El Caduceo de Mercurio

Hermes descendiendo del cielo. Giovanni Battista Tiepolo. 1696-1770.

Esotéricamente el Caduceo de Mercurio es el símbolo de la filosofía oculta y representa la espina dorsal, tiene forma de una vara, con dos serpientes enroscadas alrededor formando el número ocho repetido tres veces y coronado por las alas del espíritu divino. El espejo en la parte superior nos indica que debemos aprender a auto-descubrirnos internamente, con el fin de eliminar lo que haya que desechar.

El progreso del fuego sagrado del iniciado, debe ascender por dos cordones nerviosos que en forma de ocho se disponen alternativamente a izquierda y derecha de la columna espinal, ese par de cordones son conocidos en la filosofía china con los nombres de: Yin y Yang, siendo el Tao el sendero central, la vía secreta por donde asciende la serpiente de fuego sagrado, llamada en oriente Kundalini. Según textos orientales y los estudios gnósticos, Kundalini (el fuego sagrado), se encuentra enroscada y dormida en el centro magnético, llamado Chacra Muladhara (ubicado en la base de la columna espinal del ser humano), esperando el momento de ser despertada; estos centros magnéticos o Chacras y cordones nerviosos no son perceptibles a los ojos físicos, corresponden a la anatomía oculta del ser humano y están ubicados en la región tetradimensional.

La serpiente es símbolo esotérico de la sabiduría y del conocimiento oculto y ha sido relacionada con el Dios de la sabiduría desde tiempos antiguos, el Arcángel Raphael regente del planeta Mercurio; es uno de sus exponentes.

Grandes iniciados como Hermes, Quetzalcóatl, Buda, Jesús, Dante, Thot, Esculapio, Platón, Zoroastro, Samael y otros maestros, son deidades con los atributos de la serpiente, con poderes para sanar enfermos, tanto física como internamente, así como con la facultad de otorgar conocimiento e iluminación.

Hermes poseía la sabiduría antigua de los dioses y fue el iniciador de la gran civilización egipcia en la época de oro de esta actual raza; los griegos, discípulos de los egipcios le llamaron Hermes Trismegisto, (el tres veces grande). En la mitología griega es el planeta Mercurio, el mensajero de los dioses (mediador entre los dioses y el ser humano, entre el cielo y la tierra), quien pasó a los romanos como el Dios Mercurio, por lo tanto, el caduceo representa la sabiduría oculta de Hermes o de Mercurio, la columna vertebral es simbolizada con el Caduceo de Mercurio.

Mercurio. Hans Thoma

Se cuenta que este símbolo nació cuando el Dios Mercurio puso su vara entre dos serpientes que peleaban, las cuales se enroscaron alrededor de la caña, originando así el caduceo, emblema de reconciliación y concordia, cualidades necesarias para el trabajo alquimista: el saber combinar el azufre y el mercurio y fabricar con este material los cuerpos superiores del Ser.

Las dos serpientes entrelazadas del caduceo en forma de ocho vertical, representan también al signo del Infinito, el Santo Ocho acostado o en forma horizontal.

Es interesante encontrar en el centro de nuestro planeta el signo del Santo Ocho, custodiando el equilibrio en todas las cosas y el movimiento cósmico, tal signo junta y separa todos los elementos regidos por la energía atómica.

Con el número ocho hay que aprender a tener paciencia y mansedumbre, moderación, aprender a sufrir y ser resignados para no fracasar, la auto-realización íntima no es fácil, cuesta, tiene un precio.

Si queremos la iniciación debemos comenzar por conocernos a sí mismos, comprender y eliminar lo negativo, lo perverso que llevamos dentro, ya lo menciona el Buda en las cuatro nobles verdades y el óctuple sendero y así ascender la serpiente de fuego en cada uno los de siete cuerpos para formar nuestro propio caduceo

El bastón de Esculapio es parecido al báculo de Mercurio, formado por una vara y una serpiente enroscada en ella, cuya cabeza queda mirando hacia la izquierda frente al espejo en la parte superior, a su vez se encuentra rodeada por un racimo de uvas, rodeándola a la izquierda una rama de laurel y otra de roble a la derecha; entre los antiguos griegos el laurel está asociado a la victoria y a la inmortalidad y el roble con la fuerza y la nobleza, mientras que la uva se relaciona con el vino de la transmutación.

En la mitología griega Esculapio fue el Dios de la medicina, venerado en varios Templos en su honor.

Enviado por: María Guadalupe Licea Rivera. Comisión de Secretaría

Imagen: 1. Hermes descendiendo del cielo. Giovanni Battista Tiepolo. 1696-1770. 2. Mercurio. Hans Thoma

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