golpes en la planta de los pies, resulta muy significativo, pues precisamente en las líneas de las plantas de los pies se encuentra escrito el karma, respecto al número encontramos uno muy similar en el Pistis Sophia (libro donde el maestro Jesús deja sus enseñanzas a los apóstoles 11 años después de su resurrección), en donde nos dice: «Por tal razón, cuando me habéis preguntado antes: Si nuestro hermano pecara contra nosotros, ¿desearías que lo perdonásemos hasta siete veces? -Yo contesté y os dije igualmente: No sólo siete veces, sino setenta veces siete. Así pues, perdonadle muchas veces y dadle cada vez los misterios que están en el primer espacio que está en el exterior. Tal vez ganéis el alma de ese hermano y herede el Reino de la Luz.» Clara alusión a la misericordia que acompaña a la ley, pero debemos comprender que a la par de la misericordia está la justicia, por lo que cuando se viola tal ley, vienen las consecuencias. También encontramos en estos golpes, dividiendo cabalísticamente el 77, nos da 7 y 7, clara alusión de los 7 niveles: físico, vital, astral, mental, causal, conciencia, ser; que multiplicados por siete, son los 49 niveles del subconsciente, que es necesario golpear, abrir, descubrir, estudiar, pues son la guarida del ego. El inicio de las pruebas Sarastro ordena que sean llevados al príncipe Tamino y al pajarero Papageno al templo de las pruebas, y les cubren sus cabezas con sacos, indicando la ignorancia en que vivimos antes de la iniciación. Debemos ser purificados a través de las pruebas, para ser dignos de los misterios sagrados. Dos sacerdotes cubren las cabezas de Tamino y Papageno, y un coro canta: «Cuando la virtud y la justicia glorifican el camino de los grandes entonces la Tierra es un reino celestial y los mortales son semejantes a los dioses.» Indicando que la perfección del ser humano a través de la desintegración de nuestros defectos psicológicos, logra que en la Tierra se viva como en los mundos superiores; pues los cielos, no son más que estados de conciencia, si uno cambia verdaderamente en su interior, se acerca a lo divinal y se hace uno con eso que no tiene nombre, ni orillas jamás. Capítulo 4. Osiris e Isis Segundo Acto. Escena 1 E nmarcado por un bosque de palmeras, Sarastro junto a los sacerdotes consagrados a Osiris e Isis, entran en solemne procesión al interior del templo. Osiris es el Padre que está en secreto e Isis es nuestra Madre Divina interior. Ser sacerdote de Osiris e Isis significa estar consagrados por completo a nuestros padres internos, reflejando en nuestros actos la sabiduría y el amor. El Padre Nuestro dejado por el maestro Jesús, nos invita a saber de estas partes divinales que están siempre al pendiente de nosotros, cuando dice: “Padre nuestro que estás en los cielos”, esos cielos son las dimensiones superiores de la naturaleza, al decir: “nuestro”, es incuestionable que se refiere a que cada uno de nosotros tiene el suyo propio. Osiris es el mismo Padre que está en Secreto, de él se desdobla su parte femenina, nuestra divina madre Isis. Debe uno aprender a venerar y respetar estos principios divinales, pues están dentro de nosotros y con el único objetivo de conducirnos sabiamente de las tinieblas a la luz. «151- Es indispensable que nuestros discípulos cultiven la bella cualidad de la veneración. 152- Debemos venerar profundamente todas las cosas sagradas y divinas. 153- Debemos venerar profundamente todas las obras del Creador. 154- Debemos venerar profundamente a los Venerables Maestros de la Fraternidad Universal Blanca. 155- El respeto y la veneración, nos abren completamente las puertas de los mundos superiores.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea) El Triunfo del Ser Las palmeras que rodean esta escena, son el símbolo de la victoria que el Ser debe tener sobre el ego y nuestras pasiones, el triunfo que debemos conseguir para que el Ser domine la materia. Nuevamente se escuchan los nueve sagrados sonidos, repartidos en tres veces tres, invitándonos a ahondar en los misterios de la iniciación; terminados estos, Sarastro les dice a los iniciados: «¡Oh vosotros, servidores iniciados de los dioses Osiris e Isis! Con pureza de alma os digo que nuestra reunión es una de las más importantes de nuestra época: Tamino, hijo de rey, está en la puerta norte del templo, quiere arrancarse su velo nocturno y entrar en el santuario de la luz. Hoy nuestro deber es velar por ese virtuoso y ofrecerle amistosamente la mano.» Tamino debe ser el prototipo de toda esencia (sea varón o mujer) que anhela con todas las fuerzas de su alma, rasgar el velo nocturno de la ignorancia, el fanatismo y el error que nos mantienen en el dolor. A quien así se decide, es indudable que la Logia Blanca o grupo de maestros que velan el mundo, y la Ley divina, representada por Sarastro, cuidan y protegen, así a todo aspirante a la luz. Los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia Sería imposible la auto realización íntima del Ser sin la intervención de los tres factores de la revolución de la conciencia, bellamente descritos en el dialogo de Sarastro con los sacerdotes de Isis y Osiris, para ver si es digno de los misterios el príncipe Tamino. Entonces el primer sacerdote le pregunta a Sarastro, si Tamino es virtuoso, aludiendo claramente al trabajo con el factor de la revolución de la conciencia llamado: El Morir, tratándose de la labor en la muerte de nuestros errores psicológicos; defecto eliminado, virtud emancipada. Por ello, la pregunta del primer sacerdote, indicando que es imposible iniciarse si no se trabaja con la muerte del ego, si no se es virtuoso. El segundo sacerdote pregunta si es discreto, mostrándonos la importancia de la palabra, de cuidarnos de la expresión del ego animal que nos lleva siempre a tantos problemas. El tercer sacerdote pregunta si practica las buenas obras, aquí se nos habla del factor: Sacrificio por la humanidad, de ayudar a nuestros semejantes llevándoles la luz de la gnosis para sanar su adolorido corazón, que la humanidad conozca las enseñanzas para que tenga herramientas para dejar de sufrir. Todos dan su consentimiento para que sea probado Tamino en el templo. Sarastro entonces dice: «Pamina, muchacha dulce y virtuosa, ha sido destinada por los dioses a ese joven. Tal es la razón por la que se la quité a su madre.», aludiendo a la importancia del matrimonio, de la transmutación de las energías creadoras en pareja, canalizando las fuerzas magnéticas masculinas y femeninas buscando el matrimonio perfecto, trabajo que nos llevaría a la creación de los cuerpos existenciales superiores del Ser, la casa de nuestro Padre interno, para que pueda manifestarse libremente en el mundo. Este factor es llamado: Nacer. El que diga Sarastro que Pamina ha sido designada por los dioses al príncipe Tamino nos confirma que cada ser humano tiene destinada su pareja, que es necesario que se tenga paciencia, que todo llega de acuerdo con nuestro trabajo; que la impaciencia y la lujuria siempre nos llevarán por caminos equivocados. Los engaños de la sociedad En estos momentos en que vivimos, la sociedad ha decaído, involucionado espantosamente, los valores espirituales se han perdido; lo blanco se ha vuelto negro y lo negro se ha vuelto blanco. Por ejemplo: ser fiel a la pareja en estos tiempos, está como pasado de moda, lo peor de todo, es que pensamos que vamos muy bien, a pesar de tantos sufrimientos y dolor. La Reina de la Noche es la representación de todos esos errores en los que vivimos engañados, por ello Sarastro dice a los sacerdotes: «Esa mujer se figura ser muy grande, abriga la esperanza de trastornar al pueblo con engaños y supersticiones y de destruir el sólido edificio de nuestro templo. ¡Pero no lo conseguirá! Tamino lo consolidará, con nosotros.» Por ello es importante auto descubrirnos, conocer nuestros pensamientos y sentimientos; darnos cuenta por sí mismos de todo lo equivocados que podemos estar, sólo auto conociéndonos podremos saber lo falso que hay en cada uno de nosotros. Esto requiere de vigilancia extrema en cada momento de nuestra vida. Las pruebas de la vida Las pruebas a las que se enfrentará Tamino en el templo, son realmente las que se llevan a cabo a lo largo de nuestra vida, raro es aquél que las pasa, normalmente fracasamos y por ello pregunta el primer sacerdote: «Gran Sarastro, ¿soportará Tamino las duras pruebas que le aguardan? No lo olvides: es un príncipe.» Y Sarastro le contesta: «¡Más todavía! ¡Es un hombre!», indicando que realmente todos, no importando el nivel social, económico y moral, todos tenemos la posibilidad de iniciarnos. El segundo y tercer sacerdote dicen a Sarastro: «Reconocemos y veneramos tu sabiduría», pues la ley divina (Sarastro) está por encima de todas las cosas. Las pruebas se colocan cuando estamos ya preparados, no antes. Si no las pasamos es por cobardía, no se colocan si antes la ley divina (Sarastro) no las autoriza, leemos en 1 Corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. Ahora entenderemos por qué Sarastro ordena: «Que lleven a Tamino y a su compañero al atrio del templo.», porque todo lo que nos pasa en la vida es realmente porque ya tenemos la posibilidad de trascenderlo. El Gurú o guía espiritual Un Sacerdote se arrodilla ante Sarastro y éste le ordena: «Y tú, cumple tu sagrado ministerio: ¡enséñale a reconocer el poder de los dioses!». Cuando alguien ya está maduro para estas enseñanzas, entonces es que llegan a nosotros, dice el alquimista Fulcanelli: “El maestro aparece cuando el discípulo está a punto”, que Sarastro designe a un sacerdote para que guíe a Tamino en las pruebas, y además le ordene que le enseñe a reconocer el poder de los dioses, es el simbolismo de que una esencia está lista para este conocimiento. La gnosis milenaria es el gurú o guía espiritual que ha de enseñarnos el poder de las inteligencias divinales, que nos ha de enseñar cómo trascender las pruebas de la vida, que nos enseñará a vivir inteligentemente y a salir del dolor. Isis y Osiris Isis es el nombre egipcio de la Madre Divina, lo importante es comprender que cada uno tiene la suya propia, la madre divina es una emanación o desdoblamiento de Osiris, el Padre que está en secreto, nosotros tenemos una chispa de la divinidad, esa chispa es nuestro real Ser interior profundo. Isis y Osiris son nuestros padres internos, divinales. El Padre nos da sabiduría y la Madre divina nos da amor, ellos están al tanto de cada una de las cosas que hacemos, nosotros somos los que con nuestras actitudes nos alejamos de ellos. Estas partes divinales intentan guiarnos, orientarnos, sanarnos. A ellos va dirigido esta petición de Sarastro: «¡Oh Isis y Osiris, conceded a esa nueva pareja el espíritu de la sabiduría! Vosotros que guiais los pasos de los peregrinos, fortalecedlos en el peligro dándoles paciencia. Hacedles ver el premio de la prueba; y si debieran ir a la tumba, recompensad su audaz virtud, acogiéndolos en vuestra morada.» En meditación, cuando la mente está en silencio, es la mejor forma de ponernos en contacto con ellos y solicitar su ayuda, ellos nos pueden brindar sabiduría a través de corazonadas, que son precisamente la “voz del silencio”, los intuitos de Don Emmanuel Kant, éstos brotan en la quietud de la mente. Por ello es muy conveniente que diariamente nos concentremos en ellos, para solicitarles sabiduría en el camino; ellos guían los pasos de los peregrinos al camino interno, al sendero de la perfección, ellos podrán guiarnos por caminos seguros; pero, ante todo, se hace indispensable cumplir con su voluntad, pues saben qué es lo mejor para nosotros. Normalmente en nuestras oraciones, pedimos que se haga nuestra voluntad y no la de nuestro Ser, es necesario cambiar esa actitud, claramente dice el maestro Jesús en la oración del Padre Nuestro: “Hágase, Señor, tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo”. Nuestros padres internos nos pueden fortalecer en el peligro, sólo es importante estar en “Recuerdo de Sí” para poder recibir su ayuda, en un estado de alerta novedad, auto observándonos, vigilantes de los pensamientos y sentimientos. Cuando alguien entra en un estado de conciencia intensificada, puede recibir la ayuda que constantemente nos entregan nuestros padres, sólo que cada uno, tal y como dicen las enseñanzas budistas, tenemos el cuenco o recipiente volteado hacia abajo, con nuestros pensamientos y emociones negativas. Este trabajo no es para nada, fácil, pero si alguien logra el silencio mental absoluto en meditación, puede experimentar el Vacío Iluminador, donde se sabe exactamente, aunque sea por un momento, la meta. Quien logra la muerte total de los defectos psicológicos, que en nuestro interior cargamos, podrá vivir en la morada de nuestros padres internos, Osiris e Isis. Capítulo 5. La Prueba del Silencio Segundo Acto. Escena 2 T amino y Papageno son introducidos al templo por tres sacerdotes, en la oscuridad, de noche, una vez adentro les quitan los sacos que cubren su cabeza; resulta interesante que las pruebas se realicen precisamente en la noche; debe distinguirse el simbolismo de la noche como símbolo de nuestros defectos y de ignorancia; por el otro lado, está la noche augusta de los sabios, el silencio de la mente. Aquí claramente se refiere a la noche como símbolo de quietud, de paz y de sabiduría; estado interior adecuado para pasar las pruebas. No saben dónde se encuentran, los sacerdotes los dejan solos en completa oscuridad y con el fin de llevarlos a la reflexión y a la introspección. Papageno se llena de temor, pues además de la oscuridad se escuchan truenos. Las personas que solemos ser superficiales, nos llenamos de miedo al tratar de introvertirnos, de conocernos a sí mismos, nos gusta estar como somos, sin cambios, auto engañados y fascinados en tonterías a las que les damos un valor que no merecen. Después del periodo de reflexión, entran los sacerdotes con antorchas en la mano para ver el estado interior de los aspirantes, que prueban a través de preguntas; el objetivo es saber si se está determinado a seguir el camino interior. Misión en la vida Hace miles o millones de años, nosotros hemos emanado de aquello que no tiene nombre, ni orillas jamás, con la única misión de regresar auto realizados, salimos como simples chispas inocentes y nuestro deber es regresar como llamas llenas de sabiduría; pero nos hemos extraviado, hemos perdido el camino; ese camino de regreso es la iniciación. Durante muchas vidas hemos vagado de un lado para otro sin sentido alguno, y es ahora, que tenemos la gnosis en las manos, que es posible retomar la senda que algún día hemos abandonado. Pero hay que estar muy definidos a transitarla, por ello se les pregunta: «Primer Sacerdote: “Extranjeros, ¿qué es lo que os mueve a penetrar en nuestros muros?” Tamino: “La amistad y el amor”. Primer Sacerdote: “¿Estás preparado a luchar por conquistarlos con tu vida?” Tamino: “Sí”. Primer Sacerdote: “¿Te someterás a cada una de las pruebas?” Tamino: “¡A cada una de ellas!” Primer Sacerdote: “¡Dame tu mano! ¡Así!”». Tamino es el ejemplo de lo que debemos reunir, tener firmeza en el camino, estar dispuesto a todo, tal como dice el axioma del arcano 19: "Toma el escudo de tu fe y avanza con paso decidido ya sea en favor del viento o contra todos los vientos". Muy diferente es lo que somos, el estado en que estamos de indecisión, representados por Papageno. El silencio interior Los sacerdotes entran con antorchas en las manos, y preguntan a Papageno si quiere luchar por conquistar la sabiduría y el amor, pero él no quiere saber nada de eso, se contenta con tener pan y abrigo; pero no desestima el encontrarse con una mujercita. Para entender esta parte de la obra, hay que comprender que hay cuatro tipos de mujer: La mujer Eva-Venus es la mujer que bebe, se droga, se prostituye, miente, adultera, etc. La Venus-Eva, es la mujer del hogar o profesionista que lo que busca es tener su hogar bien formado, educar a sus hijos, que la amen, tener dinero, etc., no hacer daño a nadie, pero no aspira a nada espiritual. La mujer Venus-Urania es la mujer que además de cumplir como buena dueña de casa, que es una madre ejemplar, que cumple con todos los deberes de mujer, hija, esposa, trabajadora, profesionista, etc., trabaja en revolucionarse espiritualmente, busca desintegrar sus defectos psicológicos, ayuda a la humanidad y transmuta sus fuerzas creadoras, ese tipo de mujeres es el ideal de las estudiantes de gnosis. La mujer Urania-Venus es la mujer ya auto realizada, la mujer que ha logrado la misión de su vida, una Juana de Arco, una Helena Petronila Blavatski, verdaderos faros de luz para la humanidad. Por lo anterior, claramente entendemos que Papageno es el símbolo de la mujer o el varón que se contenta con tener comida, bebida y sueño. Eso, no es un delito, la divinidad no está en contra de ello, sencillamente a uno no le gusta el camino interior, no busca revolucionarse internamente, no nos llama el camino secreto. Pero, obviamente para lograr una estabilidad en su vida, necesita también tener cierto nivel moral, pasar ciertas pruebas, no tan elevadas como en el camino secreto, pero sí lo suficientemente, como para tener esa dicha del hogar. Sabiduría y amor son las columnas torales de la Logia Blanca, son también los pilares de todo buen hogar y son las bases para que cualquier empresa triunfe. Es por ello, que le piden los sacerdotes a Papageno que esté dispuesto a seguir las leyes del templo, pues Sarastro, el sacerdote solar, le tiene una mujer vestida igual que él, de nombre Papagena; que esté dispuesto a morir si es necesario, obviamente no se refiere a la muerte del cuerpo físico, sino a no delinquir, no robar, no mentir, no adulterar, etc. Debe Papageno guardar silencio. También el príncipe Tamino debe estar en silencio ante Pamina. La prueba del silencio, tiene muchos niveles, pues no sólo se refiere a no hablar tonterías, groserías, maldiciones, chismes, calumnias, intrigas, etc., sino que hay todavía más, es importante no tocar con la lengua interior las escenas que vivimos, no juzgar a los demás ni con la lengua física, ni con la lengua interna. «Queremos practicar el silencio interior en relación con algo que ya esté en la mente, persona, suceso, asunto propio o ajeno, lo que nos contaron, lo que hizo fulano, etc., pero sin tocarlo con la lengua interior, sin discurso intimo... Aprender a callar no solamente con la lengua exterior, sino también, además, con la lengua secreta, interna, resulta extraordinario, maravilloso. Muchos callan exteriormente, mas con su lengua interior desuellan vivo al prójimo. La charla interior venenosa y malévola, produce confusión interior.» (Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria) La prueba del silencio, debe llevarse a cabo en todo nuestro tren de vida, necesitamos tener menos egolatría y pensar más en el bienestar de los demás. La tentación. Por si fuera poco, ya de por sí, la eliminación de todos los defectos psicológicos que intervienen para hacer un buen uso del verbo, es una titánica tarea, digna de un Hércules, o una mujer o caballero Tigre del México antiguo, resulta que eso no es todo… Las tradiciones iniciáticas de todo el mundo hablan claramente de que el aspirante a la iniciación debe trascender las tentaciones; podemos encontrarlas en el evangelio de Buda, cuando el demonio Mara, envía a sus tres bellísimas hijas a seducir sexualmente al gran iniciado Buda, tratan de hacer caer en la tentación, urdiendo los más sofisticados encantos. Por lo que la prueba del silencio toma otro matiz en esta parte de la obra, y es por ello que advierten los sacerdotes a Tamino y a Papageno: «Cuidaos de las insidias femeninas: ¡es el primer deber de la alianza! Hombres sabios se han trastornado, han cometido faltas y no se han dado cuenta. ¡Al final se vieron abandonados, y su fidelidad pagada con burlas! Inútilmente se retorcieron las manos, la muerte y la desesperación fueron su recompensa.» Indudablemente se refieren a las tentaciones sexuales, que siempre acaban en desastres en la vida, cuando éstas no son trascendidas. La tentación es fuego, pero quien las vence obtiene la luz. Es entonces que después de las advertencias de rigor, los sacerdotes abandonan a Tamino y a Papageno; momentos después aparecen las tres mujeres de la Reina de la Noche tratando de hacerlos fracasar en su encomienda, como las sacerdotisas de la tentación de los persas en los tiempos idos, precisamente en los rituales de iniciación; o las mujeres flores que seducían a los Caballeros del Grial en la obra del Parsifal de Richard Wagner. «La previa seducción de las Mujeres-Flores de Klingsor, el Mago Negro, es también tradicional entre los asiáticos. No existe héroe sagrado que no haya pasado por ella.» (Samael Aun Weor. El Parsifal Develado) Las tres damas, hacen todo lo posible porque falten a su juramento de no hablar a la mujer, es decir de no caer en tentación, la mujer en este caso es símbolo de la seducción, muy similar a la Eva de la mitología hebrea, pero no se refiere específicamente a la mujer, es una personificación de la tentación en sí misma, y obviamente va para todos, seamos varones o mujeres. No debemos tomar las cosas literalmente, cada persona que aparece en esta obra es el símbolo de una emoción, un deseo, un defecto, que en realidad existe dentro de cada uno. Tamino el príncipe, logra perfectamente contenerse ante las tres damas, Papageno es débil y sólo con la ayuda de Tamino logra más o menos trascender la prueba. Los sacerdotes del templo se dan cuenta de la presencia de las mujeres, que han profanado el templo, es decir que se está en peligro de la seducción, de la tentación y hacen que se hundan. Aparecen los sacerdotes, acompañados de los nueve sagrados sonidos (tres veces tres) que se escucharon al principio de la obra, indicando claramente los misterios de la puerta nueve o arcano del Ermitaño del Tarot, que significa iniciación y trabajo con la transmutación de la energía sexual. Uno de ellos se dirige a Tamino felicitándolo por haber pasado la prueba, el estudiante ha logrado vencer las tentaciones sexuales, las que son fáciles de identificar, las que son muy obvias, que son de naturaleza grotesca, pero que muchos fracasamos en ellas, claro que hay pruebas más difíciles que se tendrán que pasar y por ello el sacerdote le dice: «Tu firme y varonil comportamiento ha vencido. ¡Pero aún habrás de recorrer varios caminos ásperos y peligrosos!» Entretanto, Papageno, (los seres humanos que no tenemos aspiraciones espirituales), se hace el desmayado, no entiende por qué tiene que pasar por tantos peligros para tener a su Papagena. Es obvio que, si bien uno no quiere saber nada del camino espiritual, tiene que merecerse la pareja, tiene que pasar por lo menos lo más burdo, el no ser un adultero, el tener un mínimo de conducta recta y el tener fidelidad. Capítulo 6. El Perdón y la Venganza Segundo Acto. Escena 3 E n un jardín como fondo, se encuentra Pamina, durmiendo, la luz de la luna ilumina su rostro, Monostatos entra furtivamente y se queda embelesado ante su presencia. Este sirviente infiel, es el símbolo de nosotros cuando estamos cegados por la pasión animal, no entendemos de razones, queremos cometer los peores crímenes, pero estamos convencidos de que actuamos bien; nuestra forma de pensar está descrita en su voz: «Todos los seres vivos sienten las alegrías del amor, se picotean, juguetean, se abrazan y besan; y yo debo evitar el amor porque un negro es feo. ¿Es que no poseo un corazón? ¿Es que no soy de carne y sangre? ¡Vivir sin una mujercita sería realmente el fuego del infierno! ¡Porque soy un ser vivo, quiero, picotear, besar, ser cariñoso! Querida y buena Luna, perdona, una mujer blanca me ha conquistado. ¡Lo blanco es bello! He de besarla. ¡Oh Luna, escóndete! ¡Si te molesta demasiado, oh, entonces cierra los ojos!» Así como Pilatos condena al Cristo a la muerte y al final se lava las manos, así nosotros justificamos de mil formas nuestros deseos; una de las justificaciones más socorridas para la seducción, es la de personajes verdaderamente astutos, que quieren dizque ayudar a avanzar espiritualmente a una joven mujer. De todo hay en la viña del señor, y es por ello que se debe estar muy alerta, para no caer engañados o ser de los que engañan. La Luz Astral La luz de la luna iluminando el rostro de Pamina, nos habla de la Luz Astral, o magnetismo que se impregna tanto en una flor o en una persona y nos hechiza, nos hipnotiza, quedando bajo el influjo de nuestros defectos psicológicos, sin ver la realidad, sólo vemos una ilusión, pero es lo suficientemente fuerte para cegarnos. «Cuando la Luz Astral se coagula en una flor, nosotros quedamos enamorados de la flor. Si la Luz Astral se acumula en una mujer, nos enamoramos de la mujer. Aquel que vive hechizado por distintas mujeres, no pasa de ser un débil pajarillo fulminado por los hechiceros ojos de la tentadora, de la Luz Astral.» (Samael Aun Weor. Tarot y Cábala) Monostatos se desliza lenta y silenciosamente hacia Pamina, pero en ese preciso instante llega entre sonidos de truenos la Reina de la Noche, Pamina se despierta y dice: “madre”, Monostatos al darse cuenta que era la Reina de la Noche, decide esconderse para escuchar lo que dicen. La Venganza La Reina de la Noche pregunta por el joven que le envío a salvarla, a lo que contesta Pamina que se ha dedicado a los iniciados; al escuchar esto la Reina de la Noche se molesta bastante y comenta que está perdido. Es entonces que de entre sus ropas saca un afilado cuchillo y le ordena a Pamina que, con éste, mate a Sarastro. Canta entonces una exquisita y deliciosa melodía, que cualquiera al escucharla se queda extasiado por su belleza, es de hecho, según el consenso general, la mejor de todas las piezas musicales de esta obra maravillosa de la Flauta Mágica; chicos, grandes, estudiosos e ignorantes, nos quedamos enamorados de esta extraordinaria aria denominada: “La venganza”. Pero, nos preguntamos: ¿Por qué Mozart hace tan deliciosa melodía para hablar de algo tan terrible como la venganza?, veamos lo que dice: «¡La venganza del infierno hierve en mi corazón, la muerte y la desesperación arden a mi alrededor! Si Sarastro no siente, por tu mano, los dolores de la muerte, nunca más serás hija mía. ¡Repudiada y abandonada serás por toda la eternidad, destruidos quedarán todos los lazos de la Naturaleza, si Sarastro no expira por tu mano! ¡Escuchad! ¡Dioses de la venganza! ¡Escuchad el juramento de una madre!» (Aria: La venganza del infierno hierve en mi corazón) La Reina de la Noche, le ordena matar a Sarastro y le hace ver que si no lo hace será repudiada, nunca más será su hija, se destruirá todo lazo y lo jura ante los dioses de la venganza. Pero está enmarcado en hermosísimas notas musicales, un canto bellísimo y una melodía perfecta. Sin duda alguna, esta mezcla poco usual en la música, es una tremenda realidad en la vida cotidiana, y eso es precisamente lo que busca Mozart que nos demos cuenta. Sólo por dar un ejemplo de los cientos que hay en el mundo, basta recordar cómo ahora es justificado el aborto, que en realidad es un asesinato, pues la esencia o alma se une con la célula germinal en el momento en que el espermatozoide entra al óvulo, por lo que, desde ahí, ya es una vida; pero con justificaciones inefables (parecidas a los cantos de esta melodía de la venganza), se trata de justificar lo injustificable. Es tremendamente difícil darse cuenta de tanto error que cometemos, porque estamos inmersos en un mar de teorías bellísimas que justifican la maldad, la ignorancia, el fanatismo y el error, pero no se trata de ver los errores de los demás, eso es muy fácil, se trata más bien, de descubrir las fallas de uno. La Reina de la Noche le entrega a Pamina el afilado cuchillo y desaparece, Pamina no puede hacerse a la idea de matar, pero por otro lado está el destruir todo lazo familiar. En ese instante sale Monostatos de su escondite y la chantajea diciéndole que lo sabe todo y que la única forma de salvarse ella y su madre es amándolo. Ella por supuesto, no accede y entonces Monostatos intenta matarla. Afortunadamente llega Sarastro en ese instante preciso y detiene esa vil acción, Monostatos huye y Pamina al darse cuenta de que todo es sabido, pide perdón para su madre. El Perdón Sarastro con infinita compasión, pues la ley divina es un equilibrio entre severidad y dulzura, justicia y misericordia, le indica que ya verá cómo se venga de su madre, aludiendo a que eso realmente está fuera de sus planes y dice: «En estas naves sagradas no se conoce la venganza; y si un hombre ha caído, el amor lo conduce al deber. Entonces camina alegre y contento, junto al amigo hacia un país mejor. En estos muros sagrados, donde el hombre ama al hombre, no puede acechar ningún traidor, porque al amigo se le perdona. Quien no ama estas doctrinas no merece ser un hombre.» La falta de perdón es lo que ha ensombrecido a los hogares, se hace uno un infierno particular cuando vive haciendo cuentas de lo que nos hacen, buscando desquitarse, sacarse el clavo; es quererse demasiado a sí mismo, es decir, al ego, ser muy orgulloso, creerse el centro del universo, creer que todo debe de girar en torno a uno. «Muchos matrimonios que podrían verdaderamente ser felices, desgraciadamente no lo son debido a los viejos resentimientos acumulados en la memoria. Si los cónyuges tuvieran generosidad, olvidarían el pasado doloroso y vivirían en plenitud, llenos de verdadera felicidad. La mente mata al amor, lo destruye. Las experiencias, los viejos disgustos, los antiguos celos, todo esto acumulado en la memoria, destruye el amor. Muchas esposas resentidas podrían ser felices si tuvieran generosidad suficiente como para olvidar el pasado y vivir en el presente adorando al esposo. Muchos maridos podrían ser verdaderamente felices con sus esposas si tuvieran generosidad suficiente, como para perdonar viejos errores y echar al olvido rencillas y sinsabores acumulados en la memoria. Es necesario, es urgente que los matrimonios comprendan la honda significación del momento. Esposos y esposas deben sentirse siempre como recién casados, olvidando lo pasado y viviendo alegremente en el presente. El amor y los resentimientos son sustancias atómicas incompatibles. En el amor no pueden existir resentimientos de ninguna especie. El amor es eterno perdón.» (Samael Aun Weor. Educación Fundamental) Es la misericordia un pilar de la justicia divina y debe ser un pilar en nuestra vida aprender a perdonar, no de “dientes para afuera”, como decimos popularmente, sino el resultado de comprender al prójimo, de ponernos en su lugar, de sentir lo que siente. No podemos ser llamados como seres humanos verdaderos si no comulgamos con estas enseñanzas sagradas, de todos los tiempos, de aprender a perdonar, de amar a nuestros semejantes sinceramente, y demostrarlo con hechos. El maestro Jesús en la oración del Padre Nuestro nos da la misma clave que está en la Flauta Mágica, cuando nos dice: “Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”; si pedimos misericordia, primero debemos aprender a perdonar, y eso implica la eliminación de los yoes de la venganza, del resentimiento y hasta del vivir pensando en que nos deben. Como quiera que muchos estamos muy lejos de ello, estamos carentes de esas virtudes, somos la viva representación de Monostatos o la Reina de la Noche, con justa razón se nos llama “animales intelectuales”, pues para el verdadero calificativo de “hombre”, nos falta mucho. Debemos liberarnos de las leyes inferiores que nos causan dolor, nos sujetamos a ellas por la venganza, el deseo revanchista, el querer “sacarnos el clavo”, el querer hacernos justicia por nuestra propia mano; es indispensable quedar sujetos a leyes superiores y éstas se manifiestan cuando aparece el perdón, la bondad y la comprensión. «Mientras uno se identifique consigo mismo no puede perdonar a nadie. A uno le duele que lo insulten, a uno le duele que lo humillen, a uno le duele que lo menosprecien. ¿Por qué? Porque tiene el yo del orgullo, del amor propio adentro bien revivo, y mientras uno tiene el yo del amor propio, le duele que otro le hiera en su amor propio. Así, si no nos identificamos, entonces nos es fácil perdonar y aún más digo: cancelar las deudas, que eso es mejor.» (Samael Aun Weor. El Misterio de la Luna) Nuestro deber como ser humano está en el de ayudar a los demás, sinceramente, sin pensar en la recompensa o renunciando a la misma, sólo por ayudar, porque nos nace del corazón, porque somos parte del prójimo, en última síntesis somos parte de él. Las causas desastrosas de la vida, son el resultado del daño que causamos a los demás, pero como quiera que hacer el bien es nuestro deber, la indiferencia al dolor humano también genera karma. «No solamente se paga Karma por el mal que se hace, sino por el bien que se deja de hacer pudiéndose hacer». (Samael Aun Weor. Tarot y Cábala) Capítulo 7. La Tentación es Fuego Segundo Acto. Escena 4 L os sacerdotes llevan a los aspirantes a la iniciación a un salón, les dejan a solas y les advierten del silencio que deben guardar en presencia de las mujeres, sin duda alguna, se está aludiendo a la tentación sexual, que se presenta en la vida de todos los seres humanos del mundo, sean candidatos a la iniciación o no, sean varones o mujeres, jóvenes o ancianos, letrados o analfabetas, la mujer aquí es un símbolo de lo que hay dentro de uno, en este caso de la tentación. El guardar silencio nos habla de no caer en ella. La presencia de Papagena Papageno no soporta la idea de permanecer en silencio, tras una breve pausa empieza a decir tonterías sin sentido, y el príncipe lo incita a guardar silencio, pero Papageno no tiene el menor interés en hacerle caso. En eso aparece en escena una mujer anciana y fea, con una copa llena de agua y se la ofrece a Papageno; en realidad, es la esposa que le tiene destinada Sarastro (símbolo de la ley divina), es una joven de nombre Papagena, disfrazada de vieja, porque Papageno todavía no se la merece. Papagena tiene 18 años y dos minutos y Papageno es diez años mayor que ella. Por un lado, nos habla de que, para la relación matrimonial, hay que tener el cuerpo físico ya maduro, pues someter el cuerpo a la relación sexual antes de los 18 años en la mujer es una violencia contra natura ya que su cuerpo todavía no está maduro en todas sus funciones, hay que saber esperar el momento adecuado; en el varón su madurez se alcanza a los 21 años. Los diez años de diferencia nos hablan, de acuerdo a la cábala, de la rueda de nacimientos y muertes, de las vidas anteriores, que cada uno tiene su pareja, que hay que tener paciencia, que, de acuerdo a la ley divina, en este caso representada por Sarastro, todos tenemos designado nuestra pareja que nos corresponde. Papageno no se imagina que esa señora fea y vieja sea su pareja; debido a lo dormido de nuestra consciencia, no sabemos qué tan cerca podemos estar de nuestra pareja, estamos ciegos ante realidades que vivimos y están ahí mismo con nosotros. Así que la recomendación para cuando estamos solteros, que solemos estar muy impacientes, como Papageno, por no tener nuestra Papagena, es pasar las pruebas; eso es todo, cambiar nuestro nivel espiritual, tener el suficiente nivel moral, y listo; ésta llegará, pues ha estado desde siempre ahí. Cuando Papageno le pregunta su nombre a la mujer, no alcanza a decirlo, pues se escucha un terrible trueno que obliga a Papagena a huir, todavía no es el momento; Papageno no está preparado todavía, pues al estar parloteando, hablando de más, indica que se identifica por completo con las pasiones mundanales, que no se ha vuelto serio, que gusta de andar por aquí y por allá, sin freno alguno. El Pan Supersubstancial Descienden de lo alto los tres geniecillos regresándoles sus instrumentos mágicos, que les habían sido quitados en el comienzo de las pruebas, y una mesa con muchos alimentos, ofreciéndoselos como recompensa a su esfuerzo. «Por segunda vez os damos la bienvenida, oh varones, al reino de Sarastro. Sarastro os devuelve lo que os fue quitado, la flauta y el carillón. Si no desdeñáis estos alimentos, comed y bebed contentos. ¡Cuando nos veamos por tercera vez, la alegría será la recompensa de vuestro coraje! ¡Tamino, ánimo! La meta está cerca. Y tú, Papageno, ¡permanece en silencio!» El llamado de la conciencia es una facultad que debe desarrollarse en cada uno de nosotros, es lo que nos puede indicar que estamos haciendo bien o mal, es la conciencia de los jueces; el remordimiento es una de sus funciones, mal estamos ya si no tenemos funcionando en nada esa preciosa facultad; los tres geniecillos representan que debemos poner atención a ese llamado. Al mismo tiempo traen el pan venido de lo alto, ese que pedimos en la oración del Padre Nuestro, cuando decimos: "Dadnos el Pan nuestro de cada día"; no se refiere al pan físico, más bien se refiere al sagrado Shechinah hebreo, o la divina providencia, la sabiduría divina, el conocimiento de las dimensiones superiores del cosmos. «La frase "Cada Día", significa el "Pan supersubstancial", en griego, o el "Pan de lo Alto". La Gnosis da ese Pan de Vida en el doble sentido de ideas y fuerzas que nos permiten desintegrar errores psicológicos. Cada vez que reducimos a polvareda cósmica tal o cual 'Yo", ganamos experiencia psicológica, comemos el "Pan de la Sabiduría", recibimos un nuevo conocimiento. La Gnosis nos ofrece el "Pan Supersubstancial", el "Pan de la Sabiduría", y nos señala con precisión la nueva vida que comienza en uno mismo, dentro de uno mismo, aquí y ahora.» (Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria) Esta parte de la Flauta Mágica está bellamente descrita en la oración conocida como “Invocación del Sabio Salomón”; hay una parte donde dice: “Hasmalim, iluminadme con los esplendores de Elohim y de Shechinah”, Hasmalin es el coro angélico que rige el mundo del espíritu o íntimo, por lo que se pide iluminación en el nombre del Padre que está en secreto, y de los ángeles que viven en la región de Chesed, que es lo mismo que la región dimensional del espíritu. Los Elohim es una forma de referirse a los maestros auto realizados; por lo que suplicamos ser guiados por los esplendores de estos guías espirituales; y Shechinah es la divina providencia, ese pan supersubstancial, esa sabiduría divinal, representada por los alimentos que descienden de lo alto, traídos por estos geniecillos. El Lamento de Pamina Mientras Papageno come, Tamino toca su flauta, la cual escucha Pamina dirigiéndose inmediatamente a donde el sonido la dirigía, pero Tamino fiel a su juramento no puede hablar con Pamina y ella interpreta este rechazo equivocadamente, cree que ha dejado de quererla, que su amor ha desaparecido. Por lo que Tamino hace un terrible esfuerzo para poder cumplir con su cometido de no hablar, pues su Pamina llora amargamente por su rechazo y en un conmovedor y melancólico canto, dice: «¡Ay, tengo el presentimiento de que la dicha del amor ha desaparecido para siempre! ¡Nunca volveréis a mi corazón, horas de delicia! Mira... Tamino, querido, estas lágrimas corren sólo por ti. ¡Si no sientes los anhelos del amor, mi descanso estará en la muerte!» Este canto tan triste de Pamina realmente mueve las fibras de su alma a todo el que la escucha, y es, precisamente, igual a los cantos de las sirenas que tiene que vencer Ulises en la Odisea de Homero; tienen, uno y otros, el mismo objetivo de enloquecer a los marinos o trabajadores de la Gran obra del Padre; son hermosísimos, pero si los escuchamos, es decir, nos identificamos con ellos, nos llevan como a los marinos inevitablemente a la muerte, que simboliza el fracaso total. La Flauta Mágica aquí nos habla de la tentación más sofisticada, en la que se ven envueltos el sentimiento, además del fuego pasional bestial; un símil lo vemos en la obra del Parsifal de Richard Wagner, en la cual, el héroe de este drama, primero se ve tentado por las Mujeres Flores en el jardín de la tentación, pero después es en el encuentro con la bellísima Kundry (la tentación), en donde ella precisamente va conduciéndolo a la tentación sexual; pero lo trata de vencer a través de sentimentalismos unidos al erotismo: recordarle a su padre muerto en los campos de batalla, y su amor que tuvo éste por su madre, estableciendo así la conexión sexual, metiéndolo poco a poco en los sortilegios del amor, para hacerlo sucumbir en sus encantos. Aquí, en la Flauta Mágica, encontramos esa misma prueba, pero ahora representada por el sentimiento de Pamina, el dolor tan profundo que siente al ser rechazada; no es que no la quiera, de hecho, su amor es gigantesco; más bien nos habla de saber unir el erotismo con la espiritualidad, pero para lograrlo debe uno no comer el fruto prohibido, como Hércules puede robarse las manzanas del jardín de las Hespérides, pero no debe comerse el fruto prohibido, del cual se nos advirtió no deberíamos comer, esto es lo que simboliza este rechazo. Esta parte de la obra es muy profunda, nos habla de muerte de las pasiones, nos habla de que para que exista amor verdadero debe existir rechazo a lo animal; nos dice que la sexualidad no está divorciada de la espiritualidad, que deben unirse en uno todo único. Esta prueba la han tenido que pasar todos los héroes del pasado, Krishna el gran maestro de la India, también la tuvo que franquear en su encuentro con la maga Nysumba, la hija del rey de las serpientes. «Krishna el conductor del carro, traspasando con sus ojos de fuego a Nysumba, la Kundry oriental, y las siete sacerdotisas de la tentación entre los Drusos Sirios intentando seducir a los Iniciados, constituyen en sí la raíz básica de los estudios esotéricos.» (Samael Aun Weor. El Parsifal Develado) Nysumba como maga que era, se transforma por medio de filtros muy poderosos en una bella y joven mujer, se presenta de manera muy provocativa ante Krishna, acostada en un lecho de púrpura, bellos ornamentos de oro en sus brazos y tobillos y una diadema de piedras preciosas, envuelta en una nube de perfumes que se deprendían de un pebetero de cobre; todo esto nos habla de la forma en que trabaja la tentación, con los más sutiles encantos y embelesos. Le ofrece Nysumba a Krishna el poder, afirma que están predestinados el uno al otro, es entonces que le lanza una llama sombría desde sus ojos negros que hace estremecer a Krishna; él por su parte, con sus ojos de fuego como dos dagas, traspasa completamente a Nysumba, y ve en los ojos de ella el abismo, las serpientes, el deseo y la muerte. Rechaza, por supuesto, a Nysumba y ésta pierde su belleza y queda, vieja y arrugada, llena de ira. El rechazo de Krishna a Nysumba y el de Parsifal a Kundry, es el mismo que aquí vemos representado en la Flauta Mágica, del príncipe Tamino a Pamina: significa amar con todas las fuerzas del alma, pero rechazar las bajas pasiones animales. La tentación es fuego y vencer la tentación es luz. La tentación es una forma de probar al aspirante, toda tentación es un examen, si lo pasamos vienen poderes, facultades, dones, virtudes; si fracasamos en la prueba perdemos valores, pues no se pone prueba que no tengamos la capacidad de pasarla. El maestro Jesús nos dice en la última parte de la oración mágica del Padre Nuestro: “No nos dejes caer en la tentación, más líbranos de todo mal”, no solicitamos que no se nos pongan, sino pedimos fuerza espiritual para pasarlas. «Más las tentaciones son muchas veces utilísimas al hombre, aunque sean grandes y pesadas; porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado. Todos los santos por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y aprovecharon. Y los que no las quisieron sufrir y llevar bien, fueron tenidos por malos y desfallecieron. No hay orden, ni religión tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones ni adversidades.» (Tomas de Kempis, Imitación al Cristo) Es de héroes verdaderos tal como un Parsifal o un Krishna, vencerse a sí mismo, es ahí donde está el verdadero guerrero; el campo de batalla es nuestro propio universo interior. Capítulo 8. El Ingreso a los Misterios Segundo Acto. Escena 5 U na de las dichas más grandes para la esencia, es ser parte de los misterios gnósticos y trabajar en ellos intensamente en el día a día de nuestra efímera existencia. No siempre somos parte de esta enseñanza, en muchas existencias nos hemos perdido en el desierto de las vanas teorías, por lo que hay que saber aprovechar estos momentos de luz. Pero una cosa es llegar a conocer los misterios gnósticos y otra muy diferente el ponerlos en práctica: Entran Sarastro y los sacerdotes en una sala abovedada y llenos de devoción y veneración dirigiéndose a sus padres internos, llamados entre los egipcios: Isis y Osiris, con sencillez y entusiasmo les hablan así: «¡Oh Isis y Osiris, qué delicia! El brillo del Sol expulsa a la sombría noche. Pronto el noble joven sentirá una vida nueva; pronto estará completamente entregado a nuestro servicio. Su espíritu es audaz, su corazón es puro, pronto será digno de nosotros.» Todos los que conocemos estos misterios, no quiere decir que seamos parte de ellos, tenemos que pasar en la vida todas estas pruebas descritas en la Flauta Mágica: en el trabajo que llevamos a cabo para ganarnos el pan da cada día, en los estudios que hacemos para prepáranos para la vida, en el trabajo de campo, taller o el hogar, es ahí donde debemos salir triunfantes en las adversidades, problemas, dificultades que hay siempre. Vivimos en las sombras de la ignorancia y del error, pero el brillo del Sol de la sabiduría interior puede expulsarlas y darnos una vida plena, íntegra y feliz. Pero tal como dicen las enseñanzas de la Flauta Mágica, se debe estar completamente entregado al servicio de los iniciados, es decir, que nuestra vida con todos sus detalles, debe convertirse en el camino interior mismo. Por ello es que en la oración del señor, el maestro Jesús dice: “Venga a nos tu Reino”, solicitando con todas las fuerzas de nuestra alma, que se manifiesten en nuestra vida la majestad de nuestro Padre que está en Secreto, (el mismo Osiris), y nuestra Divina Madre Isis. Debemos tener un espíritu audaz, tener osadía, valor para enfrentarnos ante las circunstancias que nos ofrezca la misma existencia, nos dice el maestro Samael Aun Weor: “El cielo se toma por asalto, los valientes lo han tomado…”, pues se requiere de mucha fuerza espiritual para lograrlo. Pero además se necesita tener un corazón puro, es decir, no sucumbir a las emociones negativas de los celos, la envidia, la cólera, etc. Es cuando uno va adquiriendo estos elementos y los va aplicando en los detalles de su diario vivir, es entonces que estamos listos para la iniciación. Tenemos hoy en día un concepto muy equivocado de la iniciación, creemos que algún chamán o hechicero con unos cuantos sahumerios, brebajes y cantos, va a darnos la iniciación; esto no es así, la iniciación es adquirir estas virtudes, es aprender a vivir rectamente, nada tiene de espectacular. El Guardián del Umbral Las ceremonias iniciáticas que puedan existir en diversos lugares del mundo, son simbólicas, es como una enseñanza a la conciencia, de lo que debe vivirse en el campo de los hechos de nuestra existencia. Todo lo que sucede con Tamino, debemos llevarlo a cabo por sí mismos. Terminado el canto a Osiris e Isis, un sacerdote lleva con toda solemnidad a Tamino hacia dentro de la sala, entonces Sarastro le dice: «Tamino, hasta ahora tu comportamiento ha sido varonil y reposado; pero aún has de recorrer dos caminos peligrosos. Que los dioses te acompañen. ¡Que traigan a Pamina!¡Tu mano!» Todo esto, hasta aquí representado en la Flauta Mágica, es tan sólo el comienzo; se refiere a lo que en la gnosis llamamos: las pruebas del Guardián del Umbral; en las cuales se tiene que enfrentar el aspirante a uno mismo, descubrir lo que somos, darse cuenta de cómo estamos por dentro, en el mundo de los deseos (astral), en el mundo de la mente y en el mundo de la voluntad. Pasar tales pruebas requiere de muchísimo valor, pues hay que verse uno tal cual es, sin ningún filtro, crudamente, como uno es en verdad, y raros, muy raros son los que son capaces de ello. Se requiere de mucha auto observación, de dirigir su atención a lo que somos, a los pensamiento y sentimientos que tenemos en las diferentes actividades, sobre todo aquellas en que nos solemos enojar o sentirnos muy importantes. Esto se ve representado en las ceremonias de iniciación para alcanzar el alto grado de caballero águila en el México antiguo. «Entre las cámaras secretas de este templo de misterios existió el Tzinacalli (la casa del murciélago) espacioso salón con aspecto interior de sombría caverna donde tenían lugar los rituales de iniciación para alcanzar los altos grados de Caballero Ocelotl (tigre) y Caballero Cuauhcoatl (águila). Sobre el dintel de la pequeña puerta disimulada en el muro interior del fondo de la caverna, la cual daba paso al templo, colgaba un gran espejo de obsidiana y frente a esa pequeña puerta ardía en el suelo una hoguera de leña de pino. El candidato a la iniciación era llevado al Tzinacalli donde quedaba solo a altas horas de la noche. Se le había indicado que caminara a través de la oscuridad hacia la luz de una hoguera y que, frente a ella, hablara al guardián del umbral: "Soy un hijo de la Gran Luz; tinieblas apártense de mí" Los murciélagos comenzaban a revolotear y a chillar sobre la cabeza del candidato. La leña de pino se iba apagando, sólo quedaba en ella el rescoldo, cuyo fuego se reflejaba en el espejo. De repente, ruidoso batir de alas, un alarido aterrador y una sombra humana, con alas de murciélago y maxtlatl alrededor de la cintura, emergía de la oscuridad amenazando con su pesada espada decapitar al intrépido invasor de sus dominios. ¡Ay del candidato que retrocedía aterrado! Una puerta, que hasta entonces había permanecido hábilmente disimulada en la roca, se abría en silencio y en el quicio aparecía un extraño señalando el camino del mundo de los profanos de donde el candidato había venido. Pero si el candidato tenía la presencia de ánimo suficiente y resistía impávido la embestida de Comazotz (el dios de los murciélagos), la pequeña puerta, oculta frente a él, se abría suavemente y uno de los Maestros se adelantaba a su encuentro para descubrir e incinerar a la efigie del candidato, modelada en papel de amate y oculta entre las sombras de la caverna, mientras los demás Maestros daban al candidato la bienvenida y lo invitaban a entrar en el templo. Ritual que simboliza a la muerte de las pasiones de la personalidad del iniciado en su paso de las sombras a la luz. A través de las pruebas de la ordalía a que eran sometidos los candidatos a iniciados en las antiguas escuelas de misterios Nahuas, el alma animal de éstos se retrataba a veces como murciélago porque, como el murciélago, el alma de ellos estaba ciega y privada de poder por falta de luz espiritual del Sol.» (Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca) Como podemos observar en la sabiduría del México antiguo, es exactamente lo que los sacerdotes de Osiris e Isis cantan, el hecho contundente de que la luz espiritual nos pueda iluminar, y para que esto suceda, es necesario que uno sea capaz de reconocer sus propios defectos, sin justificaciones de ninguna especie. La iniciación no es cuestión de teorías y de leerse decenas de libros, tampoco es cuestión de soñar con templos bonitos, con ángeles o seres luminosos: la iniciación es cuestión de realidades prácticas, de aprender a vivir. Mucho más cerca de la iniciación se encuentra el humilde aldeano de provincia, el campesino que con su sudor riega los surcos de los que saldrá la comida, el obrero que alegre fabrica lo que hemos de necesitar, que uno de nosotros si se pone nombres sonoros, y se dice reencarnación de alguien importante. La iniciación es exactamente la antítesis de creerse un “alma vieja”, un alma muy evolucionada o un ser iluminado; el comienzo de la iniciación es darse cuenta cabal de lo que es uno, de reconocer por auto observación directa que uno está lleno de defectos psicológicos, de hacerse consciente de que dentro de uno habitan muchísimas personas (yoes) que nos hacen la vida miserable. Quien es capaz de ello, es entonces que, en el mundo de los sueños, estando plenamente consciente de que se está en el mundo astral, puede solicitar a su Real Ser o espíritu que se le coloque la prueba del guardián del umbral. «La primera prueba que tiene que soportar el discípulo es la prueba del Guardián del Umbral. Ciertamente esta prueba es realmente horrible, el no preparado siente un terror indecible ante la larva del umbral. El Guardián del Umbral es la raíz misma de nuestro "yo" animal, cuyo nombre Mántrico es Satán. Es –mejor dijéramos– el fondo interno de nuestro "Satán". Es la personificación de nuestro pasado, con todos sus horribles defectos. Ese aspecto del umbral lo llevamos dentro de nosotros mismos, y en los mundos internos el discípulo ve todas las cosas a través de ese "yo animal", es decir, ve todas las cosas teñidas con el colorido de su propia personalidad, y por lo tanto no ve las cosas tal cual son, sino teñidas con el colorido de su atmósfera personal. Pero una vez que el discípulo ya es capaz de viajar conscientemente en Cuerpo Astral, puede y debe invocar el espectro del umbral y, entonces, ese ser que está adentro sale fuera y se presenta amenazadoramente ante el discípulo. Esto va precedido de una brisa de muerte; el discípulo se enfrenta valerosamente ante el espectro del umbral y por medio del valor y de la fuerza terrible del Amor derrotará al monstruo, el cual huirá vencido. Y desde ese instante en adelante, el discípulo queda solo, iluminándose con su propia luz, pues la luz que antes lo iluminaba lo ha abandonado, y ahora tiene que iluminarse con su propio aceite espiritual. Antes lo iluminaba el espíritu de su raza, familia y nación; ahora estos espíritus lo han abandonado y el discípulo se hace más dueño de sí mismo, pero también ha adquirido más responsabilidad ante las leyes cósmicas.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) Tres veces se habrá que pasar la prueba del Guardián del Umbral, primero en el mundo astral, enfrentándose al reflejo de todos nuestros deseos; tal enfrentamiento será terrible, pues sólo hay que imaginarse una entidad en donde se reflejen todos nuestros deseos sexuales, deseos de acumulación, deseos de ser grande, etc. Más adelante nos enfrentaremos al guardián del umbral mental, que será el reflejo de lo que somos en el mundo de la mente; nuestros Yoes asesinos, depravados, todo lo que hacemos en la mente se reflejará en esta entidad, si somos muy lujuriosos tomará el aspecto de un perro monstruoso, eso somos, pero a nivel mental, y la prueba es el reflejo de lo que somos capaces en el mundo físico por descubrir lo que vivimos en la mente. La tercera prueba, será enfrentarse al reflejo de todos nuestros cientos de defectos relacionados con la mala voluntad; toda esa mala saña que tenemos contra los demás, las intrigas, las críticas, la negligencia que tenemos para seguir las prácticas de meditación y ayuda a los demás. Todo reflejado en una sola entidad monstruosa, reflejo de lo que somos a nivel del mundo de la voluntad. Mas eso no es todo, apenas es el comienzo, esto solo es el inicio, el comienzo del sendero, y vemos en la Flauta Mágica el sin fin de virtudes que se necesitan obtener, después de esto, se requiere de probar la moral del candidato y por ello se le advierte a Tamino que le esperan dos peligrosos caminos más… El dolor de la separación Aparece en escena Pamina, la introducen privada de la luz; una vez adentro, Sarastro le descubre sus ojos, busca inmediatamente a su Tamino y pregunta por él. Le contestan que le está aguardando para darle el último adiós, pues se prepara para ir a las pruebas más difíciles. «Pamina: ¿Es que no voy a volver a verte, querido mío? Sarastro: Volveréis a veros con alegría. Pamina: Te aguardan peligros mortales. Tamino, Sarastro: ¡Que los dioses me/te protejan! Pamina: No escaparás a la muerte; tengo ese presentimiento. Tamino, Sarastro: Cúmplase la voluntad de los dioses, sus deseos serán leyes para mí/ti. Pamina: Oh, sí me amases como yo te amo, no estarías tan tranquilo. Sarastro: Créeme, él siente los mismos impulsos, te será fiel por toda la eternidad. Tamino: Créeme, yo siento los mismos impulsos, te seré fiel por toda la eternidad. Sarastro: ¡Ha sonado la hora, ahora habréis de separaros! Tamino, Pamina: ¡Qué amargos son los sufrimientos de la separación! Sarastro: Tamino ha de volver a irse. Ha sonado la hora, ahora habréis de separaros. Tamino: ¡Pamina, realmente he de irme! ¡Qué amargos son los sufrimientos de la separación! Pamina: ¡Tamino ha de irse ahora realmente! ¡Tamino! Sarastro: ¡Ahora ha de irse! Tamino: ¡Ahora he de irme! Pamina: ¡Has de irte! Tamino: ¡Pamina, adiós! Pamina: ¡Tamino, adiós! Sarastro: Apresúrate a partir. Te llama tu palabra. Ha sonado la hora, volveremos a vernos. Tamino, Pamina: ¡Ay, áureo sosiego, retorna! ¡Adiós, adiós!» En esta parte, vuelven a conjuntarse tres factores, aparentemente difíciles de conciliar: el amor (que se tienen Tamino y Pamina), la separación (que se tiene que llevar a cabo para pasar las pruebas) y la muerte (el peligro al que supuestamente estará expuesto Tamino en las pruebas). Son situaciones que es difícil que estén juntas, pero, si nos adentramos en los misterios de la supra sexualidad estudiada por los egipcios, mayas, incas, hindúes y demás pueblos antiguos, veremos que no son tan distantes. Tales misterios nos hablan del poder que tiene la sexualidad, si se une a la espiritualidad: tiene el poder de formar el “Genius Lucis” o genio de la luz, capaz de obrar de manera mágica en todo lo que se propongan, pero para lograrlo debe existir amor, espiritualidad y la capacidad de separarse de las pasiones animales durante el mismo acto amoroso, tal como San Agustín mencionara: “El acto sexual es otra forma de oración”. Los alquimistas por su parte denominan al acto amoroso como: “El laboratorium oratorium”, porque cuando se trabaja de esa forma, hay transmutación de energías (un laboratorio), pero para que se logre debe existir mística (un lugar de oración). Cuando se habla de enfrentarse a peligros mortales, quiere darse a entender que el máximo poder que se tiene para desintegrar a los defectos psicológicos, es precisamente en este instante de dichas amorosas, porque es posible entonces dirigir ese fuego hacia el defecto que previamente ha sido comprendido en la meditación. Simbólicamente nos dice el maestro Samael Aun Weor: «Levantad bien vuestra copa en el festín del amor y cuidaos de verter ni siquiera una sola gota del precioso vino...» (Samael Aun Weor. Parsifal Develado) Los misterios de la sexualidad trascendente, son una ciencia milenaria muy profunda, imposible de entregarse en un discurso, accesible sólo para aquellos sinceros buscadores de la luz, y entregada en forma didáctica en los estudios avanzados en la gnosis. Capítulo 9 El Libre Albedrío Segundo Acto. Escena 6 E l libre albedrío es una ley inquebrantable, cada uno de nosotros tiene derecho de tomar el camino de la iniciación, o de no hacerlo. Aquello que llamamos Dios, no puede ser un tirano, tenemos la libertad de hacer de nuestra vida lo que queramos. Pero, indudablemente lo que hagamos atraerá consecuencias, ya para bien o para mal. Si no delinquimos, si no hacemos daño a nadie, nada se objetará por la ley divinal. El karma sólo se aplica cuando robamos, matamos, adulteramos, mentimos, explotamos, etc., por lo que es una idea equivocada que si alguien se sale de la gnosis un karma muy terrible le pasará, eso es falso, cada uno es libre de hacer lo que quiera, y si no le gusta el camino interior, la iniciación, pues nada pasa, uno es quien ha elegido su propio camino. Esto está muy bien representado por Papageno, simbolizando a los que por algún motivo no anhelan la auto realización, que estamos contentos con comer, tener un hogar, tener nuestros hijos, ningún crimen hay en ello. Papageno trata de seguir a Tamino, pero se pierde, no sabe en dónde se encuentra, no halla a Tamino, quiere seguir por la puerta donde entra Tamino, pero una voz severa le dice: “Atrás”, trata de regresar por donde entró y sucede lo mismo, Papageno llora al no saber qué hacer. Un sacerdote le hace ver que ha fracaso en las pruebas iniciáticas, que jamás sentirá las alegrías celestiales de los iniciados, no tendrá acceso a las dimensiones superiores de la naturaleza, a los templos de misterios sagrados, al conocimiento divino. Papageno no le toma importancia, se justifica diciendo que mucha gente es como él; se contentaría con un buen vaso de vino, eso sería una dicha celestial para él. Surge de entre la tierra un vaso de vino que apura inmediatamente, un vino exquisito que al beberlo hace que su corazón sienta la necesidad de tener a su lado a una mujercita. «Una muchacha o una mujercita es lo que Papageno desea. ¡Oh, una suave pichoncita sería para mí la bienaventuranza! Entonces me sabrían bien la comida y la bebida, entonces podría competir con los príncipes, disfrutaría la vida como un sabio y estaría como en el Elíseo. Una muchacha o una mujercita es lo que Papageno desea. ¡Oh, una suave pichoncita sería para mí la bienaventuranza! ¡Ay! ¿Pero es que nunca gustaré a ninguna de todas esas encantadoras muchachas? Que alguna me saque de mi miseria; de lo contrario, moriré de dolor. Una muchacha o una mujercita es lo que Papageno desea. ¡Oh, una suave pichoncita sería para mí la bienaventuranza! ¡Si ninguna me concede su amor, me consumirán las llamas! ¡Pero si me besa una boca de mujer, enseguida estaré sano otra vez!» (Aria: “Una doncellita o una mujercita”) La iniciación es para muy pocos, no es para todos, pero el estar en pareja es parte de la vida y eso no es delito alguno, en una experiencia que tiene el maestro Samael en el mundo astral o de los sueños, con el autor del Fausto, quien en una vida pasada se llamara Goethe, hablaron precisamente de ello: «Brillaban las estrellas en el espacio infinito y las olas enfurecidas rugiendo espantosamente golpeaban incesantemente la arenosa playa. Platicando sobre los acantilados del Ponto él y yo, intercambiando ideas resolví hacerle a quemarropa, como decimos aquí en el mundo físico, las siguientes preguntas: -¿Tienes ahora nuevamente cuerpo físico? La respuesta fue afirmativa. ¿Tu vehículo actual es masculino o femenino? Entonces respondió: -Mi cuerpo actual es femenino. -En qué país estáis reencarnado? -En Holanda. -¿Amáis a alguien? -Sí, dijo, amo a un príncipe holandés y pienso casarme con él en determinada fecha. (Dispense el lector que no mencionemos esta última). -Pensaba que tu amor sería estrictamente universal; amad las rocas, le dije, las montañas, los ríos, los mares, el ave que vuela y el pez que se desliza en las profundas aguas. -¿No es acaso el amor humano una chispa del Amor divino? Este tipo de respuesta a modo de pregunta pronunciada por aquel que en su pasada reencarnación se llamara Goethe, me dejó ciertamente anonadado, perplejo, asombrado. Indudablemente el insigne poeta me había dicho algo irrefutable, incontrovertible, exacto.» (Samael Aun Weor. Misterio del Áureo Florecer) Anhelar tener un hogar, vivir con su pareja, es un derecho que tiene todo ser humano, si bien no se tiene la capacidad de la iniciación, por lo menos debe reunir lo necesario, merecerse ese amor, por lo que es indispensable no ser un adúltero, un ladrón, un asesino; se necesita por lo menos tener el nivel de ser un buen dueño de casa. Papageno no pasa las pruebas más elementales de la iniciación, pero las leyes divinas no por ello, descuidan a esa esencia, es como una florecilla de invernadero que todavía no está madura espiritualmente, pero debe reunir lo elemental para encontrar a su pareja. Lamentablemente esta sociedad caduca y degenerada, nos dicta normas absurdas, busca uno su pareja como quien busca un mueble para la casa, es muy triste ver cómo hoy en día se fija uno en cosas ilusorias, superficiales y vanas; aunque es triste reconocerlo ve uno en que tenga dinero, que sea la persona alta, baja, morena, rubia, que tenga estudios, etc., son cosas que verdaderamente no tienen que ver, para formar un hogar en donde lo que queremos es que reine la comprensión y la felicidad. Con la intención de mostrar que el amor está más allá de lo aparente, de lo que dice la humanidad de esta época caduca que es el estándar de lo que debemos buscar, es que aparece Papagena disfrazada de anciana, fea y muy vieja, bailando y apoyada en un bastón, exactamente cuando Papageno solicita una mujer. Nos habla Papagena al estar disfrazada, que es necesario ver más allá de lo que nos dicta la sociedad, que es necesario ver los valores del alma. Le sugiere la anciana a Papageno que se comprometa con ella y que le sea fiel por toda la eternidad y que, en cambio a ello, ella lo amará con un cariño sin límites. Es absurdo, que el ser humano busque la felicidad en donde no es posible encontrarla, quiere el amor, pero no está uno dispuesto a dejar lo que está precisamente en contra del amor, como es el adulterio. Debemos ser fieles por toda la eternidad, ésa es la señal que buscamos. Lamentablemente el adulterio tiene muchas caras, muchas formas de manifestarse. «El Ego es mixtificado, corrompido, viciado, falso, goza justificando el adulterio, sublimándolo, dándole tintes inefables, sutiles, se da el lujo de encubrirlo, ocultarlo de sí mismo y de los demás; decorarlo, adornarlo, con normas legítimas y cartas de divorcio; legalizarlo con nuevas ceremonias nupciales. Aquél que codicia la mujer ajena es de hecho adúltero aun cuando jamás copule con ella; en verdad os digo que el adulterio en los trasfondos subconscientes de las gentes más castas, suele tener múltiples facetas» (Samael Aun Weor. El Parsifal Develado) Se le hace ver a Papageno que no debe titubear, que sea decidido, que se comprometa, pues de otra forma vivirá encarcelado en el dolor. Y en el momento en que Papageno se decide es que la anciana se transforma en una joven y hermosa muchacha, vestida igual que él, mostrándonos la ley de afinidad, en que el nivel de ser o moral, siempre atraerá al mismo nivel de ser. Papageno intenta acercarse a Papagena, pero aparece un sacerdote, diciéndole a ella que se aleje, que todavía no es digno, que todavía no la merece. Intenta alcanzarla, pero se lo traga la tierra. No es, hasta que se cumpla con los requisitos básicos, es decir que deje de tener tantas conductas equivocadas, como los yoes del adulterio en todas sus facetas, que un soltero encontrará a su pareja, y que un casado encuentre en su cónyuge el cariño y el amor. Capítulo 10. La Insensatez Segundo Acto. Escena 7 E l camino hacia la luz es muy largo y lleno de peligros, los hay dentro y fuera. Sivananda le llama: “El camino del doble filo de la navaja”. Es muy fácil desviarse del camino y terminar en algún desierto de la existencia y lo que es peor fracasado. Por ello el aspirante debe vivir en constante vigilancia, en intensiva auto observación psicológica, identificarse con las ideas solares es lo indicado, cambiar nuestra forma de pensar y sentir y hacerla una con la sabiduría gnóstica. Descienden los tres geniecillos de lo alto, que son los valores de la conciencia, indicándonos el camino a seguir, mostrándonos el sendero, señalándonos las claves para poder llevar a cabo el trabajo interior y nos dicen muy solemnemente: «Pronto brillará, para anunciar la mañana, el Sol en su órbita dorada. Pronto se disipará la superstición, pronto vencerá el hombre sabio. Oh, noble sosiego, desciende, regresa al corazón de los humanos; será la Tierra un reino celestial y los hombres serán como dioses.» El sol es el espíritu, la sabiduría y la verdad; el Ser o espíritu de cada ser humano es una emanación de la misma divinidad, esa chispa inmortal hace todo lo posible por manifestarse en uno, pero nosotros se lo impedimos con nuestra forma de ser equivocada. Mas el ser humano sabio, que trabaja intensamente en sí mismo, podrá descubrir sus falsas ideas creadas por el tiempo y transformarse, es así que el Sol del espíritu nos puede iluminar. El silencio de la mente Para lograr que el sol de la verdad se manifieste plenamente, primero debe existir el silencio de la mente, dejar el batallar de las antítesis, la dualidad de la mente, por ello la invocación de los geniecillos llamando al noble sosiego, que descienda, que regrese al corazón del ser humano. Vivimos en la cárcel de la mente, dividida en la dualidad, y esto impide que el Ser representado por la luz del Sol pueda darnos la iluminación. Mientras nuestra mente esté agitada, será como un mar embravecido, donde sea imposible ver el reflejo del sol, donde es imposible ver la vida en la profundidad, una mente así nos impide que el Ser pueda manifestarse. La mente en su estado prístino, original es femenina, comprensiva, no reaccionaria, pero actualmente es todo lo contrario, reacciona incesantemente ante los diversos impactos de la vida, esto hace que reaccionemos equivocadamente ante todas las cosas. La mente actual, hace de una pulga un caballo, los problemas a los que nos enfrentamos los hace enormes, insolubles y de proporciones gigantescas. Todos los grandes maestros del budismo Zen hablan de la urgente necesidad del silencio mental, aquí representado en la Flauta Mágica como el dulce sosiego. Enfatizan estos grandes atletas de la meditación, de que hay que lograr la quietud y silencio de la mente para lograr la iluminación. «Cambiad vuestro carácter, amadísimos, cambiadlo a través de la acción inteligente, libre del batallar de los opuestos. Cuando se les cierran las puertas a las fantasías, se despierta el órgano de la intuición. La acción, libre del batallar de los opuestos, es acción intuitiva, es acción plena. Donde hay plenitud, el Yo está ausente. La acción intuitiva nos conduce de la mano hasta el despertar de la Conciencia. Trabajemos y descansemos felices, abandonándonos al curso de la vida. Agotemos el agua turbia y podrida del pensamiento habitual, y en el vacío, fluirá la Gnosis, y con ella, la alegría de vivir. Esta acción inteligente, libre del batallar de los opuestos, nos eleva a un punto en el cual algo debe romperse. Cuando todo marcha bien, se rompe el techo rígido del pensar, y la luz y el poder del Intimo, entran a raudales en la mente que ha dejado de soñar.» (Mensaje de Navidad 1964-1965. Samael Aun Weor.) Es inaplazable aprender a meditar para lograr el silencio de la mente, es impostergable vivir de instante en instante, en acecho místico, como un guerrero que lucha contra sí mismo. Cuando se elimina el batallar de las antítesis, entonces el Ser se manifiesta plenamente, y estando unido al espíritu, aun viviendo en el mundo físico, es como vivir en el reino celestial, pues el famoso cielo de las religiones, no son más que estados de conciencia superiores. Y el ser humano que logra que se manifieste la luz su propio Sol interior, será uno con la divinidad. El loco del tarot En los arcanos del tarot, encontramos toda una guía precisa del sendero lejos de ser un juego adivinatorio, muestra en sus imágenes un patrón de medidas, el cual deberos seguir quien no quiera desviarse del camino. Quien empieza a transitar en la senda, si no trabaja sobre sí mismo reconociendo sus errores, es entonces que se transforma, nos transformamos, en la carta número 21 del tarot, llamada: El loco del tarot o la insensatez. Realmente cada uno de nosotros podría ser representado por esa carta, pues justificamos nuestros peores delitos arguyendo cosas sublimes y santas. Somos como el personaje de la carta que carga un zurrón en su hombro, que significa todas nuestras miserias, locuras, insensateces que llegan apoderarse de nuestra mente y las consideramos como si fuera lo más real. Somos el loco del tarot cuando abandonamos a la esposa e hijos, dizque por seguir un camino espiritual, semejante tontería es de lo más absurdo, pues en el hogar es donde se encuentra el camino. Es una locura cuando el aspirante anhela abandonar su trabajo o sus estudios con el pretexto de seguir el camino del Padre, realmente no es abandonando nuestros deberes, sino cumpliéndolos a cabalidad y viendo en ellos la misma senda. «Repito nuevamente que la vida es la escuela donde se adquieren las facultades necesarias para la Iniciación, pues la Iniciación es la vida misma.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) En la Flauta Mágica se nos advierte de este peligro, cuando Pamina siente equivocadamente que su Tamino ya no la quiere, su mente la engaña, traduce erróneamente y se siente perdida, su mente se encuentra en el más terrible batallar de las antítesis, en la dualidad, pensando lo peor. Los tres geniecillos se dan cuenta de lo que sucede, es decir, nuestra conciencia, nuestros valores anímicos se alertan del estado en que podríamos caer y dicen: «La atormentan los sufrimientos del amor desdeñado. ¡Vayamos a consolar a esa pobre! ¡Su destino nos toca de cerca! ¡Oh, si su joven estuviese aquí! La muchacha llega, ocultémonos y así podremos ver lo que hace.» Se siente Pamina maldecida por su madre, y que sus palabras la han alcanzado y que por ello ha perdido el amor del príncipe Tamino; se siente completamente desesperada, de tal forma que el cuchillo que la Reina de la Noche le dio para matar a Sarastro, quiere utilizarlo para quitarse la vida. Los geniecillos intentan persuadirla, pero no los escucha; de la misma forma nuestra consciencia nos hace constantemente llamados, trata de avisarnos de las locuras en que estamos metidos, pero al igual que Pamina, no hacemos caso a la sabia voz del corazón. El estado en que se encuentra Pamina, haciendo locuras, es el mismo estado en que solemos encontrarnos miles y miles de aspirantes al camino esotérico. Las fuerzas superiores y trascendentales del mundo intentan auxiliarnos, orientarnos, iluminarnos, pero nos encontramos tan fascinados con nuestro dolor, con los problemas, con lo que pensamos que estamos bien, que cegados no reparamos en ese llamado de la consciencia, en esa vocecilla de nuestro interior. Los geniecillos en forma de niños, que simbolizan ese llamado de la consciencia, son también los maestros de la fraternidad blanca, los seres divinos, los ángeles, los devas, que buscan ayudarnos. «En el "Salón de los Niños" los Maestros asumen figura de niños, para decir al discípulo que hasta que no sea como niño, no podrá entrar en el reino de los cielos. Por ello es por lo que, a los antiguos iniciados, se les llamaba "niños"» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) Pamina intenta clavarse el cuchillo, y los geniecillos la detienen, diciéndole que su joven Tamino moriría al saberla muerta, pues sólo a ella ama. Es hasta este momento que Pamina por fin recapacita, se da cuenta del error tan grande que estaba cometiendo. Es así, como debemos nosotros darnos cuenta de las locuras que hacemos; para que los geniecillos de nuestra consciencia puedan llamarnos al orden, es necesario que nos disciplinemos en la meditación diaria, ya que cuando el divino sosiego o la mente queda en silencio es cuando podemos escuchar la voz del silencio. Pamina entonces, reclama que Tamino no le hizo caso, que no le habló: «¿Cómo? ¿Ha correspondido a mi amor? ¿Y me ha ocultado sus inclinaciones, y ha apartado de mí su rostro? ¿Por qué no me habló?» Los geniecillos deben callar los motivos del porqué ha permanecido en silencio, ya que los misterios de la supra-sexualidad, que es lo que simboliza el rechazo a Pamina, el vencer la tentación, el rechazar las pasiones bestiales; en la antigüedad tales secretos solamente eran entregados a las personas que habían despertado consciencia, que habían demostrado su fidelidad a la enseñanza, que habían pasado un sinnúmero de pruebas. «Eso debemos callarlo, ¡pero vamos a mostrártelo! Y verás con asombro que te ha consagrado su corazón y que por ti no teme a la muerte. Ven, vayamos a donde está.» Cuando se trabaja en la desintegración de las pasiones animales, va apareciendo el verdadero amor, y éste permite el desarrollo de facultades extraordinarias, virtudes, dones, pues el amor es la misma fuerza que dio origen al universo. Pide Pamina que la lleven a donde se encuentra su Tamino. El mejor talismán protector Entonces todos cantan una preciosísima melodía, en favor de lo que pueden lograr dos corazones que se aman de verdad. «Dos corazones que arden de amor ninguna impotencia humana podrá nunca separarlos Vanos serán los esfuerzos de los enemigos, pues los propios dioses los protegen.» Cuando hay amor, no existe fuerza tenebrosa que nos pueda afectar, el mejor talismán protector ante cualquier fuerza siniestra, izquierda u oscura, es la fuerza del amor; cuando una pareja se ama, como bien dice la Flauta Mágica, los mismos dioses los protegen; cuando hay amor fuerzas divinales rodean a la pareja. Vanos serán los esfuerzos de las personas que quieren hacerles daño. La clave está en saber amar. Capítulo 11. Las Pruebas de los Cuatro Elementos Segundo Acto. Escena 8 D os hombres ataviados con armaduras negras conducen al príncipe Tamino ante dos grandes montañas, en una se observa una cascada y la otra arroja fuego, en su solemne canto ellos nos guían en el camino que sigue para el verdadero aspirante a la luz. «Quien recorre esta vía llena de peligros queda purificado por el fuego, el agua, el aire y la tierra; si puede vencer el espanto de la muerte, saltará de la Tierra al cielo. Estará iluminado y será capaz de consagrarse enteramente a los misterios de Isis.» De manera magistral en la Flauta Mágica se descorre el velo del misterio, mostrándonos el deber, el trabajo a realizar para ser consagrado eternamente en los misterios de nuestra Madre Divina, que entre los egipcios se llama Isis. Vencer el espanto de la muerte Indican los de la armadura negra al príncipe Tamino, muy solemnemente, que hay que vencer el espanto de la muerte. Uno pensaría que sólo se trata de tener mucho valor para afrontar las pruebas, pero en realidad el mensaje va mucho más profundo. Normalmente, uno no está dispuesto a morir psicológicamente, es decir, a reconocer y eliminar sus propios errores. Quien está dispuesto a enfrentarse a sus propios errores es realmente quien no teme a la muerte. Indudablemente se refieren a la primera prueba, la del guardián del umbral, el enfrentarse a sí mismos, el estar dispuestos a morir para todo lo ilusorio y terreno. Las tres pruebas del guardián del umbral son sólo una parte del trabajo, el aspirante debe después pasar la prueba del salón de fuego, donde se purifican los cuerpos internos y luego vienen las pruebas de los cuatro elementos, tales pruebas son para calificar la moral del candidato. Hasta aquí solo somos simples aspirantes, pues un verdadero discípulo de la blanca hermandad (o conjunto de seres auto realizados), es quien tiene un nivel que ya ha sido calificado en su moral y esto sólo es posible por medio de estas pruebas que han estado presentes en todos los tiempos. Las cuatro pruebas en Egipto Nos dice el maestro Jesús en forma muy severa: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen”, refiriéndose a que debemos tener cierta preparación moral como para recibir los misterios sagrados; tal calificación, ha sido, es y será a través de la purificación que se lleva a cabo a través de las cuatro pruebas que se presentan al aspirante en su misma vida y que antes eran pasadas en el mundo físico, tal como nos lo relata el maestro Samael Aun Weor, en una de sus existencias precisamente en Egipto. «Yo estuve reencarnado en la tierra sagrada de los faraones durante la dinastía del faraón Kefrén. Conocí a fondo todos los antiguos misterios del Egipto secreto y en verdad os digo que jamás he podido olvidarlos. En estos precisos momentos vienen a mi memoria acontecimientos maravillosos. Una tarde cualquiera, no importa cual, caminando lentamente por las arenas del desierto, bajo los ardientes rayos del sol tropical, atravesé silente como un sonámbulo una calle misteriosa de esfinges milenarias ante la mirada exótica de una tribu nómada que desde sus tiendas me observaba. A la sombra venerada de una antiquísima pirámide, hube de acercarme un momento para descansar brevemente y arreglar con paciencia las correas de una de mis sandalias. Después diligente, busqué con ansia la augusta entrada; anhelaba retornar al camino recto. El guardián como siempre, estaba en el umbral del misterio. Imposible olvidar aquella figura hierática de rostro de bronce y salientes pómulos. Ese hombre era un coloso... En su diestra empuñaba con heroísmo la terrible espada, su continente era todo formidable y no hay duda de que usaba con pleno derecho el mandil masónico. El interrogatorio fue muy severo: “¿Quién eres?” — Soy un suplicante que vengo ciego en busca de la luz.” ¿Qué deseas? — luz. (Muy largo seria transcribir aquí dentro del marco de este capítulo, todo el ya consabido examen verbal) Después en forma que yo califico violenta, se me despojó de todo objeto metálico y hasta de las sandalias y de la túnica. Lo más interesante fue aquel instante en que aquel hombre hercúleo me tomó por la mano para meterme dentro del santuario; inolvidables fueron aquellos instantes en que la pesada puerta giró sobre sus goznes de acero produciendo ese DO misterioso del viejo Egipto. Lo que sucedió, el encuentro macabro con el “hermano terrible”, las pruebas de fuego, aire, agua y tierra, puede ser encontrado por cualquier iluminado en las memorias de la naturaleza. En la prueba de fuego hube de controlarme lo mejor que pude, cuando atravesé un salón en llamas; el piso aquel estaba lleno de vigas de acero encendidas al rojo vivo; muy estrecho era el paso entre aquellos tirantes de hierro ardiente, apenas si había espacio para poner los pies; por aquellos tiempos muchos aspirantes perecieron en este esfuerzo. Todavía recuerdo con horror aquella argolla de acero enclavada en la roca; al fondo sólo se veía tenebroso el horroroso precipicio; sin embargo, salí victorioso en la prueba de aire; allí donde otros perecieron, yo triunfé. Han pasado muchos siglos y todavía no he podido olvidar a pesar del polvo de tantos años, aquellos cocodrilos sagrados del lago; si no hubiera sido por las conjuraciones mágicas, habría sido devorado por esos reptiles como siempre sucedió a muchos aspirantes. Innumerables desdichados fueron triturados y quebrantados por las rocas en la prueba de tierra, mas yo triunfé y vi con indiferencia dos moles que amenazaban mi existencia cerrándose sobre, mí como para reducirme a polvareda cósmica. Ciertamente ya no soy más que un mísero gusano del lodo de la tierra, pero salí victorioso. Así en verdad fue como retorné al sendero de la revolución de la consciencia después de haber sufrido mucho. Fui recibido en el colegio iniciático, se me vistió solemnemente con la túnica de lino blanco de los sacerdotes de Isis y en el pecho se me colocó la Cruz Tau egipcia.» (Samael Aun Weor. Mi Regreso al Tíbet) Las pruebas aquí y ahora Las pruebas de los cuatro elementos, siguen existiendo en la actualidad, tienen el mismo objetivo, ver el estado espiritual del aspirante, pero no es necesario irnos a un bosque o un monasterio, las pruebas son colocadas en la misma vida cotidiana, es por ello que la maestra Helena Petronila Blavatski atinadamente aclara que no se requiere retirarse de la sociedad para iniciarse, que el campo de batalla es la misma vida. «No creas que, viviendo en selvas sombrías, en orgulloso retiro y apartamiento de los hombres, no creas tú que alimentándote sólo de hierbas y raíces y mitigando la sed con la nieve de la gran Cordillera; no creas tú, devoto, que todo esto pueda conducirte a la meta de la liberación final.» (H.P. Blavatsky. La Voz del Silencio 2) Para esta senda interior no se requiere abandonar el hogar o la sociedad, todo lo contrario, es aprendiendo a vivir conscientemente en el núcleo familiar, atendiendo cada una de las labores cotidianas, pues en ellas está el camino, por ello es llamado también esta senda como: El sendero del hogar doméstico. El trabajo esotérico gnóstico es cambiar cada momento que vivimos, transmutando cada instante, debemos aprender a ver los distintos acontecimientos que nos presenta el trabajo, la escuela, el taller, el campo, etc., como una oportunidad maravillosa para el auto conocimiento. No es huyendo de la vida y de los problemas como entraremos a la senda, sino enfrentándonos a ellos, “agarrando al toro por los cuernos”; la vida intensamente vivida en forma consciente y digna es la misma iniciación. La mujer, el amor y la gnosis Tamino en forma decidida pide le sean abiertas las puertas del misterio y le sean puestas las pruebas, pero en ese instante en que va a entrar, se escucha la voz de Pamina, pidiendo se detenga, que la espere. Ella está dispuesta a acompañarlo en las pruebas. Un sacerdote conduce a Pamina a encontrase con Tamino. Los de la armadura le permiten hablar con Pamina. «Oh, felicidad, ahora ella podrá acompañarme, ahora ningún destino nos separará ya, ¡aunque nos espere la muerte!» Es muy claro, la Flauta Mágica nos indica que tanto el varón como la mujer tienen las mismas posibilidades de transitar en el camino de la iniciación, pues lo que se requiere es el reunir las cualidades espirituales para ello, una mujer que lucha contra el fanatismo (la noche) y está dispuesta a desintegrar sus defectos (la muerte), claro que puede ingresar al sendero y por ello todos cantan: «Una mujer que no teme ni a la noche ni a la muerte es digna de ser iniciada.» «1- La mujer tiene los mismos derechos del hombre. 2- La mujer también llega a ser Adepto de la Fraternidad Blanca. 3- Juana de Arco es una Maestra de Misterios Mayores de la Fraternidad Blanca. 4- H.P. Blavatsky, autora de "La Doctrina Secreta", llegó al adeptado, y es una Maestra de Misterios Mayores de la Fraternidad Blanca. 5- En casi todos los templos de Misterios, encontramos muchas Damas-Adeptos, trabajando por la humanidad.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea) La mujer no debe subestimarse de ninguna forma, puede lograr los mismos niveles espirituales como el varón. Tiene es su naturaleza íntima atributos muy especiales. «La mujer es el pensamiento más bello del creador, hecho carne, sangre y vida.» (Samael Aun Weor) Se reencuentran, embargados de felicidad. Tamino le indica que ahí están las puertas del espanto, que la iniciación es un camino difícil, que no es para cualquiera, que le esperan muchas pruebas. Nos dice el maestro Samael: “El Iniciado debe vivir siempre heroico, y siempre victorioso, como los héroes de Rabelais, nada de debilidades”. Pamina da la clave más extraordinaria, indicando que es la fuerza del amor, que lo puede todo, que vence todo, que lo penetra todo. «En todas partes estaré a tu lado. Yo misma te guiaré, el amor me conducirá (le toma de la mano) Él sembrará de rosas el camino, pues rosas y espinas van unidas. Y si tú tocas tu flauta mágica, ella nos protegerá en el camino. En una hora mágica mi padre la talló de lo más hondo de una encina milenaria, entre truenos y relámpagos, tempestades y huracanes. Ven y toca la flauta, nos guiará por el camino de espanto.» Es la fuerza maravillosa del amor, la que puede auxiliarnos a vencer cualquier obstáculo, las espinas de los problemas y obstáculos se encuentran en todas las actividades humanas, pero el amor nos permite ver las rosas, nos permite comprender la majestuosidad que hay en todo lo existente. Pero deberemos unir el amor a la sabiduría, pues son las dos columnas torales de la Logia Blanca. La gnosis, el conocimiento, la sabiduría está representado en la misma Flauta Mágica, pues si la tocamos, es decir, si vivimos la enseñanza intensamente en cada momento, es posible trascender todo lo que nos presente la vida. La flauta mágica fue tallada por el padre de Pamina, es decir el Padre que está en Secreto, pues la gnosis es la sabiduría del Ser, del espíritu, de esa partícula de la divinidad que está dentro de nosotros. La talla de lo más profundo de una encina milenaria o del árbol de la vida, que representa las distintas partes del ser, entre truenos, relámpagos, tempestades y huracanes, pues es el resultado del incesante crepitar de las experiencias, no es el resultado de teorías vanas y huecas. Pamina nos invita a tocar la flauta, a poner en práctica la gnosis milenaria, señalándonos que, con la gnosis y el amor, no existirá nada ni nadie que nos pueda detener. El trabajo intenso sobre sí mismos, permitiría desarrollar las cualidades necesarias para afrontar las pruebas, tales virtudes se representan en variadas simbologías en las distintas culturas del mundo y tienen relación con los cuatro elementos. Cualidades de la Esfinge: La esfinge milenaria nos muestra los cuatro elementos fundamentales de la naturaleza, el fuego en las garras de león, el aire en las alas de águila, la tierra en las ancas del toro y el agua en el rostro humano. Los mismos cuatro elementos de los evangelistas, ya que a Lucas siempre se le representa con un toro, a Marcos con un león, a Mateo con un ángel y a Juan con un águila. En la esfinge milenaria se encuentran señaladas las cualidades que se requieren para pasar las pruebas de los cuatro elementos, debemos convertirnos en una esfinge, debemos adquirir estas cualidades representadas en cada uno de los elementos que la conforman. «El hombre debe tener las cuatro características de la esfinge: Las garras del león –coraje y nobleza–. La tenacidad del buey –representada por las patas del buey–. Las alas del águila –éstas son las alas del espíritu y la inteligencia del hombre –representada por la cabeza de la esfinge–. El hombre debe ser sereno ante los peores enemigos. El hombre debe ser tenaz en sus propósitos, y no desmayar ante los obstáculos e inconvenientes que se le presenten. El hombre debe tener la majestad del águila para no sucumbir ante los peores fracasos. El hombre debe desarrollar su inteligencia para saber adaptarse a todas las circunstancias de la vida sin dificultad ninguna. Y cuando ya el hombre ha desarrollado las cuatro características de la esfinge, entonces está preparado para pasar las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire. Por medio de estas cuatro pruebas se examina la moral del discípulo. Éste es, pues, un examen simbólico, que corresponde exactamente a la moral del discípulo. El que no haya desarrollado la serenidad no podrá pasar la prueba de fuego. El que sucumbe ante un fracaso económico no podrá pasar la prueba del aire. El que no haya desarrollado el altruismo ni la adaptabilidad a la vida, no podrá pasar la prueba de agua. El que no ha aprendido a ser tenaz tampoco podrá pasar la prueba de tierra. La esfinge es el mismo hombre. El hombre debe tener las alas del águila, la inteligencia del hombre, las garras del león y la tenacidad del buey. Esas cuatro características de la esfinge le permiten al hombre pasar las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) La prueba del fuego Tomados de la mano, Pamina y el príncipe Tamino valerosamente, se dirigen a la montaña que arroga fuego, atraviesan las llamas amenazantes, pero al tocar la flauta mágica estas no les causan daño alguno. Si analizamos el elemento fuego, nos enseña que debemos ser enérgicos, fuertes espiritualmente hablando, sin debilidades, pero no coléricos. En la prueba del fuego, lo que se busca es que el aspirante haya adquirido serenidad y posea dulzura de carácter en las distintas circunstancias de nuestra vida cotidiana, cosa por cierto imposible mientras existan en nosotros los innumerables defectos psicológicos de la ira. Basta detenerse un poco a observar un día cualquiera de nuestra existencia y darse cuenta que son bastantes las ocasiones en que fracasamos una y otra vez, esta prueba. Se nos hace tarde para entrar al trabajo o a la escuela y estallamos en impaciencia, nos enojamos contra todo el mundo; de repente no se hace lo que uno había ya planeado, las cosas no resultan como uno quería, llenos de frustración rasgamos nuestras vestiduras enojados; el tráfico, la vida tan estresante que llevamos, los compromisos sociales, familiares y de trabajo, sólo son unas cuentas cosas que, por no saber vivir conscientemente, nos impiden trascender esta prueba. Está correcto que actuemos en ocasiones con severidad, pero eso es muy distinto a la crueldad, cosa muy frecuente en el trato que tenemos no sólo con los animales, sino con nuestros hijos y ahora lamentablemente es triste decirlo, pero en esta época también se ha extendido hacia nuestros padres. Cuando en el mundo de los sueños o mundo astral, uno se ve perseguido, injuriado y sacrificado al máximo y reaccionamos coléricos, es porque en el mundo físico no hemos adquirido todavía las garras de león que simbolizan la fuerza espiritual y la nobleza. Por lo que habrá que estar más alertas y trabajar en la identificación y comprensión en los yoes de la ira. «El que no sabe ser sereno, no puede pasar la prueba de fuego, pues el discípulo durante esa prueba, se ve perseguido, injuriado y sacrificado hasta el máximo. Y es lógico que, si el discípulo se deja llevar de la ira, reaccionará en forma violenta contra sus enemigos, y el resultado de ello será el fracaso de la prueba. Y además que, sin haber desarrollado la serenidad, tendrá inevitablemente que horrorizarse ante el fuego. Por lo tanto, es necesario haber aprendido a sobreponerse ante la cólera. El colérico no puede pasar la prueba de fuego.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) La prueba del aire Al meditar en las características del elemento aire y las equiparamos con las cualidades que deberíamos tener, descubrimos que, así como el aire viaja de un lugar a otro, sin apegarse a ninguno, así el ser humano debe vivir en contacto con los bienes materiales y acorde con ellos, pero sin el apego grosero al que solemos estar acostumbrados. Las cosas materiales son necesarias, y debemos trabajar para obtenerlas, se necesita del pan, abrigo y refugio. Todo ser humano necesita de una casa para vivir, y tiene derecho a ella, y si ésta tiene, aunque sea un jardín, pues tanto mejor. Pero esto es muy diferente al apego que solemos desarrollar por las cosas materiales, apenas se raya un poquito nuestro automóvil y sufrimos horriblemente, aquella prenda de vestir favorita, está bien que andemos a gusto con ella y que la cuidemos, pero lo que no está bien es que, si le llega a pasar algo nos sintamos mal por ello. El amor es la fuerza más poderosa del universo y ésta es indispensable para lograr un cambio verdadero, jamás podríamos ponernos en contra del amor, eso sería un desatino grandísimo, debemos aprender a amar a nuestra pareja, sin reservas, íntegramente, llegar hasta la adoración misma; hay que amar y venerar a nuestros padres, hay que dar la vida misma por los hijos; pero cosa muy distinta es el apego. En el apego hay egoísmo, vanidad, miedo y orgullo. En realidad, mientras exista apego, no podrá manifestarse el amor verdadero. Así que cuando en la vida se nos presenta la pérdida de algo o alguien y uno se desespera, es obvio que todavía no ha adquirido las alas de águila o del espíritu que tiene la esfinge. Y cuando en el mundo astral o de los sueños, se vea uno caer en un abismo sin fondo, fracasará en esta prueba. «El que llegue a temer al abismo no podrá pasar la prueba de aire. Es lógico que un individuo que todavía se deja llevar de la desesperación ante un fracaso económico o de cualquier otra Naturaleza, fracasará ante la prueba de aire, temblará de horror, al verse lanzado al fondo de un abismo.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) La prueba de la tierra El elemento tierra: las rocas nos muestran firmeza, estabilidad, en la esfinge está representando por las ancas del toro o la tenacidad, tan necesaria para aprender a sacar partido de las adversidades de la vida. Uno piensa perezosamente en una vida sin problemas, quisiera un mundo ideal acomodado a su fantasía para trabajar en sí mismo. Pensamos, por ejemplo, que ayudaríamos a la humanidad si tuviéramos mucho dinero; o quizás que, si estuviéramos jubilados entonces nos dedicaríamos por completo a la gnosis. Ilusiones de la mente, justificaciones para no trabajar; la vida es un gimnasio psicológico en donde podemos auto conocernos; necesitamos aprender a ver lo bueno en lo malo y lo malo en lo bueno. El gran Kabir Jesús nos muestra ese camino, cuando con sus discípulos se encuentran con un perro en descomposición, y a diferencia de sus apóstoles que reniegan de la situación, el gran maestro es capaz de ver y admirarse de la blancura de los dientes, entre todo lo corrompido. Cada momento de la vida es una maravillosa oportunidad para el trabajo, y entre más difícil y complicada parezca, si uno está alerta podrá aprovecharla para corregirse pues podríamos descubrir los defectos más insospechados y, si los comprendemos a fondo, los podríamos eliminar y así avanzar en el camino. Cuando uno ha creado las ancas del toro de la esfinge, es decir, ha desarrollado la tenacidad, entonces podría colocarse la prueba de la tierra en el mundo de los sueños o quinta dimensión, y veríamos dos montañas desgajándose, amenazando con triturarnos, si uno se desespera, tiene miedo, llora, etc., fracasará en la prueba e indicará que no hemos aprendido a sacer partido de las diferentes adversidades de la vida. «Y aquel que no haya aprendido a ser tenaz y a sacar provecho de los peores inconvenientes temblará de horror cuando vea dos montañas gigantescas que se cierran sobre sí, para aplastarlo.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) La prueba del agua Pamina y Tamino, se preparan para ingresar a la montaña que tiene una cascada de agua, con infinita fe y completamente decididos, llenos de emoción dirigiéndose a la flauta mágica, dicen: «Hemos atravesado las llamas ardientes, hemos afrontado con valor el peligro. Que tu música nos proteja en el agua, como nos ha protegido en el fuego.» Así como el agua, el precioso liquido de la vida, se adapta al recipiente que la contiene, los seres humanos deberíamos aprender a adaptarnos a las diferentes circunstancias que nos ofrece la vida. Es indispensable formar la cabeza de la esfinge, símbolo de la inteligencia, para que tengamos esa capacidad de adaptarnos a vivir en todas las circunstancias de la existencia, saber vivir en el campo o en la ciudad, en la pobreza o en la riqueza, en lo complicado y en lo sencillo. Muchas personas que nada saben de esoterismo, pero que han aprendido a vivir sin lamentarse de la vida, y que ante las diferentes situaciones que atraviesan, en lugar de quejarse se adaptan como lo hace el agua, están más cerca de la iniciación que un ratón de biblioteca que devora libros de esoterismo, pero que en la vida no aplicamos nada. Quienes han adquirido la cabeza humana de la esfinge, es decir, tienen la inteligencia necesaria para aprender a vivir en cualquier evento de la vida sin estarse quejando del gobierno, de los padres, de la vida, de los hijos, del dinero, etc., es entonces que en el mundo astral o de los sueños se le pone la prueba, la cual consiste en verse en medio de un mar, sin ninguna posibilidad de salvarse, si uno sucumbe y deja de luchar quiere decir que aún le falta mucho por aprender a vivir. «Aquel que no haya aprendido a ser altruista ni adaptarse ante las difíciles circunstancias de la existencia, se llenará de horror ante el peligro de perecer ahogado durante la prueba de agua.» (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto de Kínder) Pamina y Tamino atraviesan el agua, y al tocar la flauta mágica, las aguas no les hacen daño, descienden para ascender de nuevo y salir triunfantes de la prueba. En esta parte nos insisten en que si vivimos la gnosis (la música de la flauta mágica) en cada momento de la existencia, si aplicamos sus postulados en el diario vivir, tendremos esa sabiduría necesaria para adaptarnos a las distintas circunstancias de la vida. Pero también el descenso en el agua y su ascenso después, nos indican que, para subir, primero hay que bajar, que, para toda exaltación, debe existir primero una humillación, que hay que aprender a descender para poder ascender. El Chela o Lanú Cuando Pamina y Tamino pasan las pruebas, entonces aparece la entrada a un templo que brilla iluminado, y muy emocionados dicen: «¡Dioses! ¡Qué instante! ¡Se nos ha otorgado la felicidad de Isis!». Desde el fondo del templo, se les da la bienvenida, los sacerdotes cantan en coro: «¡Triunfo! ¡Triunfo! ¡Noble Pareja! Has vencido el peligro, tuya es la consagración de Isis, ¡venid, entrad en el templo!» Quien logra pasar estas cuatro pruebas, es entonces que es aceptado como un discípulo de la Logia Blanca, llamado entre los tibetanos como “Chela”, que se traduce como niño o principiante de esoterismo y, en sanscrito “Lanu”. Realmente algo muy similar a lo que se muestra en la Flauta Mágica, sucede al estudiante gnóstico que pasa estas cuatro pruebas, después de cada una de ellas es recibido en un salón de niños o iniciados, para festejar que ha pasado la prueba, con música inefable y flores. Al finalizar las cuatro pruebas, el aspirante es aceptado como un discípulo de la blanca hermandad y se le entrega una capa en el mundo astral y una joya con el rayo al que pertenece, la capa lo distingue en todo el universo como alguien que ya es capaz de recibir una enseñanza sin pisotearla, y entonces cualquier maestro o ángel podría darle enseñanzas trascendentales. Claro, le espera un larguísimo camino, pero verdaderamente se puede decir que ha comenzado. Capítulo 12. Papageno y Papagena Segundo Acto. Escena 9 A l margen ya de lo que sucede con Pamina y Tamino, quienes siguen el camino de la iniciación, Papageno se encuentra en un jardín, muy triste, pues ha perdido a su Papagena, reconoce que es por su culpa, por su manera de actuar y de ser, no encuentra consuelo, la llama muy triste con su silbato. «¡Papagena, Papagena, Papagena! ¡Mujercita, pichoncita, hermosa mía! ¡Es inútil! ¡Ay, la he perdido! Es que he nacido para ser desgraciado. He parloteado, y eso no estaba bien, y por eso me lo tengo bien merecido. Desde que probé aquel vino... Desde que vi a la bella mujercita, mi corazón arde en lo más íntimo, me pincha en un lado y me pincha en el otro. ¡Papagena, mujercita de mi corazón! ¡Papagena, pichoncita querida! ¡Es inútil, no sirve de nada! ¡Estoy cansado de mi vida! La muerte pone fin al amor, cuando quema tanto en el corazón. (coge una cuerda) Adornaré este árbol, me colgaré del cuello, pues la vida me desagrada; buenas noches, negro mundo, que tan mal me tratas y no quieres darme una bella niña. Todo ha acabado, voy a morir, pensad en mí, bellas muchachas. Si alguna quiere, antes de que me cuelgue, apiadarse de este pobre, ¡bueno, lo dejaría por esta vez! Decid únicamente: ¡sí o no! ¡Ninguna me ha oído, todo está en silencio! ¿Eso es, pues, lo que queréis? ¡Papageno, ánimo, arriba! Pon fin a la carrera de tu vida. Bueno, esperaré, pero sólo hasta que cuente uno, dos y tres. (silba) ¡Uno...! ¡Dos...! ¡Tres...! ¡Bien, aquí nos quedamos! Puesto que nadie me detiene, ¡buenas noches, pérfido mundo! (Se dispone a colgarse.)» (Aria: “Papagena! Mujercita! Palomita!”) Sin duda alguna, las emociones negativas nos llevan de un lado a otro, sujetos a la ley del péndulo, no las controlamos, no vivimos en equilibrio. Lo ideal sería vivir en el centro, como dicen los chinos en el Tao, pero el desconocimiento de toda la ciencia gnóstica, nos lleva a comportarnos como meros leños en el mar embravecido de la existencia. «Somos esclavos de una mecánica; si alguien nos da palmaditas en el hombro, sonreímos tranquilos; si alguien nos da una bofetada, contestamos con otra; si alguien nos dice una palabra de alabanza, felices nos sentimos, pero si alguien nos hiere con una palabra agresiva, nos sentimos terriblemente ofendidos. Total: Somos maquinitas sometidas a la Ley del Péndulo, cada cual puede hacer de nosotros lo que le venga en gana.» (Samael Aun Weor. La Ley del Péndulo) Muy lejos se encuentra Papageno del camino de la iniciación, como muchísimos seres humanos, sin inquietudes espirituales, pero lo peor es que vivimos bien identificados con nuestros propios sufrimientos, y eso es lo que nos aleja de la felicidad. Muchas de las veces, no es karma todo lo que nos sucede, sino que uno mismo va por el camino de la auto destrucción, todo depende de nuestra actitud ante la vida, si uno se derrota antes de iniciar, pues a eso mismo se dirigirá. El suicidio al que trata de llegar Papageno, es el fracaso de nuestra vida emocional, por parlotear demasiado, el hacer mal uso de la palabra y de la sexualidad, el identificarnos en una actitud de auto compasión y derrotismo. Descendiendo de lo alto, los tres geniecillos detienen las funestas intenciones de Papageno, ellos son el llamado de la conciencia, al que siempre hay que tomar en cuenta y le hacen ver que ahí mismo junto a él, está la respuesta a sus plegarias, pero que se ha olvidado de ellas, se refieren a sus campanillas de plata, sólo tiene que tocarlas y su Papagena llegará. «¡Pero estoy loco!... ¡Mis instrumentos mágicos! ¡Resuena, carillón, resuena! He de ver a mi querida muchacha. ¡Resuena, carillón, resuena! ¡Tráeme a mi muchacha! ¡Resuena, carillón, resuena! ¡Tráeme a mi mujercita!» La plata es el elemento que simboliza a la mujer, que representa los atributos de la Madre Divina, cuales son la comprensión, el amor, la dulzura, eso es todo lo que se necesita para tener un buen matrimonio, pero parece, igual que Papageno, que lo hemos olvidado. Hay que tocar con entusiasmo las campanillas de plata, hay que actuar con tolerancia ante la pareja, poniéndonos en su lugar, tratando de sentir y de pensar lo que piensa; y es así que, si no tiene pareja, ésta llegará, y si se tiene, entonces podrá disfrutar de lo que es un matrimonio pleno. Interesante es ver que hace tres veces la petición a las campanillas de plata, de su mujercita, entregándonos nuevamente una clave extraordinaria, pues para llamar a las inteligencias superiores de la naturaleza y el cosmos, se llama precisamente así. Los geniecillos le traen a su Papagena, y la dejan con él, y ascendiendo de nuevo a lo alto le indican que vea a su alrededor, es entonces que maravillados los dos se sienten llenos de felicidad y cariño. Mantram para el desarrollo de la clarividencia Como quiera que la obra de la Flauta Mágica entrega muchas claves en secreto, para que el que tenga ojos para ver vea, pues ahí hay sabiduría, y el que tenga oídos para escuchar, escuche; nos entregan aquí un mantram o palabra de poder que sirve para el desarrollo de la clarividencia, en el maravilloso encuentro de Papegena con su Papageno, los dos en forma muy entusiasta (tal y como deben vocalizarse los mantram), dice Papageno: «¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papagena!», y luego Papagena dice: «¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papageno!» Un mantram es una sabia combinación de sonidos, que tiene como propósito ayudarnos a nivel físico, anímico o espiritual. El sonido dio origen al universo, por tal motivo tiene un gran poder. Si a la par de un buen uso de la palabra, nos proponemos a vocalizar mantram en un estado de relajación física y mental, tendremos como resultado beneficios extraordinarios. La clarividencia es el traslucido del alma, es una facultad que tenemos en estado latente, y que nos permite ver el ultra de la naturaleza, para su desarrollo se requiere eliminar la ira, y se complementa con la vocalización de este maravilloso mantram entregado aquí en esta maravillosa obra. «Las sílabas MA, MA, PA, PA, BA, BA, son las primeras que articulamos en la niñez. Con estas sílabas podréis comenzar la Iniciación. Cantadlas asumiendo una actitud inocente, infantil. En «La Flauta Encantada» de Mozart podréis aprender la entonación de esas sagradas sílabas. Mozart puso esas sílabas en su maravillosa obra. Adormeceos sumiendo una actitud infantil, recordando los primeros años de tu infancia y entonando mentalmente las sagradas sílabas. La palabra PAPA se vocaliza entonando en voz alta la primera sílaba PA, y bajando la voz en la segunda sílaba PA. Luego articularéis la sílaba PA muchas veces. Lo mismo haréis con la sílaba Ma. Adormeceos meditando en vuestra infancia. Revivid con vuestra imaginación toda la infancia. Articulad mentalmente las sílabas sagradas. Sabed que todo niño es clarividente hasta la edad de cuatro años. Después, los átomos inocentes de la clarividencia se sumergen entre el subconsciente. Si queréis reconquistar la clarividencia, meditad en la infancia y adormeceos profundamente articulando las primeras sílabas del niño. MA, MA, PA, PA, BA, BA. La meditación y las sagradas sílabas despertarán a los átomos infantiles de la clarividencia. Entonces os elevaréis al conocimiento imaginativo. Aprenderéis a pensar en imágenes vivientes. La raza actual sólo piensa en conceptos de ideas. Las ideas son el resultado del deseo. Alguien piensa conquistar a una mujer, entonces le asalta una idea, etc. Las ideas son el Yo. Tú aprenderás a pensar con imágenes vivientes. La meditación infantil y las sagradas sílabas, despertarán a los átomos infantiles para una nueva actividad.» (Samael Aun Weor. El Mensaje de Acuario) El encuentro entre Papageno y Papagena es lleno de alegría, se abrazan cariñosamente e inmediatamente piden a los dioses que venga a su hogar, primero un pequeño Papageno y luego una pequeña Papagena, y saben muy bien que eso será la mayor dicha y bendición de sus padres. Toda una cátedra se nos entrega aquí para el armonioso y trascendental desarrollo de la clarividencia positiva, ya que es necesario ser como niño, tener la mente de un niño, acabar con todo lo que nos hace desconfiados, astutos y perversos; mientras seamos coléricos dañaremos el desarrollo armonioso de esta facultad. «106- La clarividencia es la imaginación. La clarividencia es la flor más bella, más sencilla y más pura de la espiritualidad. 107- Cuando reconquistamos la infancia perdida, entonces todas las imágenes que vienen a nuestra imaginación van acompañadas de vivísimos colores astrales.» (Samael Aun Weor. Rosa Ígnea) Dicha facultad de la clarividencia positiva o traslucido del alma, tiene que estar aquí descrita en esta maravillosa obra, pues la imaginación positiva es el primer paso para la iniciación, nos insiste el maestro Samael que: «Imaginación, Inspiración e Intuición, son los tres caminos obligatorios de la Iniciación.» Son tres escalas que debemos desarrollar a través de la meditación diaria y profunda, a través de un cultivo armonioso de las virtudes del alma; van desarrollándose primero la imaginación creadora positiva (que no debemos confundir con la fantasía), después centra el conocimiento inspirativo y por último el conocimiento intuitivo. Capítulo 13. El Templo del Sol Segundo Acto. Escena 10 C omo podemos observar a través de las enseñanzas contenidas en la Flauta Mágica, uno es el arquitecto de su destino, escogemos realmente la existencia que hemos de vivir; la vida no es más que el resultado de nuestras propias acciones, lo que uno siembra eso cosechará. La iniciación es sólo para los pocos que estén decididos a trabajar intensamente en sí mismos y ayudar desinteresadamente a sus semejantes; también hemos podido comprender que, si alguien no busca el camino interior, pues no le pasa nada negativo; mientras no delinca, obviamente podrá tener una vida plena. Pero, para aquellos que decidimos seguir una senda equivocada, que mentimos, odiamos, robamos, adulteramos, engañamos, etc., pues es indudable que el que siembra rayos, cosechará tempestades. Se unen para destruir el templo del sol, Monostatos (la lujuria, la codicia y la ira), la Reina de la Noche (el fanatismo, la ignorancia y el error) y las tres damas (la energía sexual mal utilizada), eso no es más que el reflejo de nuestra vida actual desordenada de la inmensa mayoría de seres humanos. La Reina de la Noche le ha prometido a Monostatos o ego animal que llevamos todos dentro, a la princesa Pamina, nuestra esencia, nuestros valores del alma. Buscan ingresar al templo, para derrocar a Sarastro y tomar el poder. «Aquí vamos a sorprenderlos, a extirpar de la Tierra a los piadosos, con la espada poderosa y el fuego.» Rayo de la Justicia Cósmica Ingresan al templo completamente decididos a extirpar de la tierra a todos los piadosos. Claramente podemos ver que, en estos momentos de la vida, están ganando la batalla precisamente Monostatos, la Reina de la Noche y sus tres damas, pues la misericordia y la justicia no tienen eco en nuestras vidas. Pero estando ya dentro se escuchan truenos, rayos y tempestad. El rayo de la justicia cósmica está presente para ajustar todas las acciones. Nada de lo que se haga bien dejará de tener recompensa, pero todo lo que hagamos negativamente, indudablemente atraerá sus consecuencias. «Es necesario que las gentes entiendan lo que es la palabra sánscrita "Karma". Amigos míos, existe una Ley que se llama Karma, no está de más aseverar que tal palabra significa en sí misma, Ley de Acción y Consecuencia. Obviamente "no existe causa sin efecto, ni efecto sin causa". La ley de la balanza, la ley terrible del karma, gobierna todo lo creado. Toda causa se convierte en efecto y todo efecto se transforma en causa. Vosotros debéis comprender lo que es la Ley de la Compensación. Todo lo que se hace hay que pagarlo, pues no existe causa sin efecto, ni efecto sin causa. Se nos ha dado libertad, libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero es claro que tenemos que responder ante Dios por todos nuestros actos. Cualquier acto de nuestra vida, bueno o malo tiene sus consecuencias. La Ley de Acción y Consecuencia gobierna el curso de nuestras variadas existencias y cada vida es el resultado de la anterior.» (Samael Aun Weor. Tarot y Kábala) Nada se escapa a la ley, pues ésta la llevamos dentro; tarde o temprano uno recibe lo que da. No podemos escondernos de la ley, y cuando uno actúa en contra de la verdad y de la justicia, como un rayo nos fulmina haciéndonos caer al abismo. Así sucede a los personajes negativos mencionados, se hunden en el abismo, diciendo: «Destruido, aniquilado está nuestro poder, nos hundimos en la noche eterna.» Muerte del Yo Si bien, el fin de la Reina de la noche, las tres damas y Monostatos nos habla claramente de las consecuencias fatídicas de nuestros actos negativos, también es el emblema de que es indispensable morir en sí mismos, que es necesario erradicar de nuestra naturaleza los miles de agregados psicológicos que cargamos. En tal caso, aquí los personajes toman otras dimensiones simbólicas; Monostatos claramente nos simboliza el ego en general, los miles de agregados psicológicos que cargamos, el Mefistófeles del Fausto de Goethe, el mago negro Klingsor del Parsifal de Richard Wagner, los demonios rojos de Seth del antiguo Egipto, los Señores del Inframundo Maya (Xibalbá). La Reina de la Noche toma el aspecto del fuego negativo, la misma serpiente que Apolo hiriera con sus dardos, el demonio Mara que luchó contra Buda, la de Cascabeles en las Mejillas (Coyolxauhqui) que mató nuestro Señor Colibrí Zurdo (Huitzilopochtli) entre los aztecas, la misma serpiente tentadora del Edén, el origen del ego. En cuanto a las tres damas, bien nos pueden representar a los tres traidores del Cristo, pues son tres clases de defectos psicológicos que en nuestro interior cargamos, el demonio del deseo, el demonio de la mente y el demonio de la mala voluntad, que no pueden faltar en todas las enseñanzas antiguas, son las tres hijas de Mara que tentaron a Buda, son los tres asesinos de Hiram, el constructor del templo de Salomón. Por lo que se nos señala que el camino es la muerte de nuestros defectos en todos los ámbitos, se nos indica que el camino debe estar fundamentado en ello, que cualquier cosa que se haga fuera de esto, será perder el tiempo. El Templo del Sol Aparecen en el templo del sol, Sarastro, Pamina y Tamino, en este momento simbolizando al Ser con sus dos almas, la humana o masculina y la divina que es femenina. En la cábala son Chesed (el íntimo o espíritu), Gebruah (alma divina) y Tiphereth (el alma humana). En la India es Atman (el Ser), Budhi (el alma divina) y Manas (el alma humana), los tres vestidos con vestiduras sacerdotales. Estas vestiduras son el símbolo de los cuerpos suprasensibles que es necesario fabricar para que el Ser pueda manifestarse, y también nos representan el momento en que el aspirante es aceptado por la Logia Blanca como un discípulo. Le esperará al nuevo chela o lanú pasar por el sendero probatorio y luego tres grandes etapas de perfección llamadas: Las Tres Montañas, pero ha logrado un gran avance, ser un discípulo de la blanca hermandad. Junto a esta tríada perfecta, también se encuentran los tres geniecillos, pues la conciencia despierta es indispensable para lograr la auto realización íntima del Ser, los tres deben acompañarnos en todo momento. En voz de Sarastro nos indican la forma en que debemos sostener el combate contra el mal: «Los rayos del Sol expulsan la noche, aniquilado está el poder de los hipócritas que aquí se habían infiltrado.» La luz de la sabiduría inmortal es lo que debemos difundir a la humanidad y es la que debemos hacer que se exprese en cada uno de nuestros actos; es así como realmente luchamos contra la negatividad. Asombrosamente encontramos la misma enseñanza en el Evangelio de Buda en donde dice: “Como los rayos del sol barren las tinieblas del mundo, así el que persevera en su búsqueda encontrará la verdad y la verdad le iluminará”; el maestro Jesús por su parte, menciona caramente: "Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres". «No se deshacen las tinieblas a manotazos, sino trayendo la luz; tampoco se deshace el error combatiendo cuerpo a cuerpo con él, sino difundiendo la verdad, sin necesidad de atacar el error. Todo cuanto la verdad avance, todo eso el error habrá de retroceder: no hay que resistir al mal sino practicar incondicionalmente el bien y enseñar sus ventajas por la práctica; atacando el error provocaremos el odio de los que yerran, y así, de equivocados llegarán a hacerse malos. Atacando el mal provocaremos el rencor de los malos, y así, los malos serán peores. Lo que necesitamos es difundir la luz para disipar las tinieblas.» (Samael Aun Weor. El Cristo Social) Corona suprema: El supremo fin que tenemos aquí en el mundo es encarnar a nuestro bendito anciano de los días, la bondad de las bondades, la misericordia de la misericordia, el Padre que está en Secreto, que en cábala está representado por Keter, que traducido del hebreo es: corona. Ésa es la corona de que nos habla el apocalipsis de San Juan, cuando dice: “Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”, si nosotros seguimos las enseñanzas gnósticas, si las vivimos, si permanecemos fieles a la luz de la sabiduría inmortal, es obvio que podríamos lograr encarnar la parte más elevada del Ser. Esto mismo, lo encontramos simbolizado en el arcano 22 del tarot, que es precisamente la corona suprema, la meta es encarnar la verdad, el regreso a la luz. Ése es nuestro trabajo y misión por la que estamos aquí, hay que regresar de donde salimos, pero si emanamos de aquello que no tiene nombre como una chispita, habrá de regresar como una llama llena de fuerza espiritual y la luz de la sabiduría plenamente manifiesta en cada partícula de nosotros. Nuestra misión es transitar de las tinieblas, en que estamos ahora por tantos defectos psicológicos que tenemos, y dirigirnos a la luz de la verdad, que culmina encarnando la corona o Keter; es por ello que finaliza la gran obra de Mozart (música) y Schikaneder (libreto), ” La Flauta Mágica”, diciendo todos en coro: «¡Gloria a vosotros, iniciados! Atravesasteis la noche. ¡Gracias sean dadas a ti, Osiris, y a ti, Isis! ¡La fortaleza ha vencido y en recompensa corona a la belleza y a la sabiduría con una corona eterna!» La meta es integrarnos y hacernos uno con la divinidad, así como una gota se integra al océano y se pierde siendo parte del océano mismo; el camino para lograrlo es la iniciación, nuestros guías son Osiris (nuestro Ser) e Isis (nuestra Madre divina particular). Está dicho por los más grandes sabios, que cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece; si tenemos la dicha de que la gnosis ha llegado a nuestra vida, es porque tenemos ya la madurez espiritual para recorrer esta senda, tienes en tus manos ya la Flauta Mágica de la gnosis, emprende con valentía y amor el sendero… Bibliografía Aun Weor Samael. Libros y conferencias: Versión digital. www.samaelgnosis.net. Consultado en 2016. Libros: Cristo Social Curso Zodiacal Doctrina Secreta de Anáhuac Educación Fundamental Endocrinología y Criminología Gran Rebelión Libro Amarillo Logos Mantram Teúrgia Magia Crística Azteca Matrimonio Divorcio y Tantrismo Matrimonio perfecto de Kínder Mensaje de Acuario Mensaje de Acuario Misterio del Áureo Florecer Parsifal Develado Psicología Revolucionaria Revolución de la Dialéctica Rosa Ígnea Tarot y Cábala Conferencias: Amor -El Conferencia sobre Alcione Estudio del Yo Ley del Péndulo -La Misterio de la Luna -El Por qué Juzgamos a los demás Sabiduría del Ser -La Schikaneder Emanuel. Libreto de Opera “La Flauta Mágica” (Die Zauberflöte). 1791. Anexo A: Diagrama de la Iniciación Pruebas del Guardián del Umbral: Lo primero es enfrentarse a sí mismo, reconocer sus propios errores. 1. Guardián del umbral Astral. Es reconocernos a nivel de los deseos. 2. Guardián del umbral Mental. Reflejo de los delitos mentales. 3. Guardián del umbral Causal. Reflejo de la mala voluntad. Prueba del Salón de Fuego Pruebas de los cuatro elementos: El aspirante tiene que pasar por las pruebas del fuego, agua, aire y tierra, donde se califica la moral del aspirante. Pasado esto se logra el nivel de: Discípulo, llamado en sánscrito “Lanú” y en tibetano “Chela” (niño). En estos niveles básicos se concentra la Flauta Mágica, describiéndolos ampliamente. Sendero probatorio: Consta de las nueve iniciaciones de Misterios Menores; en esta etapa, todavía no se comienza el verdadero trabajo, se está apenas a prueba, en este nivel se califica el amor del aspirante, cada iniciación tiene sus pruebas y exige cierta cantidad de virtudes desarrolladas. La prueba de la Justicia: En este nivel donde el discípulo está a prueba, se coloca la prueba de la justicia, en donde se ve injuriado físicamente, señalado injustamente. Para pasar la prueba se requiere de amar verdaderamente a los acusadores. Prueba de Direne: La última prueba para el discípulo es pasar toda tentación, pues no es posible que alguien que adultere, pueda ingresar a misterios más elevados. Tres Montañas: Aquí apenas inicia el camino y se divide en tres grandes etapas o purificaciones. 1.- Iniciación. Son 8 grandes iniciaciones, ahora de misterios mayores, en éstas se crean los cuerpos existenciales superiores del Ser y se alcanza el grado de adepto de la Blanca hermandad. 2.- Resurrección. Se realizan los primeros 9 trabajos de Hércules, los cuales consisten en la destrucción de elementos psicológicos indeseables muy profundos. 3.- Ascensión. Se realizan los últimos tres trabajos de Hércules, trabajos elevadísimos dirigidos ya para grandes iniciados. Nota: Esto es una síntesis de los libros: Las Tres Montañas y Matrimonio Perfecto. Anexo B: El Mito gnóstico. Análisis de la obra, relacionándolo con los puntos que hacen un mito verdaderamente gnóstico. Esta parte va dirigida para los estudiantes avanzados de gnosis. «Los caracteres que especifican claramente al Mito gnóstico y que mutuamente se complementan entre sí son los siguientes: 1. Divinidad Suprema. 2. Emanación y caída pleromática. 3. Demiurgo Arquitecto. 4. Neuma en el Mundo. 5. Dualismo. 6. Salvador. 7. Retorno.» (Samael Aun Weor. Doctrina Secreta de Anáhuac) 1. Divinidad Suprema. La divinidad suprema, incognoscible e inmanifestada, debido precisamente a estas características, en momentos se representa por Osiris, Isis y Sarastro, cuando se hace mención de ellos como fuerzas intangibles. 2. Emanación y caída pleromática. Todo tiene siete formas de interpretarse, al hablar del origen de la creación, el dragón-serpiente es el ejercito de la Voz, son los Elohim (divinidades creadoras) que dan origen a la creación. Persiguen a Tamino, pues precipitan a las esencias o mónadas al mundo tridimensional, debido a la imperfección que acusan estas. Esto es el símbolo de la caída pleromática o emanación del absoluto: la esencia (Tamino) llega al mundo sin flechas o sea sin sabiduría. Se conjuga entonces con la Reina de la Noche como el caos primordial, la noche cósmica; de ella emanan las tres fuerzas primarias de la creación, representadas en las tres damas sirvientes. 3. Demiurgo Arquitecto. Está claramente manifiesto en los himnos dedicados a Osiris e Isis. La divinidad dual, macro-cósmicamente los Elohim hebreos, cosmocratores griegos o Dhyân-Chohans “Los Señores de la Luz” de la India, internamente nuestros padres internos. 4. Neuma en el Mundo. Neuma es el espíritu o alma, simbolizada por el príncipe Tamino, luchando, trabajando incansablemente por pasar las pruebas. 5. Dualismo. Claramente representado entre las potestades del mal, encarnadas en la Reina de la Noche y Monostatos, y las potencias del bien simbolizadas por Sarastro. 6. Salvador. La Flauta Mágica, la divina gnosis encarnada, viviéndola de instante en instante, nos permite manifestar esas fuerzas divinales para que triunfen sobre el mal existente en cada uno, para salvarnos y derrotar al ego. 7. Retorno. Al pasar todas las pruebas iniciáticas, el príncipe Tamino y Pamina, logran obtener las vestiduras sacerdotales, abriéndose ante ellos el templo del Sol, coronándose con la sabiduría eterna, y realizando el regreso a la luz. Anexo C: Los 22 Arcanos del Tarot en la Flauta Mágica La sabiduría hermética que encierran los arcanos del tarot, está presente en la obra, los encontramos entremezclados asombrosamente en el contenido de la Flauta Mágica, ya a través de las figuras representativas, de sonidos magistrales en la música, o de las enseñanzas manifiestas en los diálogos y cantos. Como quiera que, en los 22 arcanos del tarot egipcio se encuentran las claves del sendero iniciático, es lógico que hallemos unidos estos dos conocimientos. Arcano 1 El Mago: Este arcano es el padre, el anciano de los días, precisamente Osiris entre los egipcios, por lo que se hace presente este arcano cada vez que se evoca en los himnos gloriosos. Arcano 2 La Sacerdotisa: Representado por la Madre Divina Isis, el desdoblamiento de Osiris, presente como lo más sagrado. Arcano 3 La Emperatriz: De hecho, toda la obra se basa en este arcano, ya que son 3 geniecillos, 3 damas, 3 templos, etc., y sus atributos los vemos reflejados en la princesa Pamina. Arcano 4 El Emperador: Este arcano simboliza la misericordia, y lo vemos en la aria dedicada al perdón que se pone en voz de Sarastro, cuando Pamina lo pide por su madre. Arcano 5 El Jerarca: Es la ley de karma, perfectamente simbolizado por Sarastro cuando designa a Papagena para Papageno, cuando separa a Pamina de su soberbia madre, cuando manda castigar a Monostatos. Arcano 6 La Indecisión: Es el enamorado vivamente representado por el pajarero Papageno, indeciso y enamorado. Arcano 7 El Triunfo: El carro de guerra en el que llega Sarastro por primera vez, símbolo del dominio de la naturaleza. Arcano 8 La Justicia: Pruebas y paciencia. Todo esto lo vemos en los de la armadura, los dos guardianes a las puertas de las montañas donde se han de llevar las pruebas de los elementos, así que vemos claramente las pruebas y la justicia en esta escena. Arcano 9 El Eremita: La Iniciación, este arcano lo encontramos también en toda la obra, pues es lo que simboliza, la iniciación, pero también está en los nueve sonidos de la parte media de la obertura y que se repiten en la escena de las pruebas. Arcano 10 La Retribución: La rueda de vidas y muertes está en los 10 años de diferencia que tiene Papageno de Papagena, y en las subidas y bajadas en las pruebas del agua y fuego en las montañas. Arcano 11 La Persuasión: Se encuentra en la escena de Papageno y Pamina cuando vencen a Monostatos y sus allegados, cuando estos intentan apresarlos, tan solo con el sonido de las campanillas de plata, símbolo precisamente del amor, la comprensión y la persuasión. Arcano 12 El Apostolado: Este arcano es el sacrificio por la humanidad vivamente representado por los sacerdotes de Osiris, ya que significan el servir sin interés alguno a los demás. Arcano 13 La Inmortalidad: Este arcano simboliza la muerte, pero obviamente la del ego, a la que se indica en forma incesante al aspirante a la iniciación, que debe estar dispuesto a morir en sus defectos. Arcano 14 La Temperancia: Es matrimonio y asociación, los encontramos en el dúo cantado por Pamina y Papageno dedicado al amor entre un hombre y una mujer, capaces de llevarlos a lo divino. También los vemos en los instrumentos mágicos, ya que la flauta es de oro y las campanillas de plata, y este arcano está representado por un ángel combinando precisamente dos copas una de oro y otra de plata. Arcano 15 La Pasión: Es Monostatos quien lo representa este arcano perfectamente. Es el peligro, la lujuria y su color negro se asocia también a Tiphon Bafometo representado por la imagen de este arcano. Arcano 16 La Fragilidad: La torre fulminada, la ley en acción, el rayo de la justicia cósmica derribando a Monostatos, la Reina de la Noche y sus tres damas, cuando intentan destruir el Templo del Sol, en la parte final. Arcano 17 La Esperanza: Se encuentra en la escena en que Tamino está triste, después de su entrevista en el templo de la sabiduría, sin saber qué hacer, pero al tocar la flauta todo se transforma, la esperanza del arcano 17 se manifiesta, escucha el sonido de la flauta de Papageno, todo parece tener un camino esperanzador. Arcano 18 El Crepúsculo: Los enemigos ocultos, la magia negra. Este arcano lo vemos en la escena de Monostatos ante la luna (tal como se ve en la imagen de este arcano, de un perro aullando a la luna), en la obra, Monostatos le canta a la luna, hechizado por la luz astral. También lo vemos simbolizados por las acciones negativas de la Reina de la Noche y sus tres damas. Arcano 19 La Inspiración: La imagen de este arcano son un hombre y una mujer bajo el sol radiante, perfectamente representados por el príncipe Tamino y Pamina, cuando logran estar ya juntos; en la parte final se ve claramente este arcano, pues están en el templo del sol. Arcano 20 La Resurrección: Para lograr la resurrección espiritual se necesita de la muerte psicológica, y este momento lo encontramos representado en el momento en que Tamino y Papageno son llevados en la oscuridad de la noche (la muerte), para que pasen la prueba del silencio, se ven tentados por las tres damas sirvientes de la Reina de la Noche, al pasar la prueba aparecen los sacerdotes con antorchas (la resurrección). Arcano 21 La Transmutación: el loco, la insensatez, se encuentra con Pamina desesperada porque piensa infundadamente que Tamino la ha dejado de querer y presa de su desesperación quiere suicidarse. Arcano 22 El Regreso: La verdad, la corona de la vida, aparece al final de la obra, cuando Pamina y Tamino revestidos de sus vestiduras sacerdotales, junto con Sarastro, han triunfado de todas las pruebas, han vencido totalmente las tinieblas y se han coronado con la verdad. Sin duda alguna, al poner atención en el curso del libro, se habrá descubierto que en la Flauta Mágica además de los 22 arcanos, también encontramos las siete peticiones sagradas del Padre Nuestro. Anexo D: Comentarios del V.M. Samael Aun Weor Revolución de la Dialéctica: «El gnóstico que quiere llegar al Conocimiento Inspirado, debe concentrarse profundamente en la música. La Flauta Mágica, de Mozart, que nos recuerda una iniciación egipcia; las Nueve Sinfonías de Beethoven y muchas otras grandes composiciones clásicas, entre ellas, el Parsifal de Wagner, nos elevarán al Conocimiento Inspirado.» Endocrinología y Criminología «El Discípulo que quiere llegar al conocimiento inspirado debe concentrarse profundamente en la música. La flauta encantada de Mozart nos recuerda una iniciación egipcia. Las nueve sinfonías de Beethoven, y muchas otras grandes composiciones clásicas nos elevan a los mundos superiores. El discípulo concentrado profundamente en la música deberá absorberse en ella como la abeja en la miel, producto de todo su trabajo. Cuando ya el discípulo ha llegado al conocimiento inspirado, debe entonces prepararse para el conocimiento intuitivo.» Matrimonio perfecto de Kínder «El Iniciado ama la música de los grandes clásicos y siente repugnancia por esa música pueril de ciertas gentes vulgares, tal como los porros, rumbas, cumbias, y demás, que sólo denigran la personalidad humana. El Iniciado, ama la música de los grandes compositores, por ejemplo, La Flauta Encantada de Mozart, nos recuerda una Iniciación que este gran compositor tuvo en Egipto. El Alma comulga con la música de las esferas, cuando escucha las sinfonías de Beethoven, o las melodías inefables de Chopin, o tantas otras composiciones clásicas.» Mensaje de Acuario. «La iglesia de Éfeso se halla situada exactamente entre los órganos sexuales y el ano. Esta es la iglesia coxígea. Dentro de esta iglesia la serpiente sagrada duerme encerrada entre su silente quietud, aguardando el instante supremo de ser despertada. La serpiente maravillosa despierta entre los encantos milagrosos del amor. La "Flauta Encantada" de Mozart nos recuerda los profundos misterios de la serpiente sagrada.» Rosa Ígnea «109- Nosotros debemos comprender lo que es la música, la alegría y el optimismo. 110- Uno se queda extasiado al escuchar la "Flauta Encantada" de Mozart, que nos recuerda una Iniciación egipcia. 111- Uno se siente anonadado al escuchar las nueve sinfonías de Beethoven, o las melodías inefables de Chopin y de Liszt. 112- La música inefable de los grandes clásicos, viene de las exquisitas regiones del Nirvana, donde sólo reina la felicidad que está más allá del amor...» Tarot y Cábala «El Discípulo que quiere llegar al Conocimiento Inspirado debe concentrarse profundamente en la música. La flauta encantada de Mozart nos recuerda una Iniciación Egipcia. Las nueve sinfonías de Beethoven, y muchas otras grandes composiciones clásicas nos elevan a los Mundos Superiores. El discípulo concentrado profundamente en la música deberá absorberse en ella como la abeja en la miel, producto de todo su trabajo.» Índice Introducción 3 Advertencia 5 Capítulo 1. El Poder de la Palabra 6 Capítulo 2. El Amor y el Deseo 17 Capítulo 3. Los Tres Templos 22 Capítulo 4. Osiris e Isis 30 Capítulo 5. La Prueba del Silencio 35 Capítulo 6. El Perdón y la Venganza 39 Capítulo 7. La Tentación es Fuego 44 Capítulo 8. El Ingreso a los Misterios 49 Capítulo 9 El Libre Albedrío 55 Capítulo 10. La Insensatez 59 Capítulo 11. Las Pruebas de los Cuatro Elementos 64 Capítulo 12. Papageno y Papagena 73 Capítulo 13. El Templo del Sol 77 Bibliografía 81 Anexo A: Diagrama de la Iniciación 82 Anexo B: El Mito gnóstico. 83 Anexo C: Los 22 Arcanos del Tarot en la Flauta Mágica 84 Anexo D: Comentarios del V.M. Samael Aun Weor 86 La Flauta Mágica y la Iniciación La Flauta Mágica y la Iniciación 2 Gnosis www.samaelgnosis.net 21