PRIMERA PARTE

CAPITULO I.- EL YOGA DEL OCCIDENTE

Son muy pocos los estudiantes de Ocultismo que sepan algo verdadero acerca de la fuente madre de donde brotó su tradición. Muchísimos de ellos hasta ahora ignoran que existe una Tradición Occidental. Los eruditos o investigadores meramente intelectuales se sienten perplejos ante la multitud de callejones sin salida y otras defensas de que se han valido tanto los iniciados antiguos como los modernos para ocultarse y despistar a los demás, hasta tal punto que muchos de aquellos han concluido por afirmar que los pocos fragmentos que nos ha legado la antigüedad son pura fantasía o han sido fraguados.

Mucho les sorprendería saber que esos fragmentos, completados por ciertos manuscritos, que jamás han salido de manos de los iniciados, y la tradición oral de sus claves han sido transmitidos continuamente en las escuelas de iniciación hasta nuestros días y se emplean como base de todo trabajo práctico por el Yoga del Occidente.

Los adeptos de las razas cuyo destino evolutivo ha sido el de conquistar el plano físico, han creado una técnica yóguica propia que se adapta frecuentemente a sus problemas especiales y a sus necesidades peculiares. Y esta técnica está basada en la nominalmente conocida pero no comprendida Cábala de la Sabiduría de Israel.

Podría preguntarse por qué las naciones occidentales tienen que buscar en la cultura Hebrea su tradición mística. La contestación la comprenderán muy fácilmente todos aquellos que estén familiarizados con la teoría esotérica concerniente a las razas y subrazas. Todo tiene una fuente, un origen. Las diferentes culturas no surgen de la nada. Las simientes de cada nueva fase de la cultura deben surgir necesariamente de la precedente. Nadie puede negar que el Judaísmo fue la matriz de la cultura espiritual europea, si se recuerda que tanto Jesús como Pablo eran judíos. Ninguna otra raza que no fuera judía podía servir de base para la nueva dispensación, porque ninguna otra raza era monoteísta. El Panteísmo y el Politísmo tuvieron su día, y ahora se necesita una cultura nueva y más espiritual. Las razas Cristianas deben su religión a la cultura judía, de la misma manera que las razas budistas del Oriente deben la suya al Indoísmo.

El misticismo de Israel es el que suministró los fundamentos del Ocultismo Occidental, y es el que forma la base teórica sobre la que se desarrolla todo el ceremonial. Su famoso jeroglífico, el Arbol de la Vida, es el mejor símbolo de meditación que poseemos, porque es el más comprensible.

No es nuestra intención escribir un estudio histórico de las fuentes de la Cábala, sino más bien enseñar el uso que se hace de ella por los estudiantes modernos de los Misterios, porque si bien las raíces de nuestro sistema están en la Tradición, no hay razón alguna para que quedemos esclavizados por ella. La técnica que se está practicando actualmente es algo que está en pleno desenvolvimiento porque la experiencia de cada trabajador la va enriqueciendo y se convierte así en parte de la herencia común.

Tampoco es necesario para nosotros hacer ciertas cosas o sostener determinadas ideas porque Los Rabbis que vivieron antes de Cristo hayan tenido ciertos puntos de vista. El mundo ha seguido su marcha desde entonces y nos encontramos bajo una nueva dispensación. Lo que entonces era verdad en principio, lo sigue siendo ahora, y, por lo tanto, es del mayor valor para nosotros. El Cabalista moderno es el heredero de los antiguos Cabalistas, pero tiene que reinterpretar la doctrina y formular nuevos sistemas a la luz de la dispensación actual, si es que la herencia que ha recibido, representa un valor práctico para él.

No proclamamos tampoco que Las enseñanzas Cabalísticas modernas, tal como las hemos aprendido, sean idénticas a la de los Rabbis pre-Cristianos pero sí podemos afirmar que son descendientes legítimas de aquéllos, con el desarrollo que ha sobrevenido después, naturalmente.

Cuanto más cerca nos encontramos de la fuente, tanto mas pura es la corriente. Para descubrir Los primitivos principios no es necesario ir al manantial mismo: un río recibe el caudal de muchos afluentes en su largo curso, y esto no significa, necesariamente, que ellos contaminen Las aguas originales. Si deseamos descubrir si son puras o no, no tenemos más que compararlas con 1a corriente original, y si la prueba es satisfactoria no hay ningún inconveniente en que se mezclen sus aguas y aumenten el caudal de la corriente. Lo mismo ocurre con la tradición: lo que no es antagónico es completamente asimilado. Debemos probar siempre la pureza de una Tradición refiriéndonos a sus primitivos principios, pero también debemos juzgar la vitalidad de la misma comprobando su poder de asimilación y desarrollo. Sólo la fe muerta no es influida por el pensamiento contemporáneo.

La corriente original del Misticismo Hebreo ha recibido muchísimos afluentes. Vemos su culminación entre Los adoradores nómadas, de Los astros, de la antigua Caldea, donde Abraham, en una tienda, rodeado por sus rebaños, oyó la voz de Dios. Pero el mismo Abraham tiene un segundo plano nebuloso en donde se vislumbran vastas formaciones. La misteriosa figura del Gran Rey Sacerdote, "nacido sin padre y sin madre y sin descendencia, que no tuvo ni principio ni fin de su vida", le administra la primera Cena Eucarística de Pan y Vino después de la batalla con Los Reyes en el valle, Los siniestros reyes de Edom, "que gobernaban antes de que hubiera un Rey en Israel, cuyos reinos eran fuerzas desequilibradas".

De generación en generación podemos trazar el intercurso de Los principes de Israel con Los Reyes Sacerdotes de Egipto. Abraham y Jacob fueron allí; José y Moisés estuvieron íntimamente asociados con la corte de Los adeptos reales. Cuando leemos que Salomón se dirigió a Hiram, Rey de Tiro, pidiéndole hombres y materiales, y que Daniel fue educado en Los palacios de Babilonia, pensamos también de que Los famosos Misterios de Tiro deben haber sido accesibles a Los iluminados hebreos, y nos damos cuenta de que la sabiduría de Los Magos debe haber influido profundamente en el Esoterismo del pueblo de Israel.

Esta antigua tradición mística de Los hebreos poseía tres escrituras: los Libros de la Ley y Los Profetas, que se conocen como el Antiguo Testamento; el Talmud, o colección de comentarios eruditos sobre aquél y la Cábala, o interpretación mística del mismo. De estos tres libros, Los antiguos Rabbis decían que el primero era el cuerpo de la Tradición, el segundo su alma racional y el tercero su espíritu inmortal. Las personas ignorantes pueden leer con provecho el primero y Los eruditos pueden estudiar el segundo, pero Los sabios son Los que meditan sobre el tercero. Es realmente muy extraño que el Cristianismo no haya buscado Las claves del Antiguo Testamento en la Cábala

En los días de Nuestro Señor existían tres escuelas de pensamiento religioso en Palestina: Los Fariseos y Saduceos, de los que se habla frecuentemente en Los Evangelios, y los Esenios, a Los que nunca se hace referencia. La Tradición Esotérica afirma que el niño Jesús Ben Jose, cuando fué reconocido en todo su valor por Los eruditos doctores de la Ley, que le oyeron hablar en el Templo, a la edad de doce años, fué enviado por ellos a la comunidad de Los Esenios, próxima al Mar Muerto, para ser educado según la Tradición Mística de Israel, donde quedó hasta que fué a Juan para ser bautizado en el Jordán, antes de comenzar su misión, a la edad de treinta años. Sea como fuere, el hecho es que la cláusula final del Padre Nuestro es cabalismo puro. Malkuth14 el Reino; Jod, el Poder, y Nazareth, la Gloria, forman el triángulo básico del Arbol de la Vida, con Yesod, el Fundamento, o receptáculo de Las influencias, como punto central. El que formuló esa oración conocía la Cábala.

El Cristianismo tuvo su esoterismo en la Gnosis, que tanto debía al pensamiento Griego y Egipcio. En el Sistema de Pitágoras vemos una adaptación de Los principios cabalísticos al Misticismo Griego.

La sección exotérica, organizada por el estado de la Iglesia Cristiana, persiguió y aniquiló a la sección esotérica, destruyendo todos Los vestigios de su literatura, tratando de borrar hasta el recuerdo mismo de la Gnosis, de la historia humana. Se recuerda que Los baños y Los hornos de Alejandría fueron alimentados durante seis meses con Los manuscritos de la Gran Biblioteca. Es muy poco lo que nos queda de la herencia espiritual de la Antigua Sabiduria. Todo lo que sobresalía del suelo, por así decirlo, fué completamente arrancado , y sólo excavando Las arenas que cubren Los antiguos monumentos se ha podido recuperar o descubrir Los fragmentos que poseemos.

Sólo hacia el siglo XV, cuando el poder de la Iglesia comenzó a debilitarse , algunos se atrevieron a escribir algo sobre la Sabiduría Tradicional de Israel. Los eruditos declaran que la Cabala fué fraguada en la Edad Media, porque no pueden descubrir retrospectivamente la sucesión de la serie de manuscritos primitivos, pero todos Los que conocen la manera de trabajar de las fraternidades esotéricas saben perfectamente que toda una cosmogonía o psicología puede ser transmitida por medio de algún jeroglífico que no signifique absolutamente nada a Los no iniciados. Estas antiquísimas cartas o imágenes podían ser transmitidas de: generación en generación, dándose la explicación necesaria solo verbalmente, de manera que la verdadera interpretación no se perdiera jamás. Cuando existía alguna duda en la aplicación de algún punto obscuro, se hacía referencia al jeroglífico sagrado, y al meditar sobre él se despertaba todo lo que la meditación de las generaciones anteriores había encerrado en él. Es muy sabido por Los místicos que si una persona medita en un símbolo con el cual hayan sido asociadas ciertas ideas en el pasado, obtendrá acceso a dichas ideas, aunque ese jeroglífico jamás le haya sido explicado por Los que han recibido la tradición de labios a oído.

La fuerza temporal de la Iglesia sirvió para expulsar a todos Los rivales de ese campo y destruir todos sus vestigios. Sabemos muy poco de Las simientes místicas que brotaron para ser tronchadas durante la Edad Negra pero el misticismo es inherente a la raza humana, y aunque la Iglesia hubo destruido todas Las raíces de la Tradición en su Alma Colectiva, Los espíritus elevados que quedaron redescubrieron la técnica anímica para aproximarse a Dios y desarrollaron un yoga propio, muy parecido al Bhakti Yoga del Oriente. La literatura católica es muy rica en tratados de teología mística que revela la pobreza de un sistema que carece de la experiencia acumulada en una Tradición.

El Bhakti Yoga de la Iglesia Católica sólo es adecuado para aquellos cuyo temperamento sea de naturaleza devocional y emotiva y que encuentre su más fácil expresión en el sacrificio de sí mismo por el amor. Pero no todos los seres humanos tienen ese temperamento, y es una desgracia que el Cristianismo no pueda ofrecer a sus aspirantes una serie de sistemas adecuados a sus necesidades y aptitudes. Como el Oriente es muy tolerante y sabio, por eso ha creado una serie de sistemas yogui, que cada cual puede seguir con exclusión de todos los demás, sin que por ello pueda negarse que los otros métodos también conduzcan a Dios a aquellos que lo siguen.

A consecuencia de esta limitación deplorable de nuestra teología, los aspirantes occidentales suelen recurrir a los sistemas del Oriente. Para aquellos que puedan vivir en las condiciones que rigen en el Oriente y que puedan practicar bajo la supervisión inmediata de un guru, ese recurso podrá ser satisfactorio; pero rarísimas veces produce resultados cuando se siguen los distintos sistemas sin más guía que un libro o en las condiciones comunes que rigen la vida en el Occidente.

Por esta razón es que recomendamos a las razas blancas se atengan al sistema Occidental Tradicional, que está admirablemente adaptado a su constitución psíquica. Este sistema da resultados inmediatos y, si se practica bajo la supervisión adecuada, no solamente no perturba el equilibrio mental o físico, como ocurre con frecuencia cuando se emplean sistemas inadecuados, sino que aumenta extraordinariamente la vitalidad. Justamente esta vitalidad peculiar de los adeptos es lo que dió origen a la Tradición del Elixir de Vida. En nuestra vida hemos conocido cierto número de personas que podían ser consideradas como Adeptos, y siempre nos llamó mucho la atención la extraordinaria vitalidad que parecían poseer.

Por otra parte, sólo podemos confirmar lo que todos los gurú de la Tradición Oriental han proclamado siempre: todo sistema de desenvolvimiento psíquico espiritual sólo puede seguirse con seguridad bajo la dirección personal de un instructor de experiencia. Por esta razón, aunque daremos en estas páginas todos los principios de la Cábala Mística, no creemos que sea de interés dar las claves de su práctica, aunque los términos de nuestras obligaciones nos permitieran hacerlo. Pero, por otra parte, no consideramos justo ni aconsejable introducir intencionalmente errores o velos para despistar a los estudiantes, y en lo que se nos alcanza, todo cuanto hemos escrito es exacto y correcto, aunque pueda, a veces, ser incompleto.

Los treinta y dos Senderos Místicos de la Gloria Oculta son sendas de la vida, y quien quiera descubrir sus secretos debe recorrerlas por sí propio.

De la misma manera que nosotros lo hemos hecho, todos los que estén realmente dispuestos a sujetarse a la disciplina requerida, pueden hacerlo también, y no faltará quien indique el cómo a los verdaderos aspirantes.

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